lunes, 29 de junio de 2009

Reflexiones de cara a la contienda electoral. Nelly Cepeda.

En mis 24 años de ejercicio profesional dentro de los medios de comunicación, empezando por radio, pasando por televisión, prensa escrita y on-line, la del 5 de julio del 2009 será la primera elección en que yo esté ausente de una mesa de redacción. Y la verdad, me sobrevienen inquietudes, interrogantes, siendo la que más me inquieta: ¿sobreviviré?

Mi vena periodística está como la de quienes sufren de alta presión y a unos días de conocer el nombre de quienes habrán de dirigir nuestro destino para los próximos seis años, en el caso del Ejecutivo Estatal; o tres años en el caso de nuestro Congreso federal, local y Ayuntamientos, siguen las preguntas… ¿Hay “guerra de estado”? Y si es así… ¿Cuál saldrá triunfadora?

¿Le afectará al CEN del Partido Acción Nacional haberse ido por la “libre” y designar a Fernando Elizondo Barragán como el candidato al gobierno de Nuevo León?

¿Hasta dónde impactará la primera impresión (con eso de que la primera impresión es la que cuenta) que dio Elizondo en sus spots, donde aparece junto a Fernando Larrazabal “luciendo” unas ojeras más marcadas de lo habitual como si se acaba de levantar? (y todo por no contratar un maquillista profesional).

¿Qué tanto influirá en el ánimo electoral la tan traída y llevada cuenta secreta? ¿O la presunta promoción, a su favor, desde las delegaciones federales? ¿Le afectará no ser JOVEN o GUAPO como su contrincante?

¿Será cierto que con fe se gana?

¿Le afectará a Rodrigo Medina, de la Alianza Juntos por Nuevo León que su partido, el PRI, volviera a las usanzas añejas y lo declarara candidato de unidad a la gubernatura?

¿Le afectará la Playita, el derroche de recursos y el presunto acarreo y pacto con maestros en reuniones organizadas desde la SE?

¿Hasta donde influirá el call center del hermano incómodo o el “hambre de justicia” que promovió un huelguista del que se deslindó, como se deslindó de otras mil cosas como si no supiera que en política el fondo es forma y viceversa? ¿Ayudará o perjudicará que se promoviera Santa Lucía, una obra gubernamental, en anuncios de campaña?

¿Ayudará lo que parece el menosprecio de Rodrigo por aquellos con más años (auque luego jugara con las palabras) y que no lucen tan bien como él ante una cámara? ¿Pues no que cerebro mata carita?

¿Será cierto que “el momento es ahora”?

Y aún más preguntas….

¿La “ciudadana” Mariana (y eso que al inicio de las campañas me pareció lo único bueno en los spots del sol azteca) de verdad entenderá lo que le dice la candidata a la gubernatura cuando, suertudamente y a la primera, le toma la llamada? ¿O sólo le sigue la corriente?

¿Nueva Alianza y Kawaghi seguirán invitando actrices a repartir libretas por todo el territorio nacional cuando la contienda termine?

¿Qué hará la joven Karla Marqueda cuando se acabe la contienda?

¿El Naranja y el PSD conservarán su registro? Y si lo conservan…¿de verdad harán trabajo social y político entre elección y elección o convenientemente esperarán otros 3 años antes de “revivir”?

¿Hasta donde funcionará la promoción del “voto nulo”?

Esta será una elección diferente. El proceso lo seguiré a través de un monitor y volveré loca a mi familia apoderándome del control remoto para cambiar de un canal a otro.

Lo bueno es que falta menos para el día cero. Por lo poco que aprendí de encuestas, en la contienda para gobernador -según los aproximadamente seis puntos de diferencia que marcan los medios -, se habla prácticamente de un empate técnico entre Medina y Elizondo. Bueno, Milenio refiere una diferencia de más de diez puntos.

Reflexiono y la pregunta sigue siendo la misma…¿Hay “elección de estado”? Y si es así ¿cuál saldrá triunfadora?

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