lunes, 22 de marzo de 2010

Entrevista publicada en Poder Ciudadano, periódico de Querétaro, Qro. el 22 de marzo de 2009.

Usar un porcentaje del IVA para la seguridad social. Una propuesta para el bienestar social

Utilizar una tarjeta para acumular un porcentaje del impuesto para jubilación y atención médica, sugiere Gómez Porchini

Se crearía mecanismos para usar los recursos de manera transparente y eficaz
Vicente Pérez
José Manuel Gómez Porchini, es de trato amable, entusiasta de todo lo que hace; es un ciudadano comprometido por el bienestar social de la ciudadanía. Maestro en Derecho Constitucional y Amparo por la Universidad Autónoma de Tamaulipas; licenciado en Ciencias Jurídicas; fue delegado jurídico y abogado de Petróleos Mexicanos. Principalmente, es autor de su tesis “El Derecho al Ahorro y a la Seguridad Social como Garantías Individuales”.

Un proyecto totalmente de su autoría y ciudadano 100 por ciento, cuyo fin es otorgar prestaciones de Seguridad Social, incluyendo servicio médico y pensiones, a todos los mexicanos. El proyecto y compromiso social en materia de Seguridad Social, nació la idea cuando, siendo catedrático de la Facultad de Derecho y Criminología de la U.A.N.L., intercambió con sus alumnos el cómo manejar (trasladar) un porcentaje del IVA para los estados y de ahí, surgió la idea de manejar un impuesto que se aportara a la Seguridad Social de manera individual, independientemente de la relación laboral.

“La propuesta no solo va encaminada a la Seguridad Social, sino a fortalecer el gasto interno, el mejoramiento de los servicios de salud, mejorar la recaudación fiscal y dar una vejez digna a todos los mexicanos.”, enfatiza.

El soporte jurídico
Esto conlleva a una reformar el Artículo Cuarto de nuestra Constitución, en que adicione el Derecho a la Seguridad Social al rango constitucional, además de crear una Ley para el Ahorro y la Seguridad Social.

Este proyecto es noble en cuanto a captación de recursos, ya que en el 2009, por concepto de IVA se recaudo 600 mil millones de pesos, que descontando el tres por ciento del impuesto, se captaría para Seguridad Social individual alrededor de 50 mil millones de pesos.

“Su denominación sería la de Impuesto de Aportación de Seguridad Social Indirecto (LASSI) y desde un principio se le puede dar protección social a adultos mayores que no gozan de jubilación”, enfatiza.

Insiste que para ellos, también se debe crear una Secretaría u Órgano Descentralizado que administre los recursos, además de etiquetar, poner candados y dar la mayor transparencia a los recursos que se manejen, que serían destinados para crear hospitales, el manejo operativo de la institución y para pensiones. El nacido en Ciudad Victoria, Tamaulipas, explica que para todo esto, el ciudadano contará con una tarjeta deslizable con banda magnética, del que se usan para débito o de crédito.

El factor fiscal
Al contar con tu tarjeta, vas a cualquier negocio y al hacer un consumo de cualquier tipo que esté gravado con IVA, se deslizará la tarjeta en terminales que contarán estos y el monto correspondiente al LASSI, pasará inmediatamente a la cuenta individual del ciudadano, cuyo control será la CURP.

“Al momento que la población exija que sus operaciones se registren al vendedor, se verá obligado a reportar los demás puntos al SAT, lo que reducirá la evasión y la elusión fiscal”, enfatiza. Esto propiciaría que el comerciante abandone el comercio informal y quedar debidamente registrado ante el SAT. A pregunta expresa de las zonas rurales del cómo puede manejar los negocios un punto de venta, revela que existen terminales portátiles con pilas de manufactura mexicana, en la que pueden estar todo el día haciendo negocio y en la noche, conectarse a una línea telefónica para enviar la información a Hacienda.

En cuanto a las empresas, explica Gómez Porchini, que podrán utilizar como personas morales el sistema, con la salvedad que lo acumulado se empleará un 50 por ciento para pagar sus impuestos y el otro 50 por ciento, se quedará como fondo de garantía en caso que quebrara la empresa y así, cubrir las liquidaciones de los trabajadores.

En cuanto al gobierno, el uso del LASSI, se utilizaría para crear infraestructura de salud, como son hospitales y clínicas especializadas. Recalca que no es una Afore y sería administrada por el estado, “pero si así lo quiere el usuario, puede administrarla el banco de su preferencia, con la salvedad que le cobrará comisión por el manejo de la cuenta”, señala.

En cuanto al manejo de cada una de las cuentas, el maestro en Derecho Constitucional, explica que cada mes llegaría al domicilio del beneficiado su estado de cuenta, para evitar cualquier tipo de suspicacia.

El beneficio social
Este programa, fomentaría el ahorro interno y reactivaría el gasto interno del estado y del país, porque las personas estarían incentivadas a gastar porque saben que es en beneficio de una Seguridad Social para ellos mismos.

Explica que al cumplir un año aportando a la cuenta de Seguridad Social, pueden retirar hasta el 25 por ciento de lo que acumuló, para usarlo como más le convenga.

“Esto también beneficia a los que se dedican a comercio y servicios, porque incrementarían sus ventas. Es un concepto de ganar-ganar en esto”, explica.

Además de los beneficios colaterales como una mejor recaudación, un mejor futuro para los ciudadanos mexicanos en cuanto a la Seguridad Social y crear fuentes de empleo en base a que circule el dinero. Al preguntarle si no podría convertirse en caja chica de los gobiernos en turno, fue contundente al decir que por eso debe hacerse Secretaría de Estado, con mecanismos de transparencia rigurosos y claros.

Propuesta ciudadana
Sin más interés que aportar su grano de arena al desarrollo del país en materia de Seguridad Social, Juan Manuel Gómez Porchini, cree ciegamente en el proyecto porque ahí vertió años de experiencia laboral, en las universidades donde ha estudiado y dado cátedra, además de las valiosas aportaciones de colegas y amigos para darle forma.

Para finalizar, explica que ha tocado puertas por todos lados para dar a conocer las bondades del proyecto y, si bien es cierto ha sido recibido positivamente, no se ha llegado más allá por la dinámica propia de la política mexicana.

Y comenta finalmente: “Se lo di a conocer a Enrique Burgos García, ex gobernador de Querétaro y diputado federal entre 2003 y 2006, le interesó mucho y me dijo que me llamaría para volvernos a reunir”.

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