viernes, 17 de septiembre de 2010

La dicha de ser padre y poder educar a un hijo para construir una mejor nación / Carlos Álvarez Acevedo





A mi padre Carlos Álvarez Reyes y a mi pequeño Diego Álvarez Escobar.




A nivel macro, una nación, desde un concepto sociológico, se construye en diferentes partes y elementos con características comunes que hacen que un grupo de humanos se sientan identificados con símbolos y signos que los unen.


Todos estos elementos y características, como si fueran un rompecabezas, se juntan para crear un concepto ideológico, que puede ser ambiguo, pero que al final, se conjunta en reglas que hacen que funcione la convivencia social.


Cuando las reglas, conceptualizadas y aprobadas por una mayoría, se rompen o no son cumplidas, la nación entra en una inestabilidad que aprovechan los grupos que trabajan al margen de ley, para delinquir, corromper y apoderarse del control del mecanismo social.


En un nivel micro, una pareja se une para tener descendencia y perpetuar la especie. Naturalmente, el hombre protege a su familia y la mujer cuida a las crías. Este trabajo conjunto crea el concepto de familia, que puede ser conceptualizada por lazos de afinidad y/o por consanguinidad.


Este elemento fundamental y natural que es la familia, tiene derecho al acceso del manto protector del Estado-Nación (establecida en la Declaración Universal de los Derechos Humanos). Por tanto, este grupo de personas a nivel micro, conviven con otras familias para lograr lo que a nivel macro se denomina sociedad.


En la sociedad, un líder político se encarga de conducir los destinos de todos los demás miembros que la integran. En una sociedad democrática, el líder puede ser un presidente o primer ministro. En otro tipo de sociedades, hay dictadores, caudillos, monarcas y hasta usurpadores del poder político.


En una familia, el padre o la madre (o ambos), son los encargados de conducir los destinos del grupo micro social de afinidad o consagunidad. Un padre, en muchas sociedades de este planeta es el conductor que dota y subsana las necesidades básicas de los miembros de la familia: calzado, ropa, alimento, salud, diversión, etcétera. Consigue que su familia salga adelante y en un nivel más elevado, puede educar a sus hijos y enviarlos a instituciones públicas o privadas (de acuerdo a las posibilidades económicas) para complementar dicha educación.


Pero el trabajo del padre, no solo consiste cubrir las necesidades básicas, si no en poder subsanar las necesidades del alma y del intelecto. No se le puede llamar padre, al hombre que sólo en un contexto biológico engendra a un ser humano. Se le debe llamar padre, al hombre que educa a un hijo y lo cuida y lo alimenta. Al hombre que le da afecto y respeta a los hijos. Que trasciende como persona y que alienta a la trascendencia a sus hijos.


De mi padre recibí todos esos elementos. Los recibí… y los recibo a manos llenas. Ahora me toca la responsabilidad de dotar a mi hijo Diego de todas las cosas que pueda darle, pero sobre todo, de regalarle lo mejor: enseñarle a ser un buen hombre, un buen ciudadano y un buen patriota.


En circunstancias tan difíciles, como las actuales, con la degradación social y familiar que existe y con la realidad abrumadora de la violencia, de la intolerancia y del odio, lleno de fe creo en que puedo trabajar más para darle un mejor futuro a mi hijo.


Por eso, al construir una nación, al aportar mi grano de arena para que esta sociedad funcione, para que se respeten las reglas, le debo decir a mi hijo, que nunca traicionaré mis creencias y le daré mi voto de confianza al líder que sustente en sus actos, no solo en sus dichos, que demuestre que puede conducir los destinos políticos de México.


A nivel local, le digo a mi hijo, que esté seguro de que las críticas y los argumentos que utilizo en cada uno de mis artículos y de mis escritos, los refiero con sinceridad y con la razón.


Te amo hijo, gracias padre.


"Por profesión, soy un soldado y estoy orgulloso de serlo. Pero estoy más orgulloso, infinitamente orgulloso, de ser un padre". General Douglas MacArthur.




Politólogo, con estudios en el Tec de Monterrey. Consultor en Desarrollo de Medios de Comunicación 2.0, Arquitectura de la Información y Estrategias Electorales por Internet. Director General de Gurú Político: www.gurupolitico.com Director de Agenda Política CEINPOL www.centrodeinteligenciapolitica.com Publica una columna en Eje Central “El Poder de las Ideas”: www.columnas.ejecentral.com.mx/elpoderdelasideas Fue Editor de la Revista Virtual “Centro de Inteligencia Política (CEINPOL)”: www.revistapolitica.com.mx @revistapolitica


Reproducida con autorizacion expresa del autor.

2 comentarios:

  1. excelente articulo,te felicito por pensar de esa manera,saludos desde matamoros tamps.mexico

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  2. Carlos: Un paisano de Matamoros te deja un mensaje muy elocuente.

    Eder: Yo crecí en Matamoros y lo siento como mi tierra. Un saludo desde Monterrey!

    José Manuel

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