domingo, 30 de enero de 2011

Mil voces. Esta boca es mía. Leopoldo Lara.




Hoy he dado un nombre a mi columna. Por cierto no es un nombre inventado, es una frase muy antigua paradójicamente revolucionaria. Espero que el maestro Sabina no ejerza alguna acción legal en mi contra por su uso: Esta boca es mía.

Sin embargo, más allá de lo que yo tenga que decir directamente de mi boca, me parece que lo importante es lo que hay que reseñar. Lo que dicen los demás, lo que pasa en otras partes, lo que pasa entre nosotros y que no recibe atención, lo que somos capaces de lograr, de soñar, de anhelar.

Apenas hace unos diez días, el viernes 21, estuve en la ciudad de México, invitado a participar en un panel sobre Responsabilidad Social en un programa radial de difusión nacional llamado RED EMPRESARIAL. Me quedé sorprendido de cuanto ha avanzado ese tema en el ámbito de los empresarios conscientes de su entorno. Esos que tienen la certeza de que si la comunidad progresa, su empresa será rentable. Una visión comprometida con el desarrollo comunitario y con el de los colaboradores de la empresa.

Fui invitado en mi calidad de Notario que ha impulsado esa práctica en esta ciudad. Yo la verdad pensé que no era para tanto, pero parece que a las organizaciones que le dan valor a esos procesos, resulta de vital importancia lo que hagamos los profesionistas independientes también. La discusión versó entre las diferencias entre la filantropía por si misma (que es lo que hacen quienes colaboran en la Notaría) y la rentabilidad que pueden obtener las empresas al aplicar los valores de la responsabilidad social.

Los conductores: dos especialistas en el tema. Alonso Castellot y Alberto Equihua, de quienes tenemos mucho, muchísimo que aprender, por su capacidad de análisis y su claridad para expresarlo. Ambos comprometidos con la Responsabilidad Social y sus procesos, no sólo desde la perspectiva del empresariado, sino desde cualquier otra organización, incluida el gobierno.

Volví inspirado, con muchos retos, con muchas ganas.

Luego, apenas este viernes pasado, fuimos invitados los miembros de Esfera Ciudadana, A.C. a participar con nuestras experiencias, en una reunión (taller de trabajo) con integrantes de la Fundación Comunitaria de Matamoros, A.C., con la Alianza Fronteriza de Filantropía, A.C. y con Alternativas y Capacidades, A.C. una organización de la sociedad civil que contribuye en la profesionalización de las organizaciones sociales y a la vez de quienes las apoyan con donativos. Gran tema.

Este taller, se realizó con otras organizaciones de la sociedad civil de Matamoros, entre ellas la Fundación Finsa y la propio Canacintra, muy enterados y ocupados en estos asuntos. Nos trajimos muchas experiencias.

Por nuestra parte, tuvimos la oportunidad de explicar lo que en materia de crecimiento del capital social se ha dado en Nuevo Laredo, del fortalecimiento que han tenido no sólo las más de 50 organizaciones que hoy están inscritas en INDESOL y que por tanto reciben fondos de ese y otros organismos de gobierno, sino de las 24 organizaciones que ya son donatarias autorizadas (expiden recibos deducibles) de las que cuatro también pueden ya, expedir esos recibos en el extranjero.

Les dijimos también, que a través de la incidencia de Esfera y de otras muchas organizaciones, logramos ser uno de los once estados en el país en contar con nuestra propia ley de fomento y que en Nuevo Laredo fuimos el municipio pionero en tener un reglamento que permitiera los proyectos de coinversión entre organizaciones sociales y gobierno municipal. En el 2010 Tijuana se sumó también.

Comentamos, que este movimiento ciudadano, fue y ha sido producto de la apertura de los tres órdenes de gobierno, que han apostado a trabajar con la ciudadanía. Que hoy en Tamaulipas forma parte de un eje transversal del Gobierno del Estado y que el municipio ha incorporado a elementos ciudadanos muy valiosos para consolidar este capital.

Les dejamos nuestro ejercicio, tomaron nota, estamos en el mapa.

En diez días: dos grandes experiencias, ambas ligadas con el capital y la responsabilidad social (las dos pinzas para la madurez comunitaria), buscando el cambio de actitudes ciudadanas y de quienes son actores públicos.

Hoy en este espacio, las hago mías, las comparto con ustedes, es nuestra voz, son mil voces,

Leopoldo Lara Puente





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