viernes, 22 de abril de 2011

ACADEMIA MEXICANA DEL DERECHO DEL TRABAJO Y DE LA PREVISIÓN SOCIAL. Lic. Jesús Arturo Vallejo Mauricio.



Hace 94 años, la Ciudad de Querétaro, fue testigo de la reunión más importante de los revolucionarios que se congregaron en el Teatro Iturbide, ahora Teatro de la República, iniciándose los acuerdos que las diferentes fuerzas revolucionarias pretendían se hicieran valer ante el Congreso Constituyente que ahí se reunía, con la finalidad de crear una Constitución más adecuada con el entorno social de aquél tiempo, pero que finalmente fue la más acertada, ya que aún en nuestros tiempos los ciudadanos se ven beneficiados por la ardua lucha, debate y diálogo que sostuvieron nuestros Constituyentes en el tan magna gloriado Teatro Iturbide, la cual se ve reflejado en nuestra actual Carta Magna al ser insertado el capítulo de los Derechos Sociales “Derechos Humanos”.

Ese es un hecho trascedente y de gran relevancia a nivel internacional así como a nivel nacional, ya que se ven beneficiados entre muchos, la clase obrera, que por muchos años estuvo en un estado absoluto de olvido, pasando los obreros hambre, humillaciones, maltratos y lo peor del caso, eran tratados peor que esclavos.

Así como nuestros revolucionarios pugnaron por establecer en la actual Constitución, que nos rige y gobierna, un apartado especial para proteger los derechos y obligaciones de nuestra clase trabajadora, que es la que lleva al final de cuentas que se sostenga la estabilidad del país, a ellos debemos mucho esfuerzo y esmero.

Por muchos años se trabajó para ir dándole a la clase trabajadora más beneficios y con ello más obligaciones, por tal motivo y como fue necesario en su debido momento, se da la coyuntura de hacer posible que los estudiosos, los licenciados y abogados y aquellos interesados, especialistas en materia laboral, se congregaran en un cuerpo académico, al cual se le denominó Academia Mexicana de Derecho del Trabajo y de la Previsión Social, teniendo como principal objetivo, hacer propuestas ante los encargados de hacer leyes y de aquellas instituciones encargadas de velar por los intereses de la clase obrera –los Sindicatos–.

Por tal motivo y a raíz de lo antes expuesto, anualmente se reúne a nivel nacional la Academia, teniendo como sede la 51 Asamblea de la Academia Mexicana de Derecho del Trabajo y de la Previsión Social la ciudad de Querétaro, ya con esta sería la segunda ocasión que nuestra ciudad es anfitriona, recibiendo a asambleístas de todos los estados de la República, comprometidos con el tema laboral, presentando, debatiendo y defendiendo cada uno de los asambleístas sus trabajos, que presentaron en su debido momento ante la Academia, para que al final puedan ser incorporadas al acta final denominada “Declaratoria”, y que en esta edición se denominó “Declaratoria de Querétaro”.

Algo que es muy válido y que Vale la Pena –como diría el Mtro. José Manuel Gómez Porchini- mencionar, es que el Asambleísta que presenta su trabajo, la debate, le da réplica y se vota ante el Presidente, el secretario y los asambleístas de cada una de las Mesas que se instalaron –individual, colectivo, burocrático, Seguridad Social, etc.–, y si pasa en esta primera etapa, se tiene que votar en la sesión plenaria, en la cual el Asambleísta sube a la tribuna para defender su propuesta, se pone a discusión y se hace la denominada votación, que se hace con todos los asambleístas, los cuales decidirán si la aprueban o la rechazan.

A lo cual me es de mucho agrado mi estimado lector, poderle hacer de su conocimiento que en esta edición de la Academia, he tenido la suerte de poder ser togado por los altos mandos de la Academia y así poder formar parte de los Académicos de Número, dicho mérito no hubiera sido posible, si el Mtro. José Gómez Porchini –Académico de Número–, ahora mi padrino, no me hubiere dado su confianza y su voto a favor para lograr tan Magna mención. A mi nuevo padrino, le doy las gracias por seguir confiando en mi persona, para lo cual me comprometo a no defraudarlo y servir para las obligaciones que dicha Academia me confiere.

Esperando que las anteriores líneas sean de su agrado, espero sus comentarios.




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