miércoles, 20 de abril de 2011

LA REFORMA LABORAL, ¡OTRA VEZ LA BURRA AL TRIGO! Dr. Arturo Fernández Arras

LI ASAMBLEA NACIONAL DE DERECHO DEL TRABAJO

Y DE LA PREVISIÓN SOCIAL


Querétaro, Qro., 17 - 20 de abril de 2011


LA REFORMA LABORAL, ¡OTRA VEZ LA BURRA AL TRIGO!


Dr. Arturo Fernández Arras

Universidad Nacional Autónoma de México, México.



1.- Problema


En México la crisis ha sido un fenómeno recurrente. Desde hace aproximadamente cuarenta años, se inició un proceso de destruacción de la estabilidad económica y durante el gobierno del Presidente José López Portillo se celebraron las primeras cartas de intensión que permitieron la intervención del Fondo Monetario Internacional en la toma de decisiones de la política económica en nuestro país.



Esto se vio reflejado en el modelo de relaciones laborales y en la política sindical; los trabajadores vieron disminuidos sus ingresos reales y el abatimiento de su capacidad adquisitiva, poniendo en riesgo su salud; y los sindicatos perdieron eficacia.



Después de 1931, la Ley Federal del Trabajo ha sufrido dos reformas: una integral en 1970 y, otra en el terreno procesal en 1980 pero que destruyó la eficacia de las coaliciones de trabajadores.



En los últimos veintidós años los Presidentes en turno, han intentado sin éxito, todavía, reformar la Ley del Trabajo.



Se han presentado 335 propuestas y, la que se pretende imponer desde el poder presidencial, es la del Partido Acción Nacional del 18 de marzo de 2010.



El argumento es que, la actual Ley laboral mexicana constituye un obstáculo al crecimiento, desarrollo y a la generación de empleos y resulta impostergable una reforma que los genere y que resultan necesarios para que se supere el atraso.



En cambio, otros (los más) afirman que en realidad, la propuesta de reforma encierra mecanismos tramposos para consolidar formas de trabajo que representan a un modelo que ha evidenciado su incapacidad, no sólo para resolver los problemas mayúsculos de la sociedad mexicana, sino la nula promoción de generación de empleos, pues nuestros empresarios, han llegado al límite y quien puede crear fuentes de trabajo, es la inversión extranjera directa; pero ésta, requiere una ley laboral a modo, es decir, blandita, maleable y además, con trabajadores baratos.



En consecuencia, sólo nos queda plantear si la Ley Federal del Trabajo debe ser reformada; o esta iniciativa, se presenta en un año de crisis y cuando empieza la definición de un largo proceso electoral rumbo al 2012, pues el Pártido Revolucionario Institucional, presentó también este año una propuesta de reforma laboral que, finalmente retiró de la discusión políca.




2. Antecedentes



Esto de la reforma laboral no es asunto nuevo, afirmó en 1988 el Presidente Carlos Salinas de Gortari que lucharía por recrear el marco jurídico laboral para dar cobertura y suficiente agilidad en la interpretación y aplicación de la misma e insertar a nuestro país en el concierto de “las grandes ligas” del mundo desarrollado. Aunque se constituyeron comisiones, esta idea no prosperó; como tampoco a través de los años, han tenido éxito las 334 propuestas e iniciativas más que se han formulado.



A partir del año 2000, el Partido Acción Nacional, asume el poder del gobierno federal y reinicia con intensidad la fiebre reformadora laboral; hasta sumar hasta ahora 335, con un común denominador: nunca se ha consultado a los destinatarios, trabajadores y patrones, para la clase polítoca sólo cuentan para la obtención de votos.



Durante el año 2010, fueron presentadas varias propuestas de reforma laboral: el PAN, el 8 de marzo; el PRD, el 29 del mismo mes; y el PRI, por conducto del Diputado Amador Monroy, proponiendo partir en dos a la Ley Federal del Trabajo y convertirla en dos “códigos”: uno, como Código Federal del Trabajo y otra parte, como Código Federal de Procedimientos del Trabajo, denominaciones que ya son viejas y que por improcedentes fueron rechazadas en 1998 (aunque esto, el Diputado Monroy lo ignora).



Los diversos partidos políticos, ya han anunciado en su agenda para este periodo de sesiones de 2011 del Congreso de la Unión (de manera especial en la Cámara de Diputados), trabajar de manera enjundiosa en la Ley Federal del Trabajo y reformarla para generar más y mejores empleos “dignos de los mexicanos”.



El PAN abre el camino y, el PRI como siempre esconde sus cartas (le hace propuestas) hasta en tanto no tenga elementos de negociación ventajosa, que le reditúen beneficios electorales, pues aunque presentó el 10 de marzo su última propuesta de reforma laboral, que no aparece como punto en su agenda legislativa, retirándola sorpresivamente el pasado 12 de abril para realizar "consultas" a la sociedad.



Lo anterior, nos obliga a pensar que, como siempre, las cúpulas políticas practicarán el juego de utilizar a los trabajadores como costal de papas a ver quién da más para efectos electorales.





3. Situación actual de la Ley Laboral



En los últimos veintidós años las propuestas más trascendentes han sido la del PAN en 1995, la de la UNT-PRD en 1988, la propuesta unificada de las cúpulas patronales y del sindicalismo corporativo y de la Secretaría del Trabajo en julio de 2002.



Es posible que la necesidad de reformas se justifique, puesto de la Ley Federal del Trabajo actual, que en apariencia tiene 1010 artículos según se vea el número final; sin embargo, en realidad tiene 1073, lo que la convierte en la ley laboral más grande del mundo y también la más confusa.



Por tanto, debemos pensar en una ley sencilla, entendible por todos, aplicable para todos, en la que tenga preeminencia la lógica y el sentido común, pero sobre todo, que sea eficaz.



Para ello, es fundamental que la clase política consulte a los destinatarios de la Ley, es decir, a los trabajadores y patrones y de éstos, en especial a los pequeños y medianos empresarios, que son quienes generan el 97% del empleo en el país.



Mientras esto no ocurra, las leyes serán mentirosas, pues no responderán a la realidad social que pretenden regular y serán, por tanto, ineficaces.



A la iniciativa del PAN, se adhieren los empresarios, los abogados de empresas, que buscan una nueva Ley a modo, que facilite y les permita, someter el trabajo a una explotación mayor, obviamente, abaratando el costo del depido de los trabajadores.



Los que la rechazan, que son los partidos opositores al PAN, sindicalistas independientes y académicos se han pronunciado en torno a la iniciativa de reforma laboral, manifestando que ésta obedece a un plan programado que sería irresponsable calificarlo de ingenua, o bien, producto de la ignorancia.



Más bien, estamos convencidos de que es una provocación, ya que a sabiendas de que será rechazada, tiene por objeto culpar a los que se opongan a esta reforma de la falta de empleo, del estancamiento y de la miseria de la población. La propuesta es tan perversa, que el actual gobierno pretende culpar a la propia sociedad de los problemas que el gobierno ha sido incapaz de resolver, entre ellos la pobreza, la indigencia, la falta de educación, el desempleo y la situación general de crisis, por oponerse a una reforma laboral “que de aprobarse vendría a resolver” todos estos males.



De manera especial, las iniciativas del PAN y del PRI (aunque estén en calidad de espera) pretenden:



Promover la precarización.

Establecer el pago por hora.

Promover los contratos temporales.

Auspiciar el despido libre y barato.

Desaparecer la estabilidad en el empleo.

Suprimir la justicia laboral para los trabajadores.

Mantener (sin decirlo) los mismos vicios de injusticia laboral.

Suprimir de plano el derecho a la contratación colectiva.

Impedir en realidad el ejercicio, la libertad y eficacia en los sindicatos.

Limitar el derecho de huelga.

Confirmar la ineficacia de la figura de la Coalicion.

Desaparecer a los sindicatos gremiales

Mecanismos que hacen imposible cambiar de. sindicatos.

Ratificar la impartición de la justicia laboral bajo la dependencia del poder ejecutivo.

Auspiciar la eficacia y permanencia eterna de los líderes sindicales corruptos pero “amigos”.



Las iniciativas además de pretenden legalizar las subcontrataciones y el fraude laboral; se engordan artificiosamente el articulado existente sin sentido alguno y se implementan medios para que los trabajadores jamás logren tener acceso a sus derechos.



Las propuestas representan la venta de la seguridad a los inversionistas extranjeros de que en México se puede explotar a los trabajadores y disponer de ellos casi sin riesgo y costo alguno; pues cuando las empresas pierdan los juicios laborales por despido de los trabajadores, únicamente tendrán que pagar seis meses, con un año según el PRI, de salarios caídos, aunque el proceso laboral dure veinte años.



Se utilizan medios tramposos de encuestas en las que se afirma que el ochenta por ciento de los mexicanos apoyan la reforma (en México tenemos 36% de analfabetismo) y, siendo la fuente la Secretaría del Trabajo, y Previsión Social, hace sospechar que se está ante una encuesta amañada.



Por tanto, si bien es cierto que la Ley laboral mexicana ha sido rebasada por los acontecimientos sociales, o bien, en realidad nunca ha estado a la altura de los acontecimientos, sin duda que requiere una reforma profunda e integral y en consecuencia, se debe considerar que las leyes en cualquier país del mundo tienen destinatarios y en el presente caso, el Estado Mexicano tiene la responsabilidad de consultar a los destinatarios que son los patrones y los trabajadores.



En otros foros, hemos planteado que si se trata de reformar la Ley Federal del Trabajo Mexicana, la metodología para lograr una legislación laboral equilibrada debe tomar en consideración puntos de conflicto a resolver y proponemos se ponga a debate y consulta con los interesados, fundamentalmente:



1. Eliminar el trámite de registro sindical y de la autorización de las directivas sindicales otorgada por la autoridad laboral.



2. Establecer el Registro Público de Sindicatos y Contratos Colectivos. Mediante un organismo público y autónomo del Poder Ejecutivo.



3. Respetar el derecho de los trabajadores de pertenecer o no a un sindicato, sin ningún tipo de hostigamiento, discriminación o persecución a la disidencia sindical, que el Gobierno Mexicano cumpla cabalmente el Convenio 87 y ratifique el Convenio 98, ambos de la Organización Internacional del Trabajo.



4. Promover la reforma para la elección de las directivas sindicales por voto universal, directo y secreto.



5. Ampliar la competencia de las Comisiones de Derechos Humanos, para incluir la materia laboral.



6. Garantizar la igualdad de derechos de los trabajadores ante la ley. Derogar el Apartado “B” del artículo 123 Constitucional, que regula de manera discriminatoria a los trabajadores burócratas haciéndoles nugatorios sus derechos fundamentales. Así como todos los reglamentos de excepción. Hacer también realidad la plena igualdad de género en el mundo del trabajo.



7. De manera especial, derogar en México el artículo 34 de la Ley Laboral, pues permite que los sindicatos supriman derechos de los trabajadores al amparo de este dispositivo.



8. Las huelgas por la defensa de los derechos y, los Conflictos Colectivos de Naturaleza Económica deben promoverse por los trabajadores (vía coalición) en ausencia de sindicatos o de su líder.



9. Derogar los artículos 448, 923, 932 y 938 de la Ley Federal del Trabajo por ser absurdos y agraviantes al sentido común y a los Derechos Humanos, pues a través de ellos se violan derechos fundamentales de los trabajadores, permitiendo el despido de manera gratuita para las empresas.



10. Incluir los casos de responsabilidad y formas de sanción para los Presidentes Titulares de las Juntas de Conciliación y Arbitraje, porque se han convertido en verdaderos delincuentes por la impunidad legal, en virtud de que al legislador se le olvidó establecer sanción alguna en los casos en que dichos funcionarios violen la Ley.

11. Para lograr lo anterior, será. Posible solo en la medida en que participe la Sociedad Mexicana en su conjunto.

2 comentarios:

  1. Excelente Nota. Lo Felicito y me quedo con este comentario "Por tanto, debemos pensar en una ley sencilla, entendible por todos, aplicable para todos, en la que tenga preeminencia la lógica y el sentido común, pero sobre todo, que sea eficaz." ya que considero que es una realidad lo obsoleta, enorme y confusa que es nuestra ley vigente en materia laboral, y mas aun despues de leer su nota. FELICIDADES. Atte. Lic. Aaron Rmz

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  2. Excelente comentario, yo agragarìa algo màs a los 11 puntos de propuestas de reformas a la LFT, "SI UN JUICIO LABORAL SE EXCEDE DE UN AÑO O AÑO Y MEDIO, QUE LAS PRESTACIONES RECLAMADAS EN LA DEMANDA LABORAL, CORRAN A CUENTA DEL ESTADO". Atte. lic. Reynaldo V.F.

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