jueves, 28 de junio de 2012

100 años del Huapango de Moncayo. Miguel Velasco

El Huapango de Moncayo 

Mañana se celebrarán 100 años del natalicio de uno de los compositores sinfónicos más grandes que ha tenido México: Pablo Moncayo. 
En ese marco, su fantástico Huapango, que al oírlo nos remite a tantos pasajes de nuestro hermoso país, lleno de gente noble, de optimistas que a pesar de décadas en que nos han querido casi matar de tristeza de ver cómo manejan esta hermosa nación políticos y gobiernos sin escrúpulos, nos inflama el pecho no de un patriotismo estéril y barato, sino de un amor a la tierra que nos vio nacer, amar, desarrollarnos y por qué no, quizás ahora en el futuro inmediato adueñarnos pacífica y cívicamente de este país nuestro. 
Porque si alguien puede hacer un México ganador, grande ante el mundo, no son los políticos, eres tú, sí, tú que no eres parte de la corrupción en ninguna medida, tú que amas y eres solidario con tus vecinos, amigos y familiares, tú que innovas en lo que sea, tú que emprendes aunque nadie te ayude, tú que creas, tú que respetas, tú que dejas la ignorancia, tú que apagas la tele, tú que ansías aprender, tú que eres un mexicano como ningún otro, porque tú eres presente y futuro, tú eres en ti, todo lo posible de México. 

sábado, 23 de junio de 2012

¿Gabinete de talentos?, Temas de efervescencia. Mgda. Irene Ruedas Sotelo.


 
Estoy casi segura de que en estos días,  gran cantidad de mexicanos, sufre, una especie de asma con solo ver un nuevo mensaje de propaganda electoral,  escucha o lee una nueva opinión, o recién estrenado punto de vista acerca de  la moribunda contienda político electoral o cualquiera de los   competidores.

Pido al cielo, que aquélla no sobreviva su periodo legalmente natural de vida y tengamos que padecer su resucitación, por lo que resta del 2012 y más allá.

De acuerdo con el  marco de la ley de la materia y  en honor a las elementales reglas de la buena crianza, el comportamiento de los participantes, debió ser,  durante cada etapa de su desarrollo, ejemplo de civilidad; respetuosa entre ellos,  en su fuero interno y hacia la vista, el  oído e inteligencia de los presuntos electores.

Sin embargo, salvo mejores opiniones, hemos atestiguado su degeneración en un genuino combate, en una despiadada riña, auténtica guerra y feroz concurso por el primer sitial y mejor calificación en lanzarse mutuas flechas de cieno, basura, desprestigio, descubrimiento o fabricación de “pecadillos” personales y o familiares,  todo con el afán de pulverizar honra, imagen o prestigio entre los adversarios.

Se supone que empleando semejante estrategia, es decir,  ”abofeteando” al vecino con la divulgación de sus debilidades, mágicamente las del agresor se  diluyen, se minimizan o de plano se transformaran en perfección y mesianismo. Tal fenómeno mutativo, pienso, es absolutamente utópico.

Mis reflexiones surgieron, cuando en una empresa de comunicación radiofónica cualquiera, algún conductor estuvo machacando: por una parte, que el hecho de que uno de los presuntos elegibles a ocupar la primera magistratura de nuestro país, diera a conocer que a su arribo a la silla Presidencial, conformaría su gabinete administrativo gubernamental, con un equipo de eminencias nacional e internacionalmente conocidas y reconocidos, talentos de indiscutible prestigio intelectual y ético, genios del saber, etc., garantiza a los mexicanos todos, una actuación irreprochable.

El comunicador a quien le escuché el anterior comentario, lo percibí contradictorio, ya que además especula, que esa intención, públicamente difundida, constituye solamente una táctica desesperada por llegar a la anhelada meta y dejar al resto de los competidores sin el preciado galardón, -que es el objetivo de todos ellos y  sus mayúsculos  esfuerzos-

Independientemente de que ese sea el propósito del elegible;  propósito, que es en principio idéntico al del resto, la pregonada oferta de constituir un gabinete de gobierno con personajes de excelencia intelectual, por sí solo, no lo dudo, puede resultarle efectivo, entre millones de mexicanos sin memoria histórica o con bajo nivel de preparación política e intelectual; creo, serían esos los  seducidos con aquella promesa y es muy posible, se inclinen a otorgar su voto a favor del oferente.

No obstante, estimo, que un considerable número de millones de mexicanos, no se va a dejar subyugar, con ese solo anzuelo.

Quienes oscilamos  entre veinte y sesenta años de existencia física; recordamos perfectamente, que durante la, que nacional e internacionalmente ha sido calificada como la dictadura más perfecta del planeta, el partido que la protagonizó, estaba plagado de hombres y poquísimas mujeres de muy alto coeficiente intelectual; mentes privilegiadas, preclara capacidad cognitiva, superdotados, verdaderos genios y…

¡ Mexicanos!, cómo fuimos transitando de crisis en crisis, de devaluación en devaluación, de degeneración en degeneración, en vertiginoso aumento del fenómeno de la corrupción que todo lo corroyó, todo lo invadió y  arrasó; cómo creció la pobreza y aumentó el analfabetismo, la ignorancia, la improductividad en los medios rural y urbano, la acumulación de la riqueza en pocas manos, el acopio de monopolios, el ejercicio del sindicalismo desvergonzado, el incremento en los niveles de inseguridad, enfermedades y mortandad infantil y de mujeres en embarazo y parto, por pésimos servicios de salud o de plano por falta de acceso de millones de compatriotas a aquéllos; el rezago en los avances científicos y tecnológicos y… ¿le dejamos ahí? o le seguimos…

Entonces, yo me pregunto, como ciudadanos, como simples mortales, ¿qué obtuvimos con que esos gabinetes, -de la dramática historia del México post revolucionario y principios del  modernismo-, hayan estado constituidos por seres desbordantes de lucidez intelectual, sabiduría, sapiencia, etc.?

Esto, por sí solo, nada significa, cuando está ausente la sana intención de cumplir a cabalidad las promesas de campaña; cuando no coadyuvan con la inteligencia: el espíritu de servicio, el propósito de impartir justicia en el más amplio sentido socio económico y filosófico del concepto; cuando el que alcanza la ansiada meta de la primera Magistratura y la totalidad de su equipo administrativo, no  se coordinan armoniosamente en la voluntad y acción de hacer su función, exacta y precisamente como el pueblo requiere y merece; cuando  se utiliza la posición como un privilegio que los entroniza y los vuelve intocables e inalcanzables para el simple mortal y sus más apremiantes necesidades. 

También decía el referido locutor radiofónico, cuyos puntos de vista llamaron mi atención, que él estimaba “injusto” que para constituir el gabinete gubernamental del régimen que está a punto de nacer (2012/2018), se prescindiera de tanta gente bien intencionada que de diversas maneras colaboró al éxito de la campaña de quien resulte electo como primer mandatario del país.

Ese juicio, discúlpenme, sí que me causó, por decir lo menos, sorpresa. ¿Será posible que un mexicano con un buen nivel cultural, piense, que los operadores de las contiendas, digamos “la tropa”, por el solo hecho de haber pasado trabajos, hambres, sed, desveladas, insolaciones, cansancio, etc., durante los meses del proceso pre electoral, merezca como recompensa, formar parte del equipo de administración gubernamental del futuro Presidente?

¡ Ahí, precisamente está el detalle, dijo Cantinflas!, que muuuchos, de los llamados “colados”, por sólo haberse esforzado, de la forma anteriormente mencionada, sienten que alcanzan “el pase automático” al equipo del favorecido con el voto mayoritario y lo más triste del caso es, que aunque carezcan de las mínimas cualidades para desempeñar un papel, ya no digamos digno, ni siquiera decoroso, son ingresados a la nómina del Gobierno Federal y de los organismos descentralizados de aquél y válgame, pero si para eso exactamente se castigaron las espaldas con las duras jornadas de la campaña y por ende, con ese pasaporte, llegan ávidos de descanso,  vacaciones, diversión, entretenimiento y  ¡ni quien se acuerde de los votantes!.

En resumen, considero que ni un futuro Presidente de primera, ni un gabinetazo conformado por “cerebritos”, será la panacea para que el pueblo de México deje esa degradante involución en la que vemos que sexenios van, sexenios terminan y seguimos sumidos más y más hondo en el hoyo, de la pobreza a la miseria, de la ignorancia al analfabetismo moral, de la simple violencia callejera, a la más perversa de las criminalidades a la alta escuela.

La esperanza de redención socio cultural y económica, radica, según creo, en que cada mexicano, hagamos nuestra tarea, con respeto, con dignidad, con honradez, con sentido de solidaridad; como quien dice, aplicando el adagio popularmente conocido de: “zapatero a tus zapatos”.

Que el niño juegue, crezca y sea enseñado a amarse y a vivir en plenitud; que el estudiante estudie; que el obrero, trabaje; que el campesino labre la tierra y obtenga el producto que mejore su calidad de vida.

Que el maestro enseñe, no únicamente números y letras, sino transmita la inquietud por el desarrollo del pensamiento; que el burócrata, sea cual fuere su nivel de escalafón, SIRVA al pueblo; que el profesionista dignifique el ejercicio de su privilegiado estatus.

Que los padres se ocupen más de proveer a sus descendientes, de una actuada escala de valores y  los preparen, con su ejemplo a vivir en armonía, comunicación y tolerancia; que los entrenen  para ser felices y  para aspirar, más a ser que a tener.

Porque se ha dicho hasta el cansancio, que si un sencillo limpiapisos, se afana por ser el mejor en su ramo, igual que un mecánico, el carpintero, electricista o fontanero; si nadie busca capitalizar sus “derechos”, despojando al vecino de los suyos.

Si en suma, si todos bailamos el mismo ritmo y entonamos la misma melodía; no habrá partido político ni funcionario capaz de seguir simulando que cumple, cuando en realidad, se aprovecha del cargo para saquear las empobrecidas bolsas de los cada vez más pobres.

Concluyo, citando un pensamiento de uno de los Filósofos más excelsos, expositor preclaro de la filosofía universal, que dice: “La obra maestra de la injusticia, es parecer justo sin serlo” (Platón, nacido 428-427 A. de J.C.).

Antes de irme, expreso a los mexicanos todos, mi más ferviente y esperanzador deseo de que esta vez, las elecciones Federales 2012 y la Estatales y Municipales que se desarrollarán el primer domingo del mes de julio del año en curso, sean el real comienzo, de la real DEMOCRACIA MEXICANA. He dicho.


Junio 2012                                  Irene Ruedas Sotelo.

domingo, 17 de junio de 2012

COMUNICACIÒN EPISTOLAR CON MI PADRE. Irene Ruedas Sotelo



Adorable Papacito:

Yo tengo la certeza emocional de que después de tu penoso peregrinar mundano, llegaste gozoso a la tierra prometida y por fin vives en la plenitud del cielo que no te fue posible conocer durante tu paso por esta dimensión, en la que permanecemos laborando aún los cuatro hijos tuyos, con los que tu compartiste tus desgracias y escasas, muy escasas épocas floridas.

Compareciste, hace ya tiempo, ante el Divino Padre y seguro te acogiste a su piedad suprema, y Él, sin duda, con su universal misericordia, escuchó amorosamente comprensivo, el relato de tu padecer terrenal, es decir, un rosario  de sinsabores,  tu agonía, amargura,  desolación, y congojas.

El corazón me dice, Papacito, que has sido por nuestro Dios ya absuelto, porque Él cuya sabiduría es eterna e infinita, a no dudar,  tuvo que descifrar, discernir y entender, el origen de tu intenso sufrimiento.

Si ÉL, que es nuestro Creador Sagrado, no te condenó nunca, cómo hacerlo Yo, que soy fruto de tu mas patente y absoluto acierto al darme la VIDA, porque con ello, Padre, me otorgaste, una sublime oportunidad de realizar en lugar tuyo, todo aquello para lo que a ti jamás te prepararon; con esa gracia de vida que tú me concediste, se evitó la huida de mis esenciales deberes; se propició mi lucha por cultivar la autoestima; ésa por cuya ausencia en ti, tu te dañaste y me excluiste de tu vida, por muchos, muchos años; pero esto vino después de asegurarte, que me dejabas libre para ir al encuentro de esos seres que en su calor humano me fundieron, que en su incondicional abrigo me ampararon y en su excelso ejemplo me forjaron y así, con dignidad soberana y refinada el vacío de ti saciaron; no me tiraste en una calle cualquiera, Padre, ni en un bote de basura me volcaste, tampoco en un asilo me aventaste, elegiste el mejor sitio: un techo y un piso firmes; brazos ávidos de darse; una escuela espiritualmente de lujo, para el aprendizaje de básica disciplina  y saludables hábitos,  de crecimiento emocional más que físico; en  nutritiva cultura de decencia, de gratitud, de solidaridad humana; aprendizaje en esa escuela, Padre, de los binomios perfectos: trabajo y honradez; esfuerzo y sacrificio; recibir y dar; sembrar amistad y nunca defraudarla; ser leal y humilde; sencilla y refinada. Por cierto, también me entrené Querido Padre, para adoptarte como modelo, en tu gusto por el canto, música,  poesía, teatro y  baile.

Pienso que te superé Padre Querido, en mi estrategia recientemente estrenada, consistente en  evitar auto compadecerme a través de la risa; elegí reírme, sanamente de mi misma y mis desastres. A ti te oí reír,  ¡tan pocas veces!,  pero no te preocupes, ya que yo ejerzo naturalmente, el arte de la alegría, la risa, el buen humor y el sainete.

Tú en tu medio social te distinguiste, Padre, por tu vena de cantante lírico, nato; ¡esa voz tuya!, un privilegio oírte; lástima que no te decidiste a divulgarla, porque yo auguro, Don José (así te gustaba ser llamado), que muy distinto hubiera sido tu destino.

De tu selecto repertorio Padre, formaban parte, según recuerdo, bellísimas canciones por ti genialmente interpretadas; por ejemplo: “Cuesta Abajo”,  “Volver” y “Caminito” de Carlos Gardel; “Lisboa Antigua” de Valente Pastor y “Júrame” de María Grever, entre otras muchas y todas bohemias, como tu vocación y tus mil y una habilidades, sorprendentes a virtud de que tu solito descalificaste tu coeficiente intelectual, cuando con desmedido disgusto, te rehusaste a continuar tu escolaridad, pese a tener en casa, en la persona de tu esposa, la más dispuesta y amorosa maestra.

Aún así, Admirable Padre, autodidácticamente logrado, dominaste un sinfín de oficios, carpintero, electricista, fontanero, hojalatero y cocinabas regio, lástima que en todo te faltó perseverancia.

Otra virtud tuya, Padre, haberte rehabilitado para una vida normal, después de que la luz de tus ojos se extinguiera para siempre; tu rehabilitación fue tan completa, que en esa condición de invidente, aprendiste a tocar, diría yo magistralmente, la guitarra que fue para ti y para mi, tu pasmada oyente, motivo de orgullo y de deleite.

Tu vida Padre, no fue un fracaso, ni un fraude, ni un permanente error como tú, te calificaste. No fuiste el hombre que mira acercarse el final de su trayecto humano, con las manos vacías, marchita la parcela y el jardín languidecido. El deslumbrante brillo de tu andar aquí lo tienes, en mí, en tu Hija, en tu espejo, soy VIDA, soy Amor, soy entusiasmo, alegría de existir, creatividad, arsenal de sueños y esperanzas, de fe creciente y de añoranzas; pueril a veces y a veces indecisa, pero muy a menudo, valiente, siempre amistosa, descubridora de que la felicidad  la traigo encima como capa de reina y coquetuela y  también mezclada con mi sangre, en el interior donde nadie, aquí entre nos, ha conseguido destrozarla; y TODO, TODO viene de Ti, soy la semilla que tu plantaste con éxito, porque también te aseguraste de darme por MADRE, la mujer más sabia, amorosa,  valiente y abnegada, más tierna y entregada, que sobre la faz de la tierra pudiste haber encontrado.

No quiero irme a la cama Papacito, sin descargar mi conciencia y emociones; tengo que confesar, Querido Padre, que te lloré, te lloré mucho cuando aún vivías; lloré el vacio de ti, tu indiferencia, tu incapacidad de acercamiento, la ausencia de tus caricias, abrazos, ternuras y besos, que mi piel no recuerda, que mi niñez de ti no tuvo. Que paradójico, Padre, hoy no me duele tu muerte física, me regocija y alimenta tu presencia energética, porque aquello que te sufrí, tu ausencia, acabó por tomarme de la mano y conducirme al sendero invadido de fragancias y colores; al encuentro de bellísimos amores con el alma construidos y no con los carnales que a ti, tanto te dañaron; ni aquellos desbordados que a autodestruir tu salud finalmente te llevaron; yo aprendí a edificar amores de esos que a levantarse enseñan, que al crecimiento invitan y el espíritu engrandecen.

Sin embargo, al fin comprendo que mucho tu sufriste: Tuviste carencias, vacios, ausencias, desgracias, pero no defectos, ¿Cómo puede considerarse con defectos un ser humano que dio VIDA, que brindó mi posibilidad de SER y punto?

Un día inolvidable, pero que ya no lacera, Padre, detrás de una puerta solo entre abierta, te escuché lamentarte de tu estéril vida, de tu árido suelo, de tu cielo sin sol, desértico de estrellas; en ese entonces, fui Yo incapaz, (tenía solo once años), de comprenderte; porque sentir que te considerabas NADA, al infierno de tu nada me sentí arrojada; ahí comenzó sin saberlo mi lucha, mi reto y mis afanes por transformar tu nada y mi nada y nuestra nada, en una historia nueva, de amor y de victoria, de vocación, creadora de luz, de calor y de sonrisas; conquistadora de manos que estrechan, de corazones que abrazan, de almas que besan con los ojos, de amigos que estrechan con ternura, de lunas llenas, de espacios húmedos de lágrimas celestiales que nuestro Dios esparce para mutar semillas y retoños, en una permanente fiesta, en un banquete que sacia el apetito de las musas mas exigentes y sus princesas-

Hoy Día del Padre, con el alma a punto de explotar de contenida dicha, me enorgullece ser TU HIJA. Me cuesta despedirme, pero he de apurarme y lo hago con mi amorosa conclusión que es, Padre: TU VIDA PARA MI FUE VIDA; TU MUERTE HOY, PARA TI Y PARA MI, ES VIDA.

Gracias

Gracias

Gracias…


jueves, 14 de junio de 2012

LOS CONTRASTES,… SIEMPRE LOS CONTRASTES… Irene Ruedas Sotelo.



¡Qué contradicciones, Señor, qué contradicciones! 

Ellos, los contendientes, obsesionados con su TRIUNFO; decididos a GANAR, cueste lo que cueste, un espacio en la contienda electoral 2012; enfrascados en una pugna poco higiénica, por decirlo de manera educada; desquiciados porque el tiempo no posee elasticidad y en cambio se les derrite como sucede con un helado de fresa, en esta época, de elevadas temperaturas.

Hace algunas semanas, prescindí de mi muy arraigada costumbre de escuchar noticieros radiofónicos, que en honor a la verdad, siempre me parecieron más aptos para dar rienda suelta a la imaginación; por lo menos en cuanto a la expresión facial de los conductores, cuando dan a los radioescuchas malos, buenos o regulares informes del acontecer en nuestro país y localidades en las que cada quien reside y cuando muy de vez en cuando obsequian un suceso humorístico o estimulante.

La razón por la que me abstuve semanas de encender la radio y opté por comenzar mis rutinas cotidianas con otras audiciones menos trilladas, fue que mientras yo estaba HARTA de escuchar las grabaciones de mensajes de los personajes que participan en la pugna por la Primera Magistratura del País, por diputaciones federales y senadurías, en cuyo orden de repetición ya estaba más que familiarizada, igual que con los contenidos; me desentiendo de ellos unas semanas y al volver a oír radio, me percato de que YA SE ESCUCHAN ENRONQUECIDOS y, me pregunto, ¿será que la competencia va encaminada a ver quien grita más fuerte, quien promete más hazañas o quien dice más disparates en más corto tiempo? o ¿Será que están probando quienes de los posibles electores poseen mayor resistencia a esa despiadada campaña, de la que yo creo, no soy la única que está hasta la coronilla?

He aquí donde sitúo la contradicción, mientras, ELLOS, quisieran ampliar el tiempo límite que irremediablemente se agota; extenderlo, como si se tratara de una gran porción de harina con levadura, expresamente preparada para agrandar el tamaño de la base para hornear una maxi tarta de fruta; NOSOTROS, los presuntos electores, quisiéramos que el “tormento chino” de la incertidumbre, terminara hoy, dentro de quince minutos, para que de una vez por todas nos hagamos a la idea de que nos volvieron a contar el mismo cuento… y por qué no, para empezar a ahorrar e irnos a vivir al Himalaya o por aquellos rumbos en los que si nos tratan como despojos humanos, carne de cañón, analfabetas, crédulos, masoquistas, etc., nos quede el consuelo que no es razonable esperar que en “tierra ajena” nos traten como Reyes, como hijos pródigos, vamos, ni siquiera con humanismo; lo verdaderamente perverso va a ser, que en nuestra CASA, en nuestra tierra, los que nos han llamado “hermanos”, “hijos”, “único y sagrado símbolo de todo el esfuerzo invertido en las campañas”, “amigos”, “tesoritos”, “niños dioses”, etc., nos vuelvan a dar por otros añitos, las “sobrinas de su banquete”, de ese banquete por el que han luchado y para el que han vivido, ¿desde cuándo?, ya hasta amnésica me dejaron, porque en realidad, ni recuerdo, ni quiero recordar, desde cuando, ¡Mexicanos unidos¡, estamos recetándonos esta amarga medicina.

¿De dónde mi pesimismo?, mejor sin detalles, porque si se los platico, no alcanzaremos ni de tiempo ni de kleenex, se acaba el sexenio dos mil doce dos mil dieciocho y seguimos enumerando…

Solo daré una muestra y conste, no tengo nada en contra de ninguno de ELLOS como seres humanos; ahí les va: Ayer por la mañana, escuché varias veces en una radiodifusora local un “mensaje” que dice: “Soy la mejor opción porque no ofrezco regresar al pasado…”. De acuerdo con lo poco que se (corríjanme expertos, por favor), una debida construcción gramatical debió expresar: “Soy la mejor opción, porque ofrezco, no regresar al pasado…”. ¿Será lo mismo?

Más de una docena de lectores, sin duda dirá ¿y eso que tiene que ver? Aclaro, no soy perfeccionista y estoy muy lejos de conceptuarme “perfecta”, pero, en primer término, yo no aspiro a regir los destinos de más de un ciento de millones de mexicanos y soy consciente de que suelo equivocarme y a cada rato; todos tenemos media hora de atarantamiento cada día, y yo, lo confieso, soy una abusiva; pero no es el caso.

A mí lo que me preocupa, es pensar, en que si para el logro de la más grande de las metas a la que las campañas apuntaron, no se ha tenido acierto, diligencia, esmero y pulcritud en la elección del equipo de colaboradores suficientemente calificados, cuidadosos, comprometidos y respetuosos de los destinatarios de la labor que se les ha encomendado; ¿qué puede esperarse, si de la misma forma se seleccionan los dirigentes de las distintas dependencias y ramos de la administración pública que se pretende ejercer?, ¿Cómo le irá a Juan Pueblo, en RESULTADOS? ¿Significa que van a aprender sobre la marcha, como quien dice, echando a perder? Así lo hacen para desgracia de los hijos quienes de un día para otro debutan como Padres; y cuando calibran su inexperiencia e incapacidad para dirigir y educar a los hijos, que aquí, por más doloroso que sea, resultan naturales.

Da la casualidad de que en el arte de gobernar a una nación, el aprendizaje de los “tiradores”, va a costarnos a los mexicanos, sudor, lágrimas, hambre, sacrificio, miseria, ignorancia, enfermedad, aumento de delincuencia, desintegración familiar al por mayor, inconformidad, hartazgo y violencia; ¿quieren más o ahí le dejamos?

Porque, Señores CONTENDIENTES, está sonándoles LA ÚLTIMA LLAMADA,

No soslayen, no menosprecien la tolerancia de los mexicanos; la ciudadanía, la que sí tiene memoria histórica, ya no cree en falacias de campaña y no se cree, porque una cruda y despiadada, denigrante y grosera REALIDAD ha dejado muy mal paradas la sinceridad, la eficiencia, las intenciones y buena fe de quienes por décadas, han venido defraudando su palabra y lo que es más siniestro, HAN TRAICIONADO la confianza de sus electores, pero no es eso todo, han reincidido; vuelven a prometer, previo el impulso, como consumados cirqueros, brincando de trapecio en trapecio, de partido en partido, de grupo a grupo, de una a otra más ventajosa posición; cuando nuevamente han dado en el “blanco” (EL DE USTEDES, PORQUE NOSOTROS NO DAMOS UNA), actúan exactamente igual. Pues yo deduzco, que sus afanes, sus falsas promesas, “socialmente amorosas”, el “romance o luna de miel que cada sexenio se nos ha prometido” y sus desgañites, proclamando una verdad en la que solamente ustedes creen, de tanto repetirla y principalmente SU AGOTAMIENTO durante los arduos e intensos recorridos en pos de tan anhelado botín, perdón, ansiado voto; tienen como objetivo y fin, su propia conveniencia, sus personales ambiciones y sus obsesivas metas individuales y familiares.

Porque todos en los HECHOS, se comportan idénticamente.

Por última vez, se los ruego, no volvamos con lo mismo; no se empeñen en escribir un Tomo más de la vieja historia, porque ponen en riesgo, la estabilidad económica y social de todo un país y sobre todo, la vida de muchos, muchos más de los que ya han sucumbido a nefastas e infructuosas estrategias de combate a la delincuencia y un averno de ese matiz, EN EL ÀNIMO DE NINGÙN SER CON UN MILÌMETRO DE CONCIENCIA, ES DESEABLE.

Y… a pesar de todo, ahí estaré el primer domingo de julio.

He dicho.


La autora es Magistrada en Retiro del Poder Judicial del Estado de Zacatecas. Escritora, entre sus obras está “Las Cosas Juzgadas, Memorias de una Jueza Zacatecana”.
14 de junio 2012.