lunes, 11 de junio de 2012

Jóvenes en la política. Lic. Jesús Arturo Vallejo Mauricio


Hace 50 años era impensable que un grupo de jóvenes se manifestara en contra de un candidato presidencial, más aún si fuere en contra del candidato del partido hegemónico, y mucho menos que declarara la guerra intelectual en contra del presidente de la república.

México vivió después de la matanza del movimiento estudiantil del 68 (Tlatelolco) una transformación plena en la vida estudiantil universitaria, donde los estudiantes pugnaban por una mejor calidad educativa y el respeto a la autonomía de las distintas universidades a las que ellos formaban parte. Donde entre sus pliegos de peticiones de los estudiantes, motivo de su movimiento, solicitaban a los gobiernos y, en su caso, a la presidencia de la república, no intervinieran en las tomas de decisiones en la vida interna de las distintas universidades del país, dando como resultado en esta ardua batalla que miles de personas fueran desaparecidas o asesinadas en su momento. Es así que después de muchas cruentas batallas entre los estudiantes y sus opresores, el gobierno federal o estatal, según fuere el caso, tuvieron que tomar decisiones a favor de la postura política de los estudiantes, tomando en consideración las múltiples peticiones de los mismos, dando resultados favorables en la vida universitaria nacional, viendo con ello los estudiantes satisfecho su arduo esfuerzo por mantener la autonomía universitaria de su alma mater, a la que ellos formaban parte.

Con el panorama anterior, es que llegan los 90´s, con resultados a favor de las autonomías universitarias públicas, donde los estudiantes, poco a poco, se fueron desenvolviendo más en el ámbito de la política; ahora los líderes estudiantiles buscaban llegar a los puestos y mandos en cada una de sus sociedades (facultades o escuelas) y federaciones de alumnos de las distintas universidades públicas, desenvolviéndose desde muy jóvenes en la vida interna de su universidad, conociendo las deficiencias que padecía su universidad, formando este líder estudiantil posteriormente parte en la estructura administrativa de su alma mater y que en muchas ocasiones estos líderes han sobresalido, convirtiéndose con el tiempo en rector de su alma mater o director de alguna escuela o facultad de su universidad, otros han saltado a la esfera pública siendo excelentes servidores públicos en su estado.

Es de admirarse y de respetarse cuando los jóvenes luchan desde su vida estudiantil por una universidad verdaderamente autónoma, donde no hay la necesidad de que sus gobernantes en turno en su estado o a nivel nacional, tengan que limitar los recursos públicos que les corresponde a su universidad. Donde los gobiernos no deben y pueden elegir a su rector por circunstancias políticas favorables al gobierno en turno. La Autonomía Universitaria no se debe de negociar y no se debe de vender a los intereses de los políticos, sea cualquier su color e ideología; la universidad es por sí sola un mundo diferente de pensares y de avatares internos, lo que se imparte en las aulas son conocimientos y experiencias inolvidables, no se puede dejar que los rectores o directores de las diversas facultades o escuelas de las universidades a nivel nacional, pretendan menoscabar los liderazgos estudiantiles por estar en contra de sus pretensiones políticas y personales.

Vemos con entusiasmo y regocijo que los jóvenes actualmente ya han pasado esa muralla, esa pared que les prohibía pronunciarse en contra de las malas decisiones tanto de sus rectores o directores de escuelas y facultades, ese esmero y organización se ve actualmente en la vida política de nuestro país. Donde cientos de estudiantes, de muchas universidades a nivel nacional, han renunciado a su egoísmo y han decidido aliarse para salir a pronunciarse en contra de los actos de corrupción de los candidatos presidenciales a ocupar la silla grande, el puesto más importante de México. Teniendo entre sus pliegos de peticiones que los medios informativos informen correcta y verazmente, que se ve la efervescencia estudiantil de no estar de acuerdo con la plataforma política que los candidatos presidenciales han dado a conocer en su campaña política y en sus diversos discursos políticos, que se han dado cuenta que las propuestas de los candidatos no son las correctas e idóneas para este México, que ya despertó; externando su descontento en las diversas redes sociales y en marchas masivas a nivel nacional.

Es de orgullo ver cómo los líderes estudiantiles universitarios se han alejado de su indolencia a la política y de su rivalidad entre sus propias universidades. Es de aplaudirse.

Todo sea por el bien de México y por la libertad de expresión, haciendo uso debido y correcto del acceso a la información pública, recientemente reformado en su artículo 6º constitucional, en el año de 2007. Enhorabuena. 

Esperando que estas líneas le sean de utilidad, quedo de usted para sus comentarios.



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