lunes, 16 de septiembre de 2013

¿Ellas son… la alegría del hogar? María de Lourdes Martínez Rangel




¿Ellas son… la alegría del hogar? Derechos de los empleados domésticos, imposición de beneficios laborales y sus repercusiones.
El tema bastante ignorado dentro del derecho laboral, incluso dentro del derecho social, son las injusticias impartidas a aquellas personas que hasta en series y programas mexicanos aclamamos son, la alegría del hogar. Hablo de las empleadas o empleados que laboran dentro de hogares ajenos, lugares en donde sus derechos laborales son ignorados bajo el so pretexto de que sus labores entran en la categoría “informal” del trabajo.
“De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), seis de cada diez empleos en México son informales y en estados como Chiapas, Oaxaca y Guerrero la estadística llega a ser ocho de cada diez” (animal político). Como, en el caso claro de los empleados domésticos, que a pesar de laborar largas jornadas de trabajo, no cuentan con una ley clara que los proteja.
“Las empleadas domésticas son tan imprescindibles en la casa, que sería imposible coexistir sin ellas” frase de la serie de televisión dirigida, protagonizada y producida por Eugenio Derbez, serie nombrada, “Ellas son… la alegría del hogar.” En este programa televisivo se muestran empleadas domésticas, muy bien vestidas, guapas y prácticamente, como dueñas del hogar donde laboran. Sin embargo, en la mayoría de estos empleos, esta situación no podría estar más lejos de la realidad.
Antes de profundizar más en el tema, es necesario definir que es considerado como trabajo doméstico; de acuerdo al Convenio 189 de la Organización Internacional del trabajo, una trabajadora o un trabajador doméstico es “toda persona que realice el trabajo doméstico dentro de una relación de trabajo. Una trabajadora o un trabajador doméstico puede trabajar a tiempo completo o tiempo parcial, puede ser empleada o empleado por una sola familia o por varios empleadores, puede que resida en la casa del empleador (puertas adentro, cama adentro, sin retiro) o puede estar viviendo en su propia residencia (puertas afuera, cama afuera, con retiro). Una trabajadora o un trabajador doméstico también puede estar trabajando en un país extranjero.”(OIT 2011).
Como se puede observar, la definición de trabajo doméstico cuenta con todas las características de una relación de trabajo formal, características para que este se pudiera regular por el derecho laboral, sin embargo, y hasta la fecha estos empleados siguen en su mayoría desprotegidos por el mismo. La última encuesta de INEGI nos indica que tan sólo 22 mil trabajadoras domésticas de 2.2 millones, tiene acceso a servicios de salud, prestaciones, y un contrato de trabajo escrito. (Animal político)
Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2012 (ENOE) del INEGI, el sector está compuesto por 2.1 millones de mujeres y 100 mil hombres, cifra de la cual el 83% se dedica al aseo en hogares y el resto trabaja cuidando personas, lavando y planchando o como choferes o cocineros. “Teniendo claro que el trabajo doméstico no es único al aseo de casa, sino que abarca acciones tales como; hacer de niñera, enfermero personal, hasta acompañantes de personas mayores en necesario que a este se le dé una caracterización más formal, con todos los beneficios y obligaciones que esta abarca.
Dado que las labores domésticas se llevan dentro de un lugar privado, con los únicos testigos de trabajo siendo personas que pertenecen al núcleo familiar, no hay constancia, pruebas ni testigos que documenten las faltas laborales de las que sufren estos empleados.
Los empleos domésticos en México en su mayoría son trabajos de más de ocho horas y en el caso de empleadas “de planta” su jornada se extiende a 24 horas, con un solo día de descanso a la semana. En estos arduos trabajos, se cuenta con una relación patrón, empleado, un trabajo subordinado y remunerado y… ya. Las labores de empleadas domésticas a pesar de ser labores dignas y que muy bien pueden entrar en la definición de trabajo, no cuentan con los beneficios que la ley de trabajo da a los “trabajadores” como lo he mencionado antes.
En muchos casos de empleadas domésticas, estas son muchachas, muchas veces menores de edad, que viajan desde sus pueblos hacia las ciudades en busca de mejores oportunidades. Estas, en su mayoría niñas, al muchas veces no tener ni primaria terminada su única opción es trabajar en el aseo domestico de hogares ajenos.
Dentro de este rubro de trabajo podemos encontrarnos a personas jóvenes, que la única esperanza de una vejez, no digamos digna, si no en el meramente aceptable, es que sus hijos puedan mantener de ellos, ya que estos trabajadores valen de un trabajo físico, el cual no podrán realizar cuando su cuerpo empiece con los achaques de la edad. Y claro, al no estar registrados ante ninguna institución no cuentan con seguro, pensión y muchas veces ni ahorro. 
La discriminación laboral no es lo único que enfrentan los empleados domésticos, si no que por si no fuera poco, muchos de estos trabajadores llegan a hogares donde son maltratados, oprimidos y remunerados con, como se dice comúnmente, una vil coca. 

Como Benjamín A. Dabdoub lo expresa, en su ensayo, “el Trabajo Invisible” En los 13 artículos que la ley Federal del Trabajo dedica a las empleadas domésticas no les garantiza la salud, alimentación ni derechos laborales. La mayoría de las veces, sin seguridad social, sin sistema de ahorro para el retiro, sin posibilidades de jubilación, sin oportunidad de incapacitarse por enfermedad, sin la certeza de unas vacaciones pagadas, sin pago doble por días festivos, sin crédito para vivienda. Y mucho menos una protección legal”

De Igual manera Dabdoub hace mención al artículo 3° de la Ley Federal del Trabajo, dice donde expresa que “el trabajo es un derecho y un deber sociales. No es artículo de comercio, exige respeto para las libertades y dignidad de quien lo presta y debe efectuarse en condiciones que aseguren la vida, la salud y un nivel económico decoroso para el trabajador y su familia” Entonces, me pregunto cuál es la razón es la que excluye al trabajo doméstico de la protección del derecho laboral.
         Entonces que nos queda, cómo proteger al empleado doméstico. En el gobierno del presidente Felipe Calderón, México se suscribió al convenio 189 de la OIT, convenio que versa a favor de los derecho de los trabajadores domésticos, donde fallan a favor de su seguridad social, salario mínimo y derecho a asociarse; sin embargo a dos años de su adopción en México, este convenio aún no se ratifica.
         Actualmente, en el estado de México, existen huelgas y protestas a favor de que este convenio se apruebe. Como dice Marcelina Bautista directora del Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (CACEH). “Necesitamos que se nos reconozcan los mismos derechos que al resto de trabajadores mexicanos porque no somos menos que los demás y no se nos puede discriminar. Vamos a presionar para que los senadores lo ratifiquen. No es solo un convenio, es un mecanismo para el respeto” (Peinado, El País)
El presidente del CONARED, Ricardo Bucio en la misma nota opina, “Me atrevo a decir que culturalmente no hay ningún tema con tanta resistencia social entre los mexicanos como los derechos de las trabajadoras de hogar. Es un problema invisibilizado, la sociedad asume que es normal la discriminación laboral que se ejerce hacia ellas.” (Peinado, El país)
 Por mi parte me atrevo a decir que concuerdo con la opinión de Ricardo Bucio, sin embargo no puedo dejar pasar el pensamiento de que, de forzarse esta ley, muchas trabajadoras domésticas de la clase media, se quedarían sin empleo; ya que al ser la clase media la que en su mayoría carga con los gastos del país, forzar a las amas de casa de este sector a ofrecer todas las prestaciones laborales a sus empleadas domésticas; me atrevo a pesar, que en su mayoría estás prescindirían de estos servicios . 
Por lo tanto las repercusiones de una reforma laboral para las amas de casa, tendría que ser un tema bien pensado y redactado. Esperando que nuestros políticos puedan ofrecer una protección digna a los empleados domésticos de México pero a su vez, no cargar toda la responsabilidad a la clase media, como lo han venido haciendo ya desde hace mucho tiempo en otras cuestiones.
 Siguiendo en el tema laboral, claramente un cambio en las leyes es necesario ya que necesitamos proteger la vejes de estas personas, sin embargo y sin querer sonar insensible,  en mi opinión exigir que los empleadores de trabajadores domésticos carguen con la responsabilidad laboral de estas personas en un concepto, a mi punto de vista poco viable por razones previamente explicadas.
En otros países como argentina, se impartió un nuevo régimen a favor de las empleadas domésticas, en donde expresa “que se les reconocerán los mismos derechos de los que goza el resto de los trabajadores, como vacaciones pagas, licencia por maternidad y por enfermedad, indemnización por despido, y una jornada de trabajo de 48 horas semanales como máximo”.(la nación) 
De llevarse a cabo en nuestro país, es más que claro que un hogar promedio de la clase media, sería incapaz de cubrir tales especificaciones. Supongamos así que existe un accidente laboral dentro del hogar, y el dicho “patrón” tiene que cubrir una cantidad bastante considerable de dinero exigida por ley, sería una carga imposible dado que un hogar no tiene el flujo de dinero de una institución o gran empresa en donde su liquidez les permite cubrir accidentes laborales que puedan ocurrir debido a sus funciones.
De llevarse a cabo una regulación en el trabajo doméstico, y cualquier medida que se tome para contrarrestar, implicaría un aumento monetario en la contratación de un empleado doméstico. Lo que trae por consecuencia que personas que trabajan jornadas completas y dobles y que lamentablemente, tienen que dejar a sus hijos cargo de una empleada doméstica, ahora no lo puedan costear, desestabilizando así un sistema desde su base.
Entonces, que se puede hacer, es claro que no podemos permitir que esta situación continúe, situación en donde millones de mexicanos sufren de discriminación laboral. A mi punto de vista se deberán establecer instituciones, como ya las hay, de empleadas domésticas. Instituciones que funjan como organizaciones donde una persona pueda ir, solicitar empleo, darse alta ante el seguro social, firmar contrato, etcétera. Y que esta institución a su vez funja de prestadora de servicios a hogares.
En las casas que necesiten de servicios domésticos llamaría a esta organización “de confianza” y solicitarían los servicios necesarios de limpieza o cuidado, tantas horas, tantos días a la semana, pagando directamente a la institución. Un sistema que ya funciona en lugares como instituciones, establecimientos, o negocios grandes; pero ahora un servicio que se impartirá a hogares particularmente.
Para terminar, el tema de derecho laboral a empleados domésticos presenta una gran complejidad debido a que a soluciones propuestas, surgen nuevos problemas y tropiezos. Sin embargo es un tema que necesita atención inmediata. Creo que es posible un cambio favorable mediante una concientización colectiva, y esfuerzos conjuntos. Hay que empezar por algo y el conocimiento de temas como estos es el mejor inicio.


REFERENCIAS
6 de cada 10 empleos en México son informales: INEGI” Animalpolitico.com. Animal Político, Elephant Publishing, LLC. Junio 2013. Online. Web. 10 de Septiembre 2013.
“Convenio 189 Trabajo decente para las trabajadoras y los trabajadores domésticos” ilo.org. Organización Internacional del trabajo. Junio del 2011. Online. Web. 10 de septiembre 2013
Brito, Luis. “76% de trabajadoras domésticas no tiene ningún beneficio laboral.” Animalpolitico.com. Animal Politico, Elephant Publishing, LLC Abr. 2013. Online. Web. 10 de Septiembre2013.
Trabajo no remunerado en hogares tuvo un valor de 3.1 billones de pesos: INEGI”. Animalpolitico.com. Animal Politico, Elephant Publishing, LLC. Mayo 2013. Online Web. 10 de septiembre 2012
Dabboub, Benjamín. “El trabajo invisible.” Vale la Pena. n.f. Enero de 2011.  Online Gomezporchini.blogspot.mx. Web. 10 de septiembre 2013

Peinado, Mari Luz. “Las trabajadoras del hogar mexicanas quieren acabar con la servidumbre” Sociedad.elpais.com. El país. Ediciones el País, S.L. Abril 2013. Online. Web. 10 de Septiembre 2013

Sued, Gabriel. “Nuevo régimen laboral para empleadas domésticas” lanacion.com. La nación. Marzo 2013. Online. Web. 10 de septiembre 2013.


 





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