“El
sindicalismo mexicano, tiene sus orígenes en las primeras décadas del siglo XX,
cuando la lucha revolucionaria estableció finalmente en la constitución, el
derecho de la libertad de asociación. Desde entonces y con apoyo de los
gobiernos federales el sindicalismo en México conformó lentamente grupos
representativos de diferentes gremios en el país”[1].
El
fin primordial del sindicalismo mexicano es “el
defender los derechos laborales de sus agremiados”[2],
en función de los cambios, políticos, sociales y económicos que se van
presentando conforme pasa el tiempo. En ese sentido, de los años 30 a los años
80, el movimiento sindical tuvo grandes logros que se instituyeron en la Ley
Federal del Trabajo.
Pueden
agregarse otros logros que fueron originándose de la relación entre los grupos
sindicales y el gobierno, como días de descanso obligatorio, las prestaciones
que amparan la participación en utilidades, periodos vacacionales pagados,
derecho a la seguridad social, entre otros que se han conservado, e incluso
sobrepasado en el caso de algunos gremios.
¿Pero
cómo es que llega a México este tipo de asociación y cuál fue el ejemplo que
siguieron los trabajadores de esa época para crear los sindicatos?
La
principal fuente de inspiración o el antecedente fundamental para la creación
de los sindicatos en México fue la revolución industrial.
“Los orígenes
del sindicalismo, se originan con la revolución industrial en el siglo XVIII,
la máquina ahora sustituye al trabajador, la fábrica es ahora quien ocupa el
lugar de un simple taller, y ya no basta la producción del mercado local, sino
que ésta se transforma en producción para el mercado de todo el mundo”[3].
Todo
esto trae consigo un sin fin de abusos de parte de los patrones hacia con sus
trabajadores, la ambición de querer más y de ganar posiciones en el mercado
hace que los trabajadores sufran condiciones de trabajo inhumanas en donde, se
encuentran entre la espada y la pared, ya que si protestan serían corridos de
la fabrica y mucha gente necesitada con gusto ocuparía su lugar.
Estas
grandes ganancias de las industrias se obtienen al precio del sufrimiento de la
clase obrera, vivían en pésimas condiciones de trabajo y tanto la moralidad, la
higiene, la seguridad y salud, no causaban ninguna preocupación al empresario.
Las mujeres y niños eran explotados sin piedad y se les destinaban los trabajos
más duros y humillantes, exponiendo sus vidas.
Para
el Estado los trabajadores representaban una forma de lograr grandes cantidades
de dinero y el gobierno sabe que la única posibilidad que tiene el obrero para
transformarse en una amenaza real es la unión, la posibilidad de asociarse, en
defensa de sus intereses laborales y esto era justamente a lo que se oponía el
gobierno al no permitir dichas asociaciones. Dada esta situación y la
imposibilidad legal de que los trabajadores se agrupen en defensa de sus
intereses, optan por iniciar el movimiento a escondidas.
Sin
embargo, en el siglo XIX, las masas obreras con sus movimientos clandestinos,
comienzan a salir a la luz y ser identificadas, en un principio se manifiestan
en forma de huelga, posteriormente se da la agrupación de obreros de una misma
fábrica.
“Después vendrían las formaciones de sociedades de
resistencia, con objetivos de imponer por coacción moral o física al resto de
los trabajadores, al paro colectivo de la especialidad laboral, que culminan
con la auténtica aparición del sindicalismo, que se presenta con una estructura
más evolucionada”[4]. Se presentan con una gran diversificación de oficios
e industrias, que buscan un lugar legalmente en la sociedad.
Poco
a poco en todo Europa las reacciones y demandas de los trabajadores son
escuchadas. Para el gobierno y las industrias es imposible seguir negando el
derecho de los trabajadores de agruparse y unirse.
Una
de las principales acciones que detonaron la creación legal de los sindicatos
la encontramos en 1824, cuando por la fuerte presión de la sociedad, el
parlamento británico deroga las “Combination Acts”, leyes que prohibían las
organizaciones obreras. En 1829, Robert Owen, uno de los fundadores del
socialismo moderno, crea las primeras cooperativas, que eran sociedades
industriales de trabajadores. En los años de la década de 1830 aparecen las
primeras organizaciones obreras agrupando a los trabajadores según su oficio.
En Inglaterra tomaron el nombre de “trade-unions”.
Ya
no eran solo los gremios los que clamaban por reformas laborales más humanas,
retribuciones más acordes con un mínimo de vida respetable, sino que la prensa,
las sociedades con fines de reforma, comenzaron a criticar al gobierno y exigían
que se modificaran las leyes que prescribían los sindicatos.
“En el siglo XIX en sus inicios, es cuando el
sindicalismo por su propia fuerza, opta por salir de la clandestinidad y busca
un lugar en la estructura jurídico-social imperante, fortalecida sin duda por
las premisas de la Revolución Francesa de 1848 y el auge de las ideas
contenidas en el Manifiesto Comunista de Carlos Marx y Federico Engels”[5].
Es
así, como en México llegan las primeras apariciones de lo que serían los
sindicatos y lo vemos a partir del 16 de septiembre del año de 1872, cuando se
funda la primera asociación de tipo profesional, círculo de obreros. Esta
organización llegó a contar en sus filas al mes de octubre de 1874, con 8000
trabajadores, en su gran mayoría eran artesanos y obreros de hilados y tejidos.
“El 5 de marzo de 1874 fue fundada la
Confederación de Asociaciones de Trabajadores de los Estados Unidos Mexicanos,
la cual fortaleció la unidad de los trabajadores, constituyéndose en el año de
1890 en la llamada “Orden Suprema de Empleados Ferrocarrileros Mexicanos, la
Unión de Mecánicos Mexicanos, La Sociedad de Hermanos Calderos Mexicanos, la
Liga Mexicana de Empleados del Ferrocarril y otras más”.[6]
En
Cananea, Sonora se funda la Unión Liberal Humanidad, y en Orizaba, Veracruz, el
Gran Círculo de Obreros Libres, ambos organismos fueron los protagonistas de
las huelgas de Cananea y Río Blanco. En 1912 se funda el Departamento del
Trabajo y se establece la Casa del Obrero Mundial que en 1913, conmemora por
primera vez en México, el día 1° de mayo, exigiendo la jornada laboral de 8
horas y el descanso dominical.
A
lo largo de estos acontecimientos y logros obtenidos por la clase obrera y
trabajadora llega a México el reconocimiento oficial del Estado a este tipo de
uniones.
Hasta
que en el congreso de 1918 se exigió la reglamentación del artículo 123 de la Constitución,
que dice :
“Artículo
123. Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil; al efecto,
se promoverán la creación de empleos y la organización social de trabajo,
conforme a la ley...
XVI.
Tanto los obreros como los empresarios tendrán derecho para coaligarse en
defensa de sus respectivos intereses, formando sindicatos, asociaciones
profesionales, etc.”[7]
En
conclusión podemos observar cómo los diferentes acontecimientos históricos desde
la revolución industrial hasta nuestros días, han permitido la creación de
derechos que protegen a la clase trabajadora. En la revolución industrial las
empresas y fabricas, por su afán de crecer y conquistar mercados, llegaron a
descuidar a sus trabajadores exigiéndoles actividades que ponían en riesgo su
salud y su calidad de vida en general. Este olvido y sobreexplotación hizo que
los trabajadores pusieran un alto a esta situación y exigieran condiciones de
trabajo más dignas, logrando la creación de grupos que representaban, defendían
los intereses colectivos de los trabajadores ante el patrón y buscaban mejoras
en su ambiente de trabajo, formándose así lo que hoy conocemos como los sindicatos.
En
nuestro país los derechos de los trabajadores están protegidos y resguardados,
como vimos anteriormente, en nuestra Constitución y particularmente en la Ley
Federal del Trabajo. En un país democrático como el nuestro, es importante que
estos derechos y leyes sean puestos en práctica por las empresas para
garantizarle a sus trabajadores condiciones de trabajo dignas y por supuesto
que los sindicatos no sean partícipes de actos corruptos, sino que cumplan la
verdadera función por la cual se crearon: defender los derechos laborales y conquistar
nuevos.
[3] El
sindicalismo; Disponible en: http://www.xoc.uam.mx/~orom3192/restomundo/EL%20SINDICALISMO.htm
Fecha de consulta: 7 de septiembre de 2014.
[4] El
sindicalismo; Disponible en: http://www.xoc.uam.mx/~orom3192/restomundo/EL%20SINDICALISMO.htm
Fecha de consulta: 7 de septiembre de 2014.
Fecha de consulta: 7 de septiembre de 2014.
[6] El
sindicalismo; Disponible en: http://www.xoc.uam.mx/~orom3192/restomundo/EL%20SINDICALISMO.htm
Fecha de consulta: 7 de septiembre de 2014.
Muy buen Articulo, me sirvio de mucho. Saludos
ResponderEliminarMuy buen articulo, me ayudo aclarar ideas. Gracias y saludos
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ResponderEliminarexcelente información
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ResponderEliminarexcelente información, muy completa 👍
ResponderEliminarExcelente información. Gracias.
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