domingo, 8 de diciembre de 2013

A un año de la “Reforma laboral”, ¿Es en verdad lo que el país necesitaba o solo una excusa para dar poder a las grandes corporaciones? Juan Gerardo Castillo Ortiz




Al concluir su gestión como Gobernador, en 2011, Enrique Peña Nieto expresó su aspiración de contender por la Presidencia de la República. Tras una intensa campaña electoral, caracterizada por la firma de compromisos nacionales y estatales, obtuvo el triunfo el 1º de julio de 2012. 

A partir del 1 de diciembre, tras un polémico, albortante y desgastante periodo electoral lleno de declaraciones que acusaban a todos los contendientes y también la primer elección en el país “influenciada” por el fuerte impacto del avance en medios de comunicación como el internet y las redes sociales, Enrique Peña Nieto es Presidente de los Estados Unidos Mexicanos. El objetivo principal de su gobierno, según el sitio web del gobierno de la república, es “lograr que los derechos que la Constitución reconoce a los mexicanos pasen del papel a la práctica, trabajando en 5 ejes fundamentales.” 

¿De dónde vienen las reformas? 

 En 2012, según datos de la Cepal, México sobresalió en América Latina como el único país donde creció la pobreza y la indigencia debido a la inestabilidad laboral y el deterioro de la economía, es por eso que las diversas reformas que el país está viviendo vienen precisamente de los famosos cinco ejes. Los cinco ejes fundamentales eran transformar al país en una sociedad de derechos; fomentar el crecimiento económico, el empleo y la competitividad, así como lograr la seguridad y justicia; incrementar la transparencia, la rendición de cuentas y el combate a la corrupción, y perfeccionar las condiciones para una gobernabilidad democrática. Esto se cumpliría mediante un acuerdo llamado el “Pacto por México” que firmó el presidente con los dirigentes de las principales fuerzas políticas del país, el PRI, PAN y el PRD.

En primera instancia el pacto resultaría muy bueno, si en verdad se realizará las reformas como el pacto lo plantea. En particular, el cuarto aspecto impacta directamente en el derecho laboral, por lo que en Noviembre del 2013, el Senado de la República aprobó la reforma laboral que, se dijo, traería una serie de beneficios a millones de mexicanos con el establecimiento de nuevas formas de contratación, evitaría coyotajes y habría transparencia y democracia sindical, además que de que a los jóvenes y las mujeres, fundamentalmente, les sería más fácil encontrar trabajo y se acabaría con la explotación.  

En vísperas de la reforma, que representó lo primero que se hizo bajo el mandato de Peña Nieto, se desató una ola de protestas por los grupos izquierdistas, quienes aseguraban que la reforma lejos de beneficiar al pueblo mexicano, solo favorecía los intereses de los más poderosos, permitiéndoles seguir con sus abusos, salarios bajos y discriminación para con la clase obrera del país, ahora justificados bajo estas nuevas modificaciones a las leyes.  Aun  así, los legisladores del PAN, PRI y PVEM, avalaron las modificaciones a la Ley Federal del Trabajo, luego de una nada clara negociación en la que se arguyó que la reforma era la panacea para evitar el desempleo y el penoso peregrinar de millones de mexicanos en busca del sustento diario de sus familias.

Según los expertos en favor de la dichosa reforma, está nueva modificación dejaba abiertas las puertas a más y mejores fuentes de trabajo, con mucho mejore condiciones, dejaba en claro que la clase obrera debía ser considerada parte de las empresas, recibirían reparto de utilidades, así mismo se daría la necesaria protección a los grupos de jornaleros y habría transparencia en grupos sindicales y asuntos como los contratos colectivos. 

¿Qué viene después de la aprobación?

En teoría, después de la aprobación de la reforma laboral (resultado de negociaciones  y acuerdos que venían desde el mes de septiembre, cuando Peña Nieto comenzó con su mandato) la tasa de desempleo debería de bajar, los niveles de calidad de vida aumentar y factores consecuentes del desempleo como el crimen organizado y la delincuencia en general debían disminuir. Lo cierto es que  en lugar de eso, la reforma laboral que vulneró los derechos laborales, con la promesa de que desataría la creación de empleos, pero los empleos no se han creado, a pesar de que con la reforma se legalizó la precariedad en el empleo.

Tristemente, tampoco hay signos positivos en la fortaleza del Estado mexicano, pues en realidad se ha seguido perdiendo el control de regiones extensas del territorio nacional, dominadas por el crimen organizado, como Tamaulipas, Michoacán, Guerrero, la sierra de Chihuahua, entre otras, donde la única opción racional de los habitantes ha sido organizar sus propias fuerzas armadas para salvaguardar su vida y sus propiedades, ante la ineptitud del Estado. 

El flujo de compatriotas al país vecino del norte ha seguido en aumento y aún sin datos de la Cepal, con índices tan bajos de desarrollo y la ausencia de nuevos empleos, podemos concluir que la situación no ha mejorado. 

¿Qué dicen los responsables y los supuestos beneficiados? 

Al día de hoy, ninguno o casi ninguno de aquellos legisladores que la aprobaron (Tabla 1) hablan al respecto y ni por asomo dan la cara ante la penosa realidad que se vive con en este tema, en donde malos empresarios se aprovechan de esta reforma para hacer lo que se les pega en gana y otorgar, en muchos de los casos, contratos mal pagados, sin prestaciones y con una bárbara explotación.

Partido político
Número de diputados que votaron a favor
Partido Revolucionario Institucional (PRI)
198
Partido Acción Nacional (PAN)
104
Partido de la Revolución Democrática (PRD)
53
Partido Verde Ecologista de México (PVEM)
26
Partido Nueva Alianza (PANAL)
9
Tabla 1

Millones de jóvenes y mujeres no encuentran empleo, y de los adultos mayores de 40 años ni hablar. Continúa la discriminación en muchas empresas y cuando son contratados reciben apenas un salario de hambre bajo contratos amañados y sin prestaciones que les den seguridad social. 

Y ahora, ¿Qué sigue? 

Eso es algo que deberíamos preguntarles a los miles de mexicanos que están sin empleo y todos los días salen a buscarlo, qué tan efectiva ha sido hasta el momento esta reforma, qué beneficios les ha traído y si efectivamente les ha sido más fácil encontrar empleo y con mejores condiciones que antes. Para no quebrarnos la cabeza, la respuesta sólo hay que imaginarla; el presidente Peña Nieto ha evitado entrar a fondo en el tema, dejando pasar la corrupción en altos funcionarios, como es el caso de los líderes sindicales y los patrones más poderosos del país. 

De acuerdo al abogado en materia legal, Gabriel Pizá, el entorno laboral para México durante este próximo año, 2014, no será del todo alentador. Según el abogado, aunado a un entorno económico débil se está condicionando a las empresas a que paguen más impuestos, a que hagan deducible la parte de previsión social solo en 53%, todo ello junto a una reforma laboral que introdujo un sobrerregulación al mercado.

En sus propias palabras, "Lo primero que harán las compañías será determinar su afectación por los impuestos, y en la medida de lo posible tratar de quitar todo ese tipo de prestaciones de previsión social que no son soportadas por la Ley Federal del Trabajo, no son obligatorias y pueden desaparecer".

Así mismo, el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) aseguro que no solo en México, si no a nivel mundial “La mayor desconfianza de la población en las políticas económicas y el desempleo estructural son fenómenos que se convertirán en un reto para el mundo en los próximos meses”.

Conclusión

La reforma laboral y la serie de reformas que impulsa el actual presidente de la república, junto con el apoyo del “Pacto por México” sin duda están generando  un alto impacto en los aspectos más importantes que rigen el país y en los cuales seguramente se encuentra el cambio estructural que necesitamos para transformar el país en la potencia que debería ser. Sin embrago, las reformas no se han aplicado de manera correcta, pues lejos de darle el poder al pueblo, como deberían, siguen empoderando a las grandes empresas, propiedad de una minoría en el país y beneficiando solo el bolsillo de unos cuantos mientras los niveles de desempleo son cada vez menores y las tasas de delincuencia más altas. Considero que el ejecutivo debería analizar la posibilidad de dejar un lapso de tiempo más espaciado entre cada reforma y analizar junto con especialistas de cada materia si el impacto generado es el esperado, pues mientras intenta beneficiar a los empleados con la reforma laboral, por muy buena que esta fuera, los está afectando con la reforma fiscal, con lo cual la gente queda peor a como estaba antes de ambas reformas. 

México es un país rico en recursos y en su gente, debemos prepararnos más y luchar para hacer que nuestro país brille cada vez más y tenga el reconocimiento y crecimiento que un país tan lleno merece. 


Bibliografía
Jiménez, I. M. (2 de Diciembre de 2013). Impuestos castigarán al empleo en México. CNN Expansión.
Malpica, J. (16 de Noviembre de 2013). Uno más Uno. Recuperado el 6 de Diciembre de 12013, de ¿Qué pasó con la Reforma Laboral?: http://www.unomasuno.com.mx/?p=2010
Redacción. (7 de Diciembre de 2013). El porvenir. Recuperado el 8 de Diciembre de 2013, de Un año más sin resultados: http://www.elporvenir.com.mx/notas.asp?nota_id=720518


 



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