Hoy en día se encuentra deteriorado nuestro sistema
educativo, a pesar que nuestra Carta Magna pugna por la impartición de calidad
en la educación, ya sea ésta pública o privada. Vemos con tristeza cómo la
educación se encuentra cada día en peores circunstancias, con problemas para
poder impartir y que sea de calidad, que a marchas forzadas se vislumbra que
avanza a un plan o programa educativo que sea de beneficio a los estudiantes y
a sus profesorados.
Años anteriores, el tener un grado de maestría era lo
máximo, ahora es como cursar un nivel más en el currículo profesional, para el
estudiante ya no significa la calidad de ser maestro, ahora se enfrenta el
estudiante que su grado de maestría vale o se equipara a culminar una etapa más
que posiblemente le dará una expectativa de calidad de vida, pero que en la
realidad ya es normal llegar a lograrlo, pero a sabiendas que no le será más
que un peldaño en su vida académica, no teniendo claro que el grado de maestría
se equipara a ser preparado en las aulas de posgrado para que el alumno, el
aprendiz realice su mejor esfuerzo para que al culminar su ardua estancia estudiantil
profesional pueda desempeñar en las mismas aulas el conocimiento adquirido, el
poder transmitir con claridad lo que en su vida profesional ha adquirido pero
ahora ante un nuevo alumnado que se encuentra actualizado, con nuevas áreas y
herramientas tecnológicas de conocimiento y que por su vocación profesional
deberá analizar, desmenuzar y debatir las diversas teorías que se encuentran
arraigadas y con ello pretenda solucionar sus dudas que ha adquirido en lo
profesional.
De lo antes expuesto, es que el grado de maestría en años
pasados era un nivel superior y no ahora que el alumno egresa con muchas deficiencias
académicas, debiéndose a que en las mayorías de las universidades a nivel
nacional que cuentan con un sinfín de propuestas en áreas de maestrías no se
enfocan a egresar a maestros que cuenten y lleguen a culminar con éxito dicho
grado, les importa actualmente que los jóvenes recién egresados sigan cursando
un nivel más, perdiendo de vista los requisitos que se lleguen a necesitar para
poder cursar dicho grado, que es la experiencia profesional y el compromiso por
parte del alumnado de poder desenvolverse en su ámbito tanto profesional como
académico.
Las escuelas desde la primera fase deberían esforzarse
por implementar un sistema educativo que en verdad eleve el nivel educativo,
más no que se enfoquen a generar ingresos en sus colegios. Así mismo las
universidades desde el nivel medio superior y superior hasta llegar a los
posgrados, deben implementar nuevas políticas educativas donde se pueda gozar
de un nivel educativo versátil, novedoso y que cumplan con los estándares
internacionales, para que el alumno se sienta parte del sistema educativo, que
sienta que su esfuerzo de muchos años se vea reflejado ahora sí en una nueva
expectativa de calidad de vida.
Urge que las autoridades encargadas de evaluar a las
diversas universidades y a las que les han otorgado el permiso para impartir en
sus edificios educación media o superior, sean evaluados, que se vigile con
certeza que la educación que ofrecen en el mercado, ahora dinámico, cumplan con
los requisitos esenciales, un profesorado competente para impartir cátedra, que
el temario a desarrollar sea el adecuado, que los edificios cuenten con la
infraestructura de primer nivel y que el costo de la educación sea conforme al
estudio socioeconómico de cada población.
Es verdad, que las universidades públicas son en esencia
un beneficio para el sector económicamente más débil, pero es verdad que hay
universidades públicas que en verdad no dan para más, teniendo en cuenta que
éstas cuentan con recurso del erario y a la vez que cuentan con dinero de los
tantos alumnos que luchan por ser aceptados en las universidades públicas por
no contar con un fondo monetario familiar estable.
Se necesita, que las universidades privadas no vean el
sector educativo como un lucro, donde se cobra y la inmensa mayoría no cumple
ni con el mínimo de los requisitos, al contrario, lucran con su estudiantado y
hacen un monopolio educativo y que en sentido estricto se encuentra prohibido
por la Constitución de México.
Menos lucro y mejor calidad educativa por parte de las
universidades tanto públicas como privadas, se necesita que México eleve su
nivel educativo y de calidad de vida, para poder ubicarse en los países que
cuentan con mejor expectativa de vida, una economía estable, una sociedad
informada y culta, y un país que cuente con un sistema democrático confiable; y
no ser considerado como actualmente nos denominan los países desarrollados, un
país emergente.
Esperando que estas líneas le sean de utilidad, quedo de
usted para sus comentarios.
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