Techo de Cristal:
Desigualdad de
Oportunidades Laborales para la Mujer
A manera de reflexión lo invito a
pensar y analizar cuantas mujeres ocupan cargos políticos, presidentas de
empresas o líderes sindicales. Seguramente se le ocurrirán tan pocas que podrá
contarlas con los dedos de las manos. Estoy seguro que sería una historia
completamente distinta si le preguntara cuantos hombres ocupan esa clase de
puestos.
Por
muchos años, grandes personalidades han alzado la voz para lograr esa igualdad
de géneros que cada vez más parece una realidad pero sigue habiendo obstáculos
que la impiden. Después de tanta perseverancia y esfuerzo por parte de las
mujeres en luchar por sus derechos, se dio un gran avance y hoy en día se les
es permitido votar y asistir a las universidades. A pesar de ello, la mujer de
la actualidad presenta nuevos retos en cuanto a desigualdad de género al
momento de hablar de oportunidades laborales.
Si
bien es cierto que la ley establece condiciones de igualdad laboral en su
artículo 5 constitucional, e igualdad de pago y trato para las mujeres en el
artículo 123, “A trabajo igual corresponderá salario igual, sin tener en cuenta el
sexo”, existen ciertas condiciones sociales y culturales que limitan el
crecimiento profesional de la mujer. Dichas condiciones son conocidas como el
techo de cristal.
Mabel Burín, doctora
en psicología clínica y especialista en estudios de género y subjetividad,
define el techo de cristal como “una superficie superior invisible en la
carrera laboral de las mujeres, difícil de traspasar, que nos impide seguir
avanzando. Su carácter de invisibilidad viene dado por el hecho de que no
existen leyes ni dispositivos sociales establecidos ni códigos visibles que
impongan a las mujeres semejante limitación, sino que está construido sobre la
base de otros rasgos que por su invisibilidad son difíciles de detectar.”
De acuerdo a
estadísticas de la OIT, las mujeres ocupan menos del 7 por ciento de los
puestos de responsabilidad en las empresas, y sus salarios son entre un 10 y un
30 por ciento más bajos que la remuneración percibida por los hombres que
tienen las mismas responsabilidades. Como ejemplo del techo de cristal, destaca
también el hecho de que sólo ocho países en todo el mundo son dirigidos por
mujeres como Presidentas, Jefas de Estado o Primeras Ministras.
Por otra parte, hay
personas que afirman que no existe ningún techo de cristal, sino que por
cuestiones de personalidad de la mujer ellas mismas ponen un tope a su carrera
profesional tratar de encontrar un equilibrio entre el trabajo y la familia,
resultando en la mayoría de los casos la familia la prioridad. Por ende, por
cuestiones de tiempo, emocionales, de traslados, etc. se les es más
complicado tener puestos importantes
dentro de las organizaciones.
Existen ambas
posturas al respecto, obviamente una más feminista y otra más machista, pero a
final de cuentas, sea cual sea la razón o nombre que tenga el problema, es
claro que existe la problemática y es bien sabido que las personas encargadas
de asignar sueldos han decidido brindar mayor apoyo económico al sexo masculino
para apoyar a la cabeza de familia que por tradición es quien es responsable de
los gastos de la familia, sin embargo los tiempos han ido cambiando y la
sociedad de hoy en día cuenta con familias no tradicionales conformadas por
padre, madre e hijos, donde los hombres se hacían responsables de sus hogares
al cien por ciento. La realidad actual
es otra, hoy en día 40 por ciento de las mujeres mexicanas que trabajan son
cabezas de sus hogares y al igual que los hombres cabezas de hogar también
requieren de ese apoyo económico para poder mantener a la familia,
lamentablemente en la mayoría de los casos no se les proporciona en igual
medida que a los hombres.
Al
ser cada vez más un tema de discusión mundial, la OIT adoptó la igualdad entre
hombres y mujeres como uno de los objetivos principales dentro de sus políticas
y han estado trabajando para poder lograrlo. Algunas de las acciones que han
tomado son las campañas para lograr la ratificación de los convenios
fundamentales que tratan sobre igualdad de género en el mundo del trabajo
ofreciendo apoyo técnico a los mandantes para identificar los temas nacionales
prioritarios en materia de género; así como evaluar las mejoras alcanzadas por
los mandantes en lo que se refiere a la representación de las mujeres en los
niveles decisorios, desarrollando una metodología que permita recopilar y
realizar un seguimiento a los índices de participación para evaluar avances
logrados, entre otras.
Mujeres, ya han
logrado pelear por sus derechos en el pasado y gracias a eso ya han ido ganando
participación en el ámbito laboral debido a la mayor capacitación con la que
cuentan. Dense cuenta de la problemática actual y de cómo ésta las afecta.
Alcen la voz y exijan la igualdad como lo han venido haciendo y tarde o
temprano, antes de lo que imaginan, se verá reflejada en su participación en
puestos directivos dentro del mundo laboral. Como afirma Helen Fisher, dado que
nos dirigimos hacia una época en la que se plantearán problemas más complejos y
posiblemente más peligrosos, necesitaremos la fuerza de ambos sexos a fin de
solucionarlos. Y el que nuestros esfuerzos tengan éxito dependerá de que las
mujeres participen en el cambio tan plenamente como los hombres y de que ambos
sexos trabajen en equipo.
Bibliografía:
"EL TECHO DE CRISTAL." EL
TECHO DE CRISTAL. Web. 26 Oct. 2013.
.
"Romper el Techo de Cristal: Las
Mujeres en Puestos de Dirección” Web. 26 Oct. 2013. .
Lamelas Castellanos, Nélida, Aguayo
Lorenzo, Eva. DESIGUALDAD DE GÉNERO EN LATINOAMÉRICA DESDE LA PERSPECTIVA DE
LOS INDICADORES DE DESARROLLO HUMANO. Revista Galega de Economía [en linea]
2010, [Fecha de consulta: 26 de Octubre de 2013] Disponible en:
ISSN 1132-2799
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