domingo, 3 de noviembre de 2013

Desigualdad laboral entre hombres y mujeres; raíz, evolución y estragos. Maria Martinez Rangel




Desigualdad laboral entre hombres y mujeres; raíz, evolución y estragos.  


“Hombres, sus derechos y nada más: mujeres, sus derechos y nada menos”
Susan B. Anthony, luchadora social estadounidense

Si bien a través de los años, en el mundo, se han logrado numerables acciones para la protección y reconocimiento de los derechos de las mujeres; hoy en día, en pleno siglo XXI, en nuestro México “lindo y querido” la desigualdad de género sigue estando muy latente. Especialmente en el ámbito laboral que si bien no se da de forma especialmente notoria, está latente, se conoce, crea indignación… pero, no deja de existir.

            Las mujeres profesionistas en México, se topan con el llamado “Techo de cristal” que les impide avanzar en su vida laboral. Como lo menciona Castilla y León, “Su carácter de invisibilidad viene dado por el hecho de que no existen leyes ni dispositivos sociales establecidos ni códigos visibles que impongan a las mujeres semejante limitación” (Castilla y León) Es entonces cuando nace la pregunta, ¿de que está compuesto este llamado “techo de cristal”? 

Para empezar, México se define como sociedad machista, hay pocos pretextos y argumentos que lo niegue, sin embargo la definición de una sociedad machista como tal, no sólo se refiere a la imposición de los hombres por sobre las mujeres; sino que según los estándares de Hofstede, una sociedad machista no es necesariamente aquella que reniega de los derechos de las mujeres, si no a la cual se le observan determinados rasgos que le caracterizan como “de tendencia masculina” éstas por definición cultural, son aquellos atributos que son mayormente observados en los hombres, los cuales son, “roles sociales de competitividad, ambición y asertividad, tradicionalmente asignados al varón” (Medina)

Es entonces que para hablar del tema laboral de la desigualdad en el trabajo en cuanto a hombres y mujeres, es necesario introducir el tema con un poco de historia y sociología.

Primero que nada, la incorporación de la mujer al trabajo asalariado fue un fenómeno que trajo consigo una revolución de genero significativa, esta incorporación se dio de inicio durante la primera guerra mundial, en donde por falta de hombres que tradicionalmente ocupaban esos puestos laborales y ahora estaban al frente de la guerra, se recurre a la contratación de mujeres. Después, este fenómeno se da con más notoriedad en la segunda guerra mundial, trayendo con sigo cambios en la estructura de la sociedad como se conocía. Desde estas épocas se empieza en el mundo, una batalla por los derechos de las mujeres, tanto sociales como laborales.

En México, concretamente hablando, los derechos de las mujeres no fueron reconocidos sino hasta el año 1928 “cuando el Código Civil para el Distrito Federal, fue reformado para establecer la igualdad jurídica del hombre y la mujer”. (Roccatti) Sin embargo parece que hoy en día, algunos de estos derechos existen sólo en la teoría. La cultura de diferenciación de capacidades laborales entre hombres y mujeres  se basa en un concepto primitivo donde el hombre se cree superior en inteligencia y capacidades. Y se puede decir que a pesar de tantas luchas por demostrar esta ideología falsa, todavía quedan rastros de esa sociedad patriarcal de los años de antaño en donde los derechos fundamentales de las mujeres como seres humanos, son negados o ignorados.

“Si la civilización estriba en progresar hacia el futuro, ha de ser a través de la ayuda de las mujeres, mujeres liberadas de sus grilletes políticos, mujeres con plenos poderes para ejercer su voluntad en el seno de la sociedad”
Emmeline Pankhurs, fundadora del movimiento sufragista británico.

Es ahora donde yo me pregunto, si la sociedad se supone ha evolucionado, por qué es que sigue una cultura de discriminación basada en conceptos probados erróneos y sin más fundamento que la generalización de estereotipos.

Hoy en día, apenas un 39% de la fuerza laboral es integrada por mujeres, y por cada 100 hombres que hay en puestos directivos, nos dice Guadalupe Cruz, hay tan solo 46 mujeres, que perciben tan solo el 84.3% de lo que ganan ellos. (Cruz, 2012)

            El principio mal fundamentado que rige la discriminación hacia las mujeres en la vida laboral, es de aquel el hombre supone ser el que sustenta financieramente la familia. Y claro por poseer “mayores y mejores” capacidades tanto físicas como intelectuales para desempeñar un puesto de trabajo… supuestamente.

Sin embargo que pasa cuando en México existen 4.5 millones de madres solteras, separadas o viudas, y de las cuales 6 de cada 10 asumen la jefatura del hogar, entonces cual es el pretexto para discriminar en cuanto a salario a estas mujeres que tienen al igual que un hombre, mantener un hogar y que por si fuera poco también tienen aquella responsabilidad, igualmente dictada culturalmente, de mantener el hogar limpio y hacer de todóloga en cuando se refiere al cuidado de los hijos.

            La ley federal del trabajo protege en la teoría, la igualdad de género exigiendo un mismo salario a un puesto de igual responsabilidades, no importando si se es hombre o mujer (aparte de aspectos como raza, color o capacidades) sin embargo, los problemas salariales no es el único problema en el ámbito de desigualdad laboral, como si fuera poco también se toman medidas discriminatorias en los requisitos de contratación a mujeres, sin mencionar, que muchas de estas igualmente sufren de acoso sexual. Como lo menciona Denise Dresser “El perfil de un país que exalta a las mujeres en el discurso cada Día Internacional de la Mujer pero las minimiza en la realidad. La actitud de una nación que no protege como debiera a la mitad de su población. El lugar donde 95% de las trabajadoras reportan haber sido víctimas del acoso sexual […] y por ello persisten las cifras que conmueven. Los datos que desesperan”  (Dresser, 2013)”

Todas las desgracias del mundo provienen del olvido y el desprecio que hasta hoy se ha hecho de los derechos naturales e imprescriptibles del ser mujer
Flora Tristán, escritora y pensadora feminista francesa de ascendencia peruana

Haciendo un paréntesis, es importante mencionar que nuestra cultura machista no se da exclusivamente por la opresión del hombre, si no que en base a una educación que va de generación en generación, muchas mujeres son las principales protagonistas en fomentar este concepto de sociedad al momento de educar a sus hijos. Al niño se le pide ser fuerte, no mostrar sus sentimientos, y se le da prioridad sobre la importancia de tener una educación y título universitario, mientras las niñas crecen siendo educadas a jugar a la comidita, a la mamá y cuando son adolecentes enseñarles a como atrapar a un buen partido, dando por secundario la educación en donde si llegan a la vida universitaria, muchas de estas sólo lo hacen para encontrar quien las mantendrá en un futuro. Este problema social también repercute en el ámbito laboral, al no contar con más mujeres profesionistas orientadas al desempeño laboral.

            Para concluir, creo que muy es importante estar consiente de estas desigualdades, para poder hacer algo al respecto. Primeramente las mujeres debemos estar conscientes de la forma con la que vamos a educar a nuestros hijos, el cambio viene de la formación. Las mujeres tenemos la responsabilidad y primeramente la gran oportunidad de cambiar a nuestra sociedad machista, desde la raíz, ya que en gran medida como eduques a tu hijo varón va a ser que este crezca para oprimir o ver como igual a su contraparte de género.

Hombres y mujeres somos diferentes, pero hay que aprender que tanto unos como otros tenemos caracteristicas fuertes como débiles. Es entonces, donde hay que aprender a distinguir y sustentar las diferencias para lograr una complementación laboral.

            Las capacidades de las mujeres en mucho son de gran utilidad y complementarias a aquellas de los hombres en los puestos laborales.  Se necesita una igualdad de liderazgo ya que creo que con un cambio de paradigma podríamos ver que lo que define a una mujer no son “debilidades” sino caracteristicas diferentes que son igual de poderosas e importantes que las de los hombres.

Está claro que la sociedad ha ido evolucionando hacia una cultura más equitativa tanto en el ámbito social como en el labora, sin embargo todavía nos falta un largo camino por recorrer.











REFERENCIAS
Castilla y León. STEs “El techo de cristal” Web. Recuperado el 25 de octubre de 2013. http://www.stecyl.es/Mujer/el_techo_de_cristal.htm
Cruz, Guadalupe. Cimacnoticias. Comunicación e información de la Mujer AC. (2012)”Mujeres en cargos directivos ganan menos que los hombres” Web. Recuperado el 25 de octubre de 2013. http://www.cimacnoticias.com.mx/node/61905  
Dresser, Denise. Proceso. Comunicación e Información, S.A de C.V. (2013) “México Machista” Web. Recuperado el 25 de octubre de 2013 http://www.proceso.com.mx/?p=337350
Forés, Sílvia. Cinco Días. Prisa. (2013) “Mujeres sin techo de cristal” Web. Recuperado el 25 de octubre del 2013. http://cincodias.com/cincodias/2013/10/10/economia/.html
Medina Brito, Ma del Pino. Tesis doctorales de Economía. “El alcance de la masculinidad” Web. Recuperado el 25 de octubre de 2013. http://www.eumed.net/tesis-doctorales/2006.htm
Notimex. Crónica.com (2013) “México tiene 4.5 millones de madres solteras, revela estudio” Web. Recuperado el 25 de octubre de 2013. http://www.cronica.com.mx/notas.html
Notimex. Crónica.com (2013) “Señala estudio que prevalece desigualdad laboral en México” Web. Recuperado el 25 de octubre de 2013 http://www.cronica.com.mx/notas.html
Roccatti, Mireille. “El ejercicio de los Derechos de la mujer y sus expectativas para el Siglo XXI” Web. Recuperado el 25 de octubre de 2013. http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/derhum/cont/18/pr/pr20.pdf
Strm.org “La participación de la mujer en el mercado laboral” Web. Recuperado el 25 de octubre de 2013 http://www.strm.org.mx/acso/partmujerlab.htm

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