Hasta ahorita nos ha
costado muy caro permitir que la impunidad, la corrupción y los malos hábitos
nos acompañen día con día.
Si nos ponemos a pensar,
la corrupción, la impunidad y el desempleo están muy ligados.
México tiene una de las
tasas más altas de impunidad en el mundo y no ha respetado niveles, desde altos
puestos políticos, puestos gerenciales, hasta personas que asaltan o roban en
las calles.
En internet podemos
encontrar muchos ejemplos de corrupción que se da a causa de los altos niveles
de impunidad que existen en nuestro querido país. Que digo muchos, internet
está repleto de artículos periodísticos que hablan sobre políticos robándose
cantidades millonarias, de otros que reciben una gran cantidad de dinero a
cambio de hacer o permitir que se realicen actividades ilegales. Hare un
pequeño recuento de algunas acciones que demuestran que el Gobierno nos hace
indirectamente una invitación a hacer lo indebido.
Podríamos hablar de cosas
negativas todo el tiempo, podría llenar más y mas cuartillas dando pruebas que
muchas personas no viven con suficiente honestidad actualmente, pero ese no es
el caso. Me gusta hacer que las personas cambien su pensamiento unos minutos,
un día, aunque excelente seria toda la vida. No pretendo que se adopten mis
opiniones, simplemente que desechemos los comentarios y los pensamientos
inútiles. ¿De qué nos sirve quejarnos todo el tiempo? Esto no quiere decir que
no nos importe lo que pasa en México, al contrario, amamos nuestro país y
debemos estar informados día con día de los sucesos, pero hagamos que realmente
valga la pena nuestra existencia en el país.
Tengo un solo propósito
para este texto, el cual se lograra hasta el final: reflexión. Las primeras líneas estarán llenas de
ejemplos y cifras para tener un punto de partida.
Comencemos hablando un
poco sobre las mujeres en México. Las mujeres no denuncian crímenes de
violencia ya que le temen a sus propios agresores. Esto viene de una conducta
machista y muchos hombres se les hace fácil violar sus derechos individuales.
Pongamos de ejemplo a Yucatán que según el INEGI 28 de cada 100 mujeres mayores
de 15 años han sufrido algún tipo de agresión sexual. ¡Es un dato alarmante!
Casi el 30% de las mujeres han sufrido agresión además de los casos que no
salen a la luz.
Por otro lado, actualmente
no se castiga a personas que explotan a los menores de edad. Tal vez deberían
de prohibir que los menores de edad laboren ya que ellos necesitan dedicarse a
estudiar, ir a la escuela, hacer tareas. Está comprobado que la familia no se
hace menos pobre si los hijos menores de edad trabajan, al contrario, se ha
demostrado que a la larga, si se hace un esfuerzo porque los pequeños estudien,
al final aportan más recursos económicos a la familia mejorando así la educación,
la pobreza. Pero también sé que si estas humildes familias están batallando
para conseguir el pan de cada día, ¿Cómo podemos decirles que los niños tienen
que ir a la escuela y que no deben contribuir al ingreso? Pongámonos en sus zapatos,
yo pensaría que es algo tonto. Pero lo que si se es que es total
responsabilidad del Estado proveer a las familias las facilidades para que los
menores puedan dedicarse totalmente al estudio.
Me llamó la atención lo
que dijo la senadora Angélica de la Peña Gómez: “El gobierno de México debe
atender las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a
través de los tratados suscritos por nuestra representación: “Hay que diseñar
programas que resuelvan esta situación irregular a partir de proveer a las
familias de lo necesario para que puedan sacar adelante a sus hijos en cada uno
de sus derechos: educación, juego, recreación, deporte, ocio” (2013); creo que
las cosas mejorarían si lo anterior se cumpliera.
Por la mañana en la
noticias, veo la problemática que existe porque muchos mexicanos quieren ir a
Estados Unidos a buscar el “Sueño Americano” y me llena de tristeza tal
situación. Porque deseamos una ciudadanía americana, cuando todo lo que
necesitamos esta aquí en nuestra tierra. Tal vez sea culpa nuestra, de nuestros
antepasados o de nuestros gobernantes. Todos, con cada pequeña acción
promovemos el cambio o la corrupción.
Veamos otra situación. Una
persona que quiere trabajar no consigue empleo, se dedica al comercio informal,
no le alcanza “la lana” y por ultimo decide robar. ¿Qué probabilidad hay de que
la policía lo detenga? En caso de que quede preso, ¿cuánto tendría que pagar
para salir o cuánto tiempo tendría que cumplir preso?
Escuché hace poco un caso
donde un ladrón se accidentó tratando de brincar la barda de un domicilio y
puso una demanda en contra del dueño de la casa y la ganó. El ciudadano tuvo
que cubrir los gastos de hospital del señor ladrón. Realmente quisiera entender
porque las leyes protegieron al ladrón y no al ciudadano que era padre de una
familia. Para reforzar lo anterior según el INEGI, en México, de 100 robos que
se cometen sólo se sentencian aproximadamente a 6 delincuentes.
Gran parte de esto está
ligado con el desempleo que existe en nuestro país. Las personas necesitan
trabajo y no lo encuentran y necesitan robar o cometer delitos para comer.
En una cena familiar
estábamos debatiendo sobre el porqué muchos adolescentes “le entran” al
narcotráfico.
Pensemos en una situación
ficticia que probablemente haya existido antes: un chico de 16 años el cuál
debería de cursar el bachillerato, tiene que dejar la escuela porque su madre
no tiene cómo alimentarlo a él y a sus pequeños hermanos, probablemente su
padre los ha dejado y vivir “al día” sería excelente para ellos pero ni esto
tienen; llega una persona y le ofrece 15 mil pesos mensuales además de despensa
para su hogar a cambio de portar siempre una arma, trasladar droga y asesinar a
unas cuantas personas enemigas del patrón; supongo que el pensará que es una súper
oferta ya que no tienen ni mil pesos semanales. Acepta.
Yo sé que algunos podrían
pensar que no importa nada de su historia y lo correcto sería negarse, pero
también sé que la mayoría de los que decimos eso estamos en estos instantes en
una situación mucho mejor en nuestros hogares, tenemos un techo, tenemos
minisplit, calentador, un gran refrigerador con mucha comida de nuestra
preferencia, fuimos al cine la semana pasada, seremos anfitriones de una carne
asada el próximo domingo, agua tibia al bañarnos, y muchos otros lujos que este
chico no tiene. Al contrario, el sufre hambre y no solo él sino su madre y sus
hermanos también. No digo que esté bien, ni siquiera lo estoy justificando pero
si me gusta ponerme en contexto un poco, no criticar sin pensar. Los hombres
deberíamos de tratar de obtener más sabiduría en vez de dinero.
Para reforzar lo anterior
según el INEGI, en México, de cada 100 homicidios registrados sólo se logra
castigar aproximadamente a 6 delincuentes.
Ahora hablemos un poco
sobre casos de extorsión. Durante el 2017 se llegó a una cifra récord de 7,272
denuncias, multiplicándose 8 veces el número desde el año 2000, el INEGI no menciona
cuántas fueron debidamente castigadas pero sí menciona la tasa general de
impunidad en México: 92%. También el 91% de los mexicanos cree que los partidos
políticos son extremadamente corruptos, seguido de los policías con el 90%.
Creo que son muy pocas
denuncias para lo que se ha vivido los últimos años en materia de corrupción y
esto quiere decir que todos los actos de extorsión que no se registraron no
fueron castigados. De las 7,272 denuncias en el 2012 aproximadamente en 6,690
casos no se llegó a la debida justicia, ¿demasiado verdad? Sumémosle ahora
otras miles que no se denunciaron, sumémosle ahora las que son
“insignificantes” o que no dañan a nadie como esa mordida al tránsito que la
mayoría de los conductores hemos dado. ¿Cómo podemos confiar en un gobierno que
no castiga a quienes engañan?
Jamás olvidare una escena
de una película donde un hombre la estaba pasando muy mal en casa y con su
esposa ya que iban a tener un bebe y él tenía
un trabajo muy mal remunerado; con algo de suerte va a trabajar a una fábrica
donde en poco tiempo sube de puesto dada su dedicación. Un día uno de los
directores junto con un gerente le ofrecen ser supervisor de las importaciones,
un trabajo donde ganaría el sueldo de sus sueños. Le explican de lo que se
encargaría en ese trabajo y antes de despedirse mencionan que ellos han tomado
mercancía para venderla por su cuenta y ganar algo de dinero extra. El también
podría recibir algo de las ganancias pero no podría decir nada a los socios
inversionistas. El hombre titubea no sabiendo que decir y ellos le ofrecen
pensar la propuesta el resto del día. El verdaderamente pasa una mala tarde
tratando de saber que debería hacer: su hijo estaba por nacer, estaban viviendo
al día y el realmente necesitaba el puesto. Al día siguiente, llega a la
oficina del director muy triste y cuando le preguntan cuál fue su decisión, les
dice que no puede aceptar el trabajo. En ese momento se pone de pie el
director, le da la mano y le dice: “El trabajo es suyo, usted demostró ser una
persona honesta e integra y es lo que esta empresa necesita”.
Algunos dirán que tal vez
soy muy sentimental y positiva y que lo de hoy es tatuarse la frase de “El que
no tranza, no avanza”. No importa lo que piensen algunos, espero no sean la
mayoría y si es así, estoy segura que aún se puede lograr un cambio.
Tenemos las riendas de
México en nuestras manos. Así como lo negativo se contagia, lo positivo también
se logra. Con una persona es suficiente. Todo lo anterior solo son ejemplos de
cosas reales que están en el mundo, no solo hay que encerrarnos en nuestra
burbuja pensando que afuera todo es perfecto como a nuestro alrededor. Sé que
muchos jóvenes se interesan solamente por los amigos, la ropa, las marcas,
popularidad, ¿A dónde iremos el fin?, etc. Pero, ¡despertemos! Afuera hay
problemas, afuera se están muriendo muchos, afuera la gente tiene hambre,
afuera las mujeres sufren maltrato, afuera algunos políticos gastan nuestro
dinero en lujos. Es preocupante y tenemos que actuar.
La semana pasada
platicaba con un compañero de clase y le comentaba que en la empresa donde
trabajo, algunos empleados entrevistan a los candidatos para puestos
gerenciales y con sus comentarios, los directivos escogen al mejor para
liderarlos. La gente es feliz cuando la toman en cuenta. Mi compañero me dijo
que creía que eso no estaba correcto ya que no es posible que empleados sean
tomados en cuenta para decisiones tan importantes como esa, ¿Cómo? ¿Entonces si
fueras presidente no le preguntarías al pueblo que es lo que quiere porque el
pueblo no es apto para tomar decisiones tan importantes? A la gente se le
escucha, se le pregunta su opinión y la mayoría de las veces hay sorpresas.
Miremos a todos como si
fueran lo que podrían llegar a ser, seamos astutos. ¿De qué te sirve crear una
gran empresa que te reporte mucha utilidad si tienes trabajando para ti a
muchos jefes tiranos que no ayudan al crecimiento del personal en cargo? ¿De qué
sirve tener tanto dinero y a todo tu capital humano infeliz?
Debemos aprender a ser
sensibles, si somos emprendedores y creamos algún negocio debemos ir más allá y
ver que daremos empleo a muchas personas, daremos esperanza, daremos
subsistencia. Y si tienes la oportunidad de cambiar las vidas de todas esas
personas, tendrás mayor satisfacción aun.
En 20 años este país nos
pertenecerá a nosotros y debemos estar preparados para saber qué haremos con él.
Bibliografía
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