Hoy en día escuchamos la constante pelea entre el
comunismo y la religión católica. Particularmente en México, muchos católicos
se negaban a votar por Andrés Manuel López Obrador debido a que ellos lo
criticaban por ser un socialista que “le iba a quitar bienes a los ricos y quería
dárselos a los pobres”. Se sabe que en México, un gran porcentaje de los
ciudadanos son católicos, por lo tanto Andrés Manuel tenía una gran desventaja.
Sin embargo, a pesar de tantas críticas, el candidato tenía muchos votos y era
posible que ganara. ¿De dónde surgió esta pelea entre las clases sociales? Para
contar esta historia, es necesario ver el contexto varios años atrás.
Empezando en el siglo XVIII en Gran Bretaña y
posteriormente en el resto de Europa, la revolución industrial fue el periodo
de transformación laboral más significativo en la historia humana. Durante este
tiempo varios países se sometieron a varios cambios que trajeron consigo consecuencias
demográficas, sociales y económicas. En estos países se observó cómo los
ciudadanos migraban de los campos hacía la ciudad en busca de mejores
oportunidades, cómo se dejaba de trabajar a mano y empezaba el uso de la
maquinaria industrial. Además marcó el comienzo del capitalismo, la orden
socio-económica que permite que las personas jurídicas sean dueñas de activos
de capital y los utilicen libremente como una herramienta de producción.
Existía una gran diferencia entre los empresarios de las empresas crecientes y
los obreros que trabajaban allí. Los obreros sufrían de largos días de trabajo,
estaban siendo expuestos a condiciones de trabajo peligrosas y además no les
pagaban lo suficiente. A esto se le añadía la pobreza extrema y la falta de
seguro social o de gastos médicos. Mientras tanto, los dueños eran la parte
rica de la población, siendo un porcentaje muy chico de ella. Por primera vez
se observó una clara distinción de clases y desigualdad económica en un sistema
político libre.
A la clase obrera se le otorgó el nombre de
proletariado, término cuyo origen venía del derecho romano para referirse a la
clase más pobre que sólo servía para tener hijos y meterlos al ejército. La
nueva definición de la palabra vino del manifiesto del partido comunista de Marx
y Engels, publicado en 1848. En su escrito, los comunistas argumentaban que
debería de existir un nuevo sistema político en el cual los “proletariados”
tuvieran mejores salarios debido a que lo único que ellos tenían para aportar
era su mano de obra. Otra de las cosas que querían era la abolición de la
propiedad burguesa para evitar que existiera esa explotación de los
trabajadores necesitados por parte de los ricos ignorantes. Algunos de los
capítulos de este manifiesto son agresivos y promueven que los trabajadores se
encararan al gobierno, insatisfechos de sus derechos.
¿Acaso esta oposición agresiva de los trabajadores era
lo necesario para su justicia? La iglesia católica pensaba que no. Por eso el
15 de Mayo de 1891, el Papa León XIII publicó la primera encíclica social. Con
esta carta, el Pontífice contestó y encaró a los comunistas para proponer una
mejor solución. Al tema de eliminar la burguesa para tener igualdad, el Papa
opinó que la “medida es tan
inadecuada para resolver la contienda, que incluso llega a perjudicar a las
propias clases obreras; y es, además, sumamente injusta, pues ejerce violencia
contra los legítimos poseedores, altera la misión de la república y agita fundamentalmente
a las naciones” (León XIII). El Papa
comentaba que al quitar el salario libre, que ofrecía el capitalismo, los
obreros serían afectados ya que les arrebatarían la posibilidad de mejorar su
economía personal.
Sobre
la formación de sindicatos, la iglesia comentaba que ellos le daban el buen
visto, sin embargo, tenían que formarse con prudencia. También mencionaba que
el gobierno debía proteger a “estas asociaciones de ciudadanos, unidos con
pleno derecho; pero no se inmiscuya en su constitución interna ni en su régimen
de vida.” (León XIII). Lamentablemente los sindicatos en México si se meten con
el gobierno para tener algo de poder político y negociar para su interés
colectivo. El ejemplo más claro y criticado es el de la Maestra Elba Esther
Gordillo con el sindicato de maestros.
El Pontífice
hace referencia al salario mínimo dentro de su encíclica al decir que sí se
necesitaba encontrar un salario justo pero que eso también debería de decidir
los empresarios, debido a que confiaban en que ellos actuarían con el corazón
para no perjudicar a los pobres. En el caso de que los empresarios no actuaran
con integridad, habría leyes para prevenir el maltrato. “Cierto es que para establecer la medida del salario con justicia hay
que considerar muchas razones; pero, generalmente, tengan presente los ricos y
los patronos que oprimir para su lucro a los necesitados y a los desvalidos y
buscar su ganancia en la pobreza ajena no lo permiten ni las leyes divinas ni
las humanas.” En este punto difieren mucho el capitalismo, representado por
la religión católica, y el comunismo. Los comunistas hacían referencia a los
humanos como envidiosos y no considerados, mientras la iglesia intentaba verle
lo bueno a cada individuo.
El Rerum Novarum también influyó en algunos
de los sucesos políticos mexicanos, como la caída del porfiriato y la
revolución. Hay quienes dicen que la publicación del Papa fue meramente
política. Se sabe que en varias ocasiones han ligado a la iglesia católica con
política en algunos países. Lo más interesante es que el 24 de Marzo del año
pasado, el Papa Benedicto XVI llegó a México y fue recibido por el ex
Presidente Felipe Calderón. Este viaje ‘coincidió’ con las fechas antes de las
campañas políticas, lo que nos hace dudar ¿Acaso fue una estratégica política?
Referencias bibliográficas
Papa León XIII (1891), Carta Encíclica Rerum Novarum
http://www.vatican.va/holy_father/leo_xiii/encyclicals/documents/hf_l-xiii_enc_15051891_rerum-novarum_sp.html
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Marx y Engels (1848), El
Manifiesto del Partido Comunista
http://www.marxists.org/archive/marx/works/1867-c1/index.htm
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Ramírez, M. (1987). Rerum
Novarum en México: cuarenta años entre la conciliación y la intransigencia
(1891-1931). Revista Mexicana De Sociología, (3), 151. doi:10.2307/3540480
Orozco, J. (1993). ENCICLICA
SOCIAL DEL PAPA EN EL CENTENARIO DE LA RERUM NOVARUM. (Spanish). Xipe Totek,
2(1), 78-86.
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