A través de los años el rol
de la mujer en nuestra sociedad ha ido cambiando poco a poco. De ser una
sociedad con un enfoque “machista”, considero que se han ido eliminando ciertos
paradigmas en cuanto al rol de la mujer en el área laboral. Sin embargo, aún
existen empresas en donde no se respetan las condiciones laborales en las
cuales las mujeres deben trabajar, tal es el caso de la maquiladoras.
Este tema me parece muy
interesante, ya que recientemente tuve la oportunidad de ver un documental en
el cual mostraban las condiciones laborales que tenían que soportar las
mujeres, por lo que sentí la necesidad de investigar más al respecto. A lo
largo de este ensayo analizaré las causas por las cuales las maquiladoras prefieren
contratar mujeres, así como demostrar el hecho de que no son tratadas por
igual, ya que las políticas de trabajo no son puestas en práctica de acuerdo a
la legislación laboral y las condiciones laborales son mucho peores de lo que
imaginamos.
En México, la presencia de
la mujer en el sector maquilador se hizo más notable durante los años 70’s en
la zona fronteriza con EUA, particularmente en Ciudad Juárez, Chihuahua, debido
a la demanda laboral y las exigencias del mercado textil que condujeron a la
contratación de miles de mujeres bajo condiciones de trabajo verdaderamente
insostenibles, que incluían jornadas laborales de más de 12 horas diarias, con
salarios mínimos, sin derecho a prestaciones básicas como salud, vivienda o el
reconocimiento de la antigüedad laboral para tener derecho a jubilarse. No
obstante, la lucha por adquirir mejores condiciones de trabajo se tornaba casi
imposible al no existir organizaciones sindicales que lucharan por la defensa
de sus derechos. (Toledo, 2010)
La justificación para el
empleo de mujeres en la industria maquiladora tiene sus raíces en los
principios ideológicos que consideran como un hecho la inferioridad de las
mujeres en la realización de actividades intelectuales y políticas y su
preferencia a realizar tareas tediosas y repetitivas. La “justificación” social
es que las mujeres generalmente tienen baja escolaridad y sin experiencia
laboral, lo que no les permite tener un marco de derecho laboral. El uso de
mano de obra femenina es visto como una garantía en términos de producción. De
hecho, los dueños de las maquiladoras creen que las mujeres son menos
problemáticas que los hombres, debido a que poseen capacidades "
innatas" y rasgos de personalidad que las hacen trabajar de manera más
productiva.
Según un estudio de la
Confederación Mundial del Trabajo en “El fenómeno maquilador en México y
Honduras”, para los empresarios, la mano femenina debe ser dócil, disciplinada
y paciente, con destrezas para realizar determinado tipo de tareas que son
extensión de las tareas domésticas y otras que se les ha inculcado a través de
los procesos de socialización. Sin embargo, la realidad revela que las mujeres
son contratadas porque soportan con mayor facilidad la carga de trabajo y
porque se les imponen grandes tareas de producción y ciertas condiciones que el
hombre regularmente no aceptaría.
Las principales quejas que
se dan en torno a las maquiladoras son las siguientes: trabajan largas horas,
de 12 a 14 sin interrupciones, paga insuficiente, requerimiento ilegal de
prueba de embarazo antes de contratarlas, malos tratos, problemas de salud y
violación de la Ley de Seguridad Social. En un estudio reciente basado en los
derechos humanos de la mujer, el investigador participó en un estudio de
maquiladoras ubicadas en diversos lugares y se descubrió que hay una gran
cantidad de mujeres que trabajan en un pequeño espacio que está poco iluminado
y mal ventilado, se quejaron de que durante todo el día , no se les da nada de
agua para evitar que pidan permiso para ir al baño e interrumpan la producción,
y se les trata como objetos sexuales por parte de sus empleadores.
Debido a la falta de higiene
y a las pobres condiciones de trabajo, las mujeres sufren de hinchazón en los
pies y piernas, pérdida de cabello , alergias en la piel, resfriados
constantes, infecciones urinarias y gastritis. El permiso para ir al médico con
frecuencia se les niega y les amenazan conhacerles un descuento en el salario.
Una mujer que trabaja en una maquiladora declaró: "En las maquiladoras nos
explotan mucho, todo el día estamos trabajando tan rápido como una máquina, sin
ningún tipo de protección. Las condiciones son tan malas que nos enfermamos muy
a menudo y cuando los empleadores se cansan de nosotras, con una mano en la
cintura nos despiden ya que no tenemos ninguna garantía o seguro de empleo.” Lo
que muchas mujeres no saben es que la Ley Federal del Trabajo en el artículo
172 establece que en los establecimientos donde las mujeres trabajan, los
empleadores deben tener una considerable cantidad de sillas para su disposición.
Para muchos de nosotros, el
trabajo puede parecer fácil porque los movimientos son precisos y no hay
confusión en el orden de las operaciones. La velocidad a la que trabajan lo
hace parecer como algo sencillo y relajado, cuando en realidad la actividad es
monótona, exhaustiva y agotadora. Esta actividad repetitiva limita la
creatividad y, por lo tanto, está infravalorada. Otro aspecto que afecta a su
bienestar es que debido a que el trabajo es muy rápido, " piezas " a
menudo se acumulan, y cuando esto sucede, las mujeres reciben reprimendas y
castigos que a menudo pueden terminar en el despido o, por lo menos, trabajar
un turno extra de noche por una semana entera.
Las “reglas” de las
maquiladoras establecen una gran cantidad de sanciones, por ejemplo, las
mujeres tienen prohibido comer, hablar, jugar y leer en el lugar de trabajo,
pararse, fumar o hablar por teléfono. Existen sanciones por desobediencia,
demandas, retrasos, ausencias (más de tres meses es una causa de suspensión
permanente). Además, los contratos son de carácter temporal en el 41% de los
casos, y el 8% carecen de é, lo que significa que el 49 % de los casos están
llenos de inestabilidad respecto a su futuro.
Las maquiladoras regularmente
han sido criticadas por ofrecer puestos de trabajo mal pagados y un ambiente de
trabajo estresante. Específicamente, las maquiladoras requieren que los
empleados soporten largas horas de trabajo, con pocos períodos de descanso,
para realizar tareas repetitivas a un ritmo extremadamente rápido, y soportar
una fuerte presión para satisfacer la producción. Los efectos del ambiente
físico en estos trabajadores también ha sido un motivo de preocupación, debido
a la exposición a sustancias químicas tóxicas, la mala ventilación e iluminación,
el ruido y calor excesivo, vibraciones y maquinaria peligrosa.(Guendelman, 2003)
Una situación crítica para
estas mujeres es el hecho de que muchas de ellas trabajan con sustancias
peligrosas y ácidos que son muy delicados de manejar. Si no se utilizan como se
indica o si algo sale mal en el procedimiento, podría explotar y causar daños
graves tales como quemaduras en la piel, pérdida de la vista, problemas
pulmonares, etc. Aunque el trabajo es riesgoso y necesitan ser capacitados para
hacerlo correctamente, los dueños de las maquiladoras pagan lo mismo que
cualquier otro puesto.
Propietarios de las maquilas,
pensando que la producción es la más importante , han encontrado maneras de
aumentarla a través del uso del "standard". El standard supuestamente
son las operaciones totales que un trabajador puede hacer por hora. Esta es la
forma "legal" para explotar a los trabajadores, porque la Ley Federal
del Trabajo no permite la ampliación de las horas de trabajo o reducción de
salarios. Para contextualizar debo mencionar que hay una diferencia esencial
entre el standard requerido por las empresas en los Estados Unidos, donde es
considerado como una meta a alcanzar, y el requerido en México, donde el
standard es lo mínimo que todo trabajador debe realizar para mantener su
trabajo (Iglesias,2001).
En estas empresas, también
hay un alto índice de rotación en el empleo, lo que significa menos beneficios
y compensaciones pagadas a los trabajadores. Mientras que algunos trabajadores
salen de las maquiladoras para casarse y la maternidad, muchos otros la dejan
porque están agotados físicamente o mentalmente. De hecho, la duración media es
de tres años, por lo lo que las empresas cambian constantemente de personal,
sin darles la oportunidad de acumular experiencia.
Los salarios que reciben las
mujeres son mucho más bajos que los de los hombres. Si bien los salarios
mínimos en México son los mismos para hombres y mujeres, a ellas se les ofrecen
los empleos peor pagados. El Plan Nacional de Desarrollo considera la igualdad
de género como un componente importante de la estrategia de desarrollo
económico general del país a través de "la promoción de programas y
acciones que garantizan a la mujer igualdad de oportunidades en la educación,
la formación y el empleo”.
Pero la realidad es muy
diferente, de hecho el salario que reciben las mujeres no aumenta de acuerdo a
los años que han trabajado en la maquiladora ni por su excelente rendimiento y
la experiencia adquirida. La única manera de ganar más dinero es cubriendo el máximo
de horas extra, lo que significa más cansancio físico. La verdad es que muchas
mujeres no actúan como debieran porque no conocen sus derechos y tienen miedo
de hablar y enfrentar a sus empleadores. Dentro de las maquiladoras hay mucha represión
y por lo tanto muchas mujeres no quieren
oír ni hablar de huelgas, por temor a perder su trabajo.
Las condiciones de trabajo
son mucho peores de lo que imaginamos, ya que causan daño a la salud de las
mujeres que suelen ser irreparables. Una trabajadora de una fábrica en Tijuana
menciona que el olor que los productos químicos y la soldadura producen penetra
a través del lugar de trabajo, el ruido de las máquinas produce dolores de
cabeza, y hay una gran cantidad de humo que sale de las máquinas. Ella menciona
que la bata y las máscaras que la fábrica les da no son realmente para proteger
a las mujeres, sino que se utilizan realmente para proteger el material de modo
que esté completamente limpio cuando pase por el departamento de calidad.
En
conclusión, es evidente que las mujeres que trabajan en maquiladoras no son tratadas de una manera
digna. Han recorrido un largo camino para ser aceptadas en el mercado de
trabajo, y aunque hoy en día no se les prohíbe trabajar, las condiciones en que están contratadas
son lamentables. Los empleadores ponen un montón de obstáculos una vez que
entran en el lugar de trabajo, empezando por el hecho de que sus posibilidades
de promoción o aumento de sueldo son casi nulos debido a la velocidad de
rotación. Se enfrentan cada día con la inestabilidad laboral, tareas monótonas,
condiciones inadecuadas de seguridad y prevención de las enfermedades y
reglamentos absurdos que las limitan hasta para ir al baño.
Las
mujeres no reciben el mismo trato en el lugar de trabajo, está claro que hay
preferencias de género que no coinciden con el artículo 164 de la Ley Federal
del Trabajo "las mujeres gozan de los mismos derechos y tienen las mismas
obligaciones que los hombres".
Entonces,
¿qué se puede hacer para mejorar estas condiciones que las mujeres están
pasando si no tienen otra opción más que trabajar en una maquiladora? Creo que
en primer lugar deben aprender y ser consciente de la existencia de sus
derechos, y de esta manera exigir un trato digno y equitativo. También es muy
importante promover la igualdad de género, no sólo en el lugar de trabajo, sino
en todos los aspectos, incluidos la vida familiar y social.
Carrilo,
J., & Hernández, A. (2001). Mujeres fronterizas en la industria maquiladora.
México, D.F.: Secretaría de EducaciónPública.
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MAQUILAPOLIS [city of factories] [Documentary].Mexico:
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Guendelman, S. (2003, November
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October 16, 2012, from http://www.clas.berkeley.edu/Events/fall2003/11-10-03-guendelman/index.html
Toledo,
C. (2010, March 6). El papel de la mujer trabajadora en la industria de la
maquila. Militante. Retrieved
October 21, 2013, from http://militante.org/papel-mujer-en-industria-maquila
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