domingo, 1 de diciembre de 2013

Trabajemos por los niños Natalia Aguilar Treviño




México es un país que durante muchos años ha buscado crecer, tener una posición importante y privilegiada en la economía mundial y llegar a ser una potencia importante. Durante todo éste tiempo y a lo largo de la historia se han dado muchos cambios, mismos que han transformado y llevado al país al lugar en donde se encuentra actualmente, y los cuales también han logrado cambios en su pueblo y en su cultura.

Las prioridades y necesidades de los mexicanos fueron cambiando con el paso del tiempo, y con esto su forma de vida, la industria, y la forma en la que el país tomaba su rumbo como economía. Uno de los principales cambios que ha ido de la mano con los que el país ha enfrentado es el trabajo. Anteriormente, era común que la mujer y los hijos estuvieran en casa mientras que el padre se encargaba de trabajar para mantener a su familia. Sin embargo, algo que siempre ha estado presente en nuestro país, pero que en los últimos años se ha desatado de una manera alarmante es el trabajo infantil.

Primeramente, debemos tener muy presente qué es el trabajo. De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, el trabajo es el conjunto de actividades humanas, remuneradas o no, que producen bienes o servicios en una economía, o que satisfacen las necesidades de una comunidad o proveen los medios de sustento necesarios para los individuos (OIT, Organización Internacional de Trabajo, 2013). Aún cuando el trabajo debe prestarse en condiciones que favorezcan al trabajador y que le permitan desarrollarse, en algunas ocasiones no es así, por lo que es necesario aclarar, que se busca que las personas puedan ejercer su trabajo de una manera decente.

 De acuerdo con la Ley Federal del Trabajo, el trabajo decente es aquel en el que se respeta plenamente la dignidad humana del trabajador; no existe discriminación por origen étnico o nacional, género, edad, discapacidad, condición social, condiciones de salud, religión, condición migratoria, opiniones, preferencias sexuales o estado civil; se tiene acceso a la seguridad social y se percibe un salario remunerador; se recibe capacitación continua para el incremento de la productividad con beneficios compartidos, y se cuenta con condiciones óptimas de seguridad e higiene para prevenir riesgos de trabajo (Ley Federal del Trabajo, 2012).

Ahora bien, ¿es posible creer que cualquier forma de trabajo infantil se puede efectuar de manera decente? La respuesta es no. El trabajo infantil, es aquél tipo de trabajo que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico (OIT, Organización Internacional de Trabajo, 2013), es decir, todo tipo de trabajo que les impide a los niños ir a la escuela, los obliga a dejarla o que simplemente es muy pesado. Sin embargo, aquél que no afecta a la salud de los niños en ninguno de sus tipos, y que no impiden su desarrollo personal o escolar, se puede considerar como una participación positiva, ya que permite que los niños aprendan a trabajar y puedan ser productivos para la economía del país en un futuro, sin embargo  no es considerado como trabajo infantil, debido a que no se da en las condiciones anteriormente mencionadas.

Es claro, que no está solamente la existencia del trabajo infantil, sino que éste se puede dar de formas que resultan altamente dañinas para aquellos niños que lo prestan y que son las peores formas de trabajo infantil, por ejemplo cualquier forma de esclavitud, la venta o trata de niños, el trabajo forzoso, el reclutamiento para guerras o conflictos armados, la prostitución y pornografía, la contratación de niños para actividades ilícitas, y todo aquello que debido a las condiciones en las que se presta pueda dañar la salud o la seguridad de los niños. Ésto no quiere decir que algún otro tipo de trabajo infantil sea bueno ya que ninguno lo es, sino que éstos tipos de trabajo son aún peores que los demás.

En México, la Ley Federal del Trabajo menciona en algunos de sus artículos lo referente al trabajo infantil. Primeramente en el artículo 22 menciona que queda prohibida la utilización del trabajo de los menores de catorce años y de los mayores de ésta edad y menores de dieciséis que no hayan terminado su educación obligatoria. Por su parte, es posible que aquellos mayores de 14 y menores de 16 años puedan trabajar siempre y cuando muestren certificados médicos en donde se mencione que están aptos para trabajar. Asimismo, aquellos menores de 16 años que trabajen deben contar con sus vacaciones anuales pagadas mismas que deberán de ser de 18 días laborables por lo menos, días de descanso obligatorios, y no pueden trabajar más de 6 horas, mismas que deberán dividirse en periodos máximos de 3 horas además de contar con una hora de descanso (Ley Federal del Trabajo, 2012)

Por su parte, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, en conjunto con el INEGI y con el fin de obtener una mayor idea de cuáles son las estadísticas y qué es lo que pasa con el trabajo infantil en México, desarrollaron el Módulo de Trabajo Infantil, que es un anexo de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo. Ahora bien, de acuerdo con datos del Módulo de Trabajo Infantil, al año 2011 había en el país 28.9 millones de niños de entre 5 y 17 años. De todos estos niños, al 2009 había 3.2 millones de niños que se mantenían ocupados, es decir que ejercían un trabajo, sin embargo al 2011 ésta cifra se redujo a 3 millones (INEGI, 2011).  De esos 3 millones de niños que son económicamente activos, el 39.1% no asiste a la escuela, es decir que 1.2 millones de niños no asisten a la escuela, y de los cuales un 72.3% son niños y un 27.7% niñas (INEGI, 2011).

Es importante mencionar, que de estos 3 millones de niños que trabajan, el 29.5% se dedican a actividades agropecuarias, un 26.7% a la industria de servicios, y un 25.4% al comercio, seguidos finalmente por la industria de manufactura y construcción (INEGI, 2011). Además, un 44.1% de los niños no reciben ingreso por su trabajo, lo que nos lleva a recordar el trabajo decente, por lo que aún cuando el trabajo infantil no puede ser considerado decente, el hecho de que no sea remunerado es aún peor. 

La mayor parte de las veces, los niños ejercen un trabajo peligroso que puede afectar diversos aspectos de su vida. Un trabajo peligroso es todo trabajo que se realiza en un entorno laboral peligroso o insalubre, cuyas deficiencias en cuánto a nivel de seguridad y salud podrían causar la muerte, lesión o enfermedad. Cabe señalar que algunas lesiones pueden ocasionar una discapacidad permanente, ya que los problemas de salud ocasionados por el trabajo en la infancia no suelen manifestarse sino hasta que el niño es adulto (OIT, Organización Internacional de Trabajo, 2013).

Algunas de las consecuencias del trabajo infantil peligroso son que un 4% de ellos sufren enfermedades de trabajo o accidentes, un 5.5% trabaja en lugares inapropiados, como por ejemplo minas, ríos lagos o mares, pisos elevados o andamios, calles cruceros o avenidas, así como bares, cantinas y centros nocturnos. Además, un 28% se encuentra expuesto a riesgos, por ejemplo, polvo, gases o fuego, ruido excesivo, temperaturas extremas, herramientas peligrosas y maquinaria pesada, productos químicos y explosivos (INEGI, 2011).

Las estadísticas son alarmantes, por lo que es preciso que se tomen medidas para poder erradicar éste tipo de actividades que siguen siendo tan comunes no sólo en nuestro país, sino alrededor del mundo, y que impiden que la economía y productividad del mismo pueda ser del todo buena, y no únicamente eso, sino que además puede llegar a afectar gravemente la salud psicológica, física y emocional de los niños, así como otros aspectos de su vida como la seguridad y dignidad. Es debido a esto, que algunas organizaciones y países han comenzado a tomar acciones en pro de erradicar el trabajo infantil.

La Organización Internacional del Trabajo, por su parte ha desarrollado el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC), el cual fué creado en el año de 1992, y que tal y como su nombre lo dice, tiene como objetivo abolir de manera progresiva el trabajo infantil. Está guiado por los principios consagrados en el Convenio número 138 sobre la edad mínima y el Convenio número 182 sobre las peores formas de trabajo infantil de la OIT y es operado en 88 países y es el programa más amplio del mundo en su género y el más grande programa operativo individual de la OIT (OIT, Organización Internacional de Trabajo, 2013). Busca alcanzar su objetivo promoviendo el programa en diversos países para que cada uno contribuya a erradicar este mal y a concientizar a los demás. Sin embargo, a pesar de que busca de manera general erradicar el trabajo infantil, como todo programa, tiene prioridades, por lo que primeramente busca eliminar todos aquellos tipos de trabajo infantil que son considerados como los peores, mismos que fueron mencionados anteriormente.

Como parte de las acciones y programas alternos que lleva a cabo el IPEC, creó una iniciativa de Defensa de los Derechos del Niño a través de la Educación, las Artes y los Medios de Comunicación (SCREAM). Es una iniciativa que busca ayudar a los educadores del mundo para crear en todos los jóvenes conciencia sobre las causas y consecuencias del trabajo infantil, pero lo hace de una manera diferente a los demás programas, ya que busca hacerlo mediante el arte y la cultura, logrando que la iniciativa sea más atractiva y fácil de entender para los jóvenes (OIT, Organización Internacional de Trabajo, 2013).

Además del programa IPEC, la OIT es la principal organización que ha buscado abolir el trabajo infantil, y sus diversas acciones lo demuestran. En el año 2002, la Organización instituyó el primer Día mundial contra el trabajo infantil, mismo que es celebrado el 12 de Junio y busca crear conciencia en las personas mediante una campaña en contra del trabajo infantil, y además busca que los gobiernos, organizaciones, escuelas y todas las personas interesadas apoyen esta causa.

Para poder lograr el objetivo de erradicar el trabajo infantil, no basta solamente con que las organizaciones a nivel mundial realicen campañas y programas en pro de la causa, sino que además cada uno de los gobiernos de los países también colaboren para que el trabajo infantil pueda desaparecer. Por su parte; en México, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social realiza una campaña para la erradicación del trabajo infantil, misma a la que la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) ha decidido unirse (El Economista, 2013). Esto se debe a que en el artículo 173 de la Ley Federal del Trabajo se menciona que  La Secretaría del Trabajo y Previsión Social en coordinación con las autoridades del trabajo en las entidades federativas, desarrollarán programas que permitan identificar y erradicar el trabajo infantil (Ley Federal del Trabajo, 2012). Además, en México existe la Comisión Intersecretarial para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil, que busca suprimir el trabajo infantil, y que a su vez también se ha unido a la Concamin y la STPS para realizar acciones conjuntas en pro de la abolición de éste tipo de trabajo. 

Es muy difícil para los diversos países y organizaciones poder generar un cambio y contribuir a la erradicación del trabajo infantil si el país no se encuentra bien en los diversos aspectos que abarca su economía y si no se concientiza a la población de la importancia de éste hecho. México es una economía que aunque en los últimos años ha podido sobresalir, aún hacen falta muchas medidas que permitan que el país cuente con una economía estable. Si la economía del país se encuentra en equilibrio, no existen problemas tal como lo es el trabajo infantil. 

Aún cuando ha habido progresos en cuanto al trabajo infantil; ya que de acuerdo con las estadísticas el número de niños que trabajan se ha reducido, aún hay mucho por hacer. No basta simplemente con que las organizaciones importantes busquen erradicar éste problema, sino que es necesario que se pueda realizar en conjunto con las dependencias de gobierno y los ciudadanos. ¿Cómo se puede erradicar el trabajo infantil si aún existen personas que contratan niños? Esto no se puede lograr así. Es necesario que se tomen medidas más severas en contra de aquellas personas o empresas que aún contraten menores de edad.

En México, el trabajo infantil aún es uno de los mayores retos que existen en cuanto a materia laboral. No es permitido, que los patrones se aprovechen de la necesidad de los niños para contratarlos. La mayor parte de las veces los niños se ven obligados a trabajar para poder aportar dinero al hogar, para ayudar con el gasto que implican sus estudios o simplemente para poder sobrevivir. Sin embargo, esto no se soluciona si ellos trabajan, sino con el trabajo que puedan tener los padres. Es preciso que el gobierno ofrezca mejores oportunidades de empleo para todos los mexicanos, para que de esta manera los padres puedan trabajar y poder mantener a su familia con el salario que obtienen, y así los niños no se vean forzados a trabajar. No existe forma de trabajo infantil en la que se respeten los derechos humanos de los niños. 

El hecho de que los niños trabajen no solamente afecta al país económicamente y a las empresas en cuanto a productividad, sino que además hace más grande el círculo de la pobreza, misma que a su vez es una de las principales causas del trabajo infantil. 

Es necesario que se tomen medidas urgentes para poder acabar con éste problema. Respecto al gobierno, es necesario crear conciencia en la sociedad y los empresarios mediante campañas y acciones en pro del fin del trabajo infantil. Por su parte, los empresarios, deben ser obligados por el gobierno a no aceptar bajo ninguna circunstancia que niños menores de edad trabajen en sus instalaciones. Esto no lo deben hacer solamente por el hecho de que el gobierno se los pida, sino por el hecho de ser una persona ética, que tiene valores y que a su vez está contribuyendo a respetar los derechos humanos de los niños, ya que no los estarían ayudando por el hecho de contratarlos, sino por el contrario, al no contratarlos.

El hecho de que los niños trabajen limita su desarrollo físico, psicológico y emocional, al tiempo que trunca su desarrollo educativo. Es necesario que se ofrezcan mayores programas educativos y apoyos en la educación básica para que de ésta manera los niños continúen con sus estudios y no los dejen por la necesidad de trabajar y contribuir al hogar o sobrevivir. No es posible que se pueda obtener un trabajo decente en un futuro si no se cuenta con la educación necesaria para hacerlo, por lo que ésta juega un factor clave en la eliminación del trabajo infantil y la obtención de mejores oportunidades de empleo en un futuro, mismas que el gobierno se debe encargar de ofrecer. 

Muchas son las consecuencias que trae consigo el trabajo infantil, tal como una educación inconclusa, limitación del desarrollo del niño en sus diversos aspectos, la presencia de posibles riesgos y accidentes de trabajo que pueden provocar daños irreversibles en la salud física del niño, violación de sus derechos humanos, falta de ética por parte de los empresarios que los contratan, así como problemas en la economía del país. Es importante mencionar a su vez, que cuando los niños se ven sin opciones de trabajo en las empresas y realmente es algo necesario para ellos en ese momento, pueden llegar a trabajar en el sector informal de la economía, o hasta caer en las manos del crimen organizado como una salida rápida y que puede traer solución a sus problemas económicos de manera instantánea. 

Aún hay mucho por hacer en cuanto al trabajo infantil, ya que es un problema aun más grave de lo que podemos dimensionar, y aún más cercano a nosotros de lo que imaginamos, ya que es algo que podemos encontrar diariamente en nuestro país y cerca de nuestras vidas. El trabajo infantil es un problema muy importante, y por lo mismo es algo que no se puede erradicar de un día a otro, sino que toma tiempo poder lograrlo. Es necesario que las organizaciones, gobierno, empresarios y la sociedad tomemos cartas en el asunto y trabajemos en conjunto todos mirando hacia el mismo objetivo, que es que ya no haya más niños a nuestro alrededor que se ven en la necesidad de trabajar. Debemos aumentar nuestros esfuerzos, y creo que la mejor manera de terminar con éste problema es mediante la educación y una mejor oportunidad de empleos por parte del gobierno. No podemos mantenernos ajenos a un problema tan importante, es necesario que todos trabajemos por los niños.

Bibliografía
El Economista. (2013, Octubre). Retrieved Noviembre 2013, from Concamin combatirá el trabajo infantil en México: http://eleconomista.com.mx/industrias/2013/10/27/concamin-combatira-trabajo-infantil-mexico
INEGI. (2011). Módulo de Trabajo Infantil 2011. Retrieved Noviembre 2013, from Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo: http://www.inegi.org.mx/est/contenidos/espanol/metodologias/encuestas/hogares/resultados_mti11.pdf
OIT. (2013). Organización Internacional de Trabajo. Retrieved Noviembre 2013, from http://www.ilo.org/ipec/facts/lang--es/index.htm
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OIT. (2013). Organización Internacional de Trabajo. Retrieved Noviembre 2013, from El Programa IPEC: http://www.ilo.org/ipec/programme/lang--es/index.htm
OIT. (2013). Organización Internacional de Trabajo. Retrieved Noviembre 2013, from SCREAM. Alto al trabajo infantil: http://www.ilo.org/ipec/Campaignandadvocacy/Scream/lang--es/index.htm
OIT. (2013). Organización Internacional de Trabajo. Retrieved Noviembre 2013, from Sectores y áreas: http://www.ilo.org/ipec/areas/lang--es/index.htm
ONU. (n.d.). Día mundial contra el trabajo infantil. Retrieved Noviembre 2013, from http://www.un.org/es/events/childlabourday/background.shtml



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