martes, 21 de enero de 2014

“Por qué enamorarse de una mujer inteligente”






Lo verdaderamente difícil es aprender a amar.



Una mujer inteligente sabe que no todos los hombres son iguales, pues sabe darse cuenta de que es ella quien siempre los escoge, igual he intentado cambiar y superarse.



Platicando con un amigo, me decía que se había enamorado de una mujer de las que suelen llamar “mujer difícil” ya saben, de esas que se creen la última coca del desierto, de esas que juegan a enamorarte y luego huyen, pues les da tanto miedo enamorarse. De esas típicas mujeres que se enamoran del tipo rudo que apenas conocen. Platicando con él le dije que yo conocí a una mujer mejor que esas, una mujer inteligente, de esas que se esfuerzan por amar y no se la pasan quejándose de que no encuentran el verdadero amor.



Le platicaba que mejor se consiguiera una mujer inteligente, pues saben que una rosa no es solo para ponerla en un florero, o que un oso de peluche es para que se empolve, al fin de cuentas a nosotros los hombres no es a quien nos emociona, la mujer inteligente sabe valorar que ese hombre tuvo que renunciar a su ego y a su machismo ante sus amigos, sabe reconocer que ese hombre fue capaz de recibir burlas por parte de sus amigos o conocidos, de invertir tiempo en algo que a los hombres nos disgusta tanto y que a las mujeres apasiona como son las compras, que supo dejar de ir a un partido de soccer o de pasar tiempo con sus amigos, por ir a conseguir la mejor rosa roja o el mejor oso de peluche, aun que en ocasiones no es su culpa que el oso venga algo deforme o con los ojos bizcos. Una mujer inteligente no dejará que ese oso de peluche se empolve, pues le gustará tenerlo cerca para saber que tiene un hombre que sabe hacer sacrificios por ella.



Enamórate de una mujer inteligente, pues claro que saben el arte de coquetear y ligar, pero lo que las hace realmente inteligentes es saber que el coqueteo es tan solo el inicio de algo tan grande, que a futuro, le permitirá formar una familia y poder ser llamada con un dulce “mami”, pero que si no es inteligente, solo sabe utilizarlo como una manera de alimentar sus inseguridades y vanidades y que tarde o temprano se estancará y terminará aburrida o quejándose de que todos son iguales.



Las mujeres inteligentes, son interesantes, saben hacerse del rogar, pero a la vez saben incitar a un hombre, a crear, a innovar, pero sobre todo a sacar su lado creativo. Una mujer inteligente sabe valerse por sí sola, y es inteligente por que no se queja de que los caballeros ya no existe, en cambio, sabe despertar la caballerosidad de un hombre y hacerlo sentir cómodo con eso y no que es una pérdida de tiempo al estar presumiendo su independencia.



Una mujer inteligente sabe que en una relación, cuando uno de los dos gana, los dos pierden y que hacerse fría , distante y distinta solo hará que su relación se desgaste y que tarde o temprano, lo que empezó por hacerse la “deseable” terminará aburriendo a su pareja. Una mujer inteligente tiene el coraje necesario de compartir lo que le ha costado ser la mujer que es, sin tener miedo de mostrarse vulnerable.



Una mujer inteligente sabe verse al espejo y aceptarse como es, pues no se obsesiona con revistas de moda o confunde la verdadera belleza con una belleza superficial y poco verosímil; sino bien, sabe encontrar la belleza en el trabajo que cuesta en construir un corazón fuerte y que sabe que el esforzarse es la verdadera manera de ser cada vez más bella y no solo el maquillaje.



Enamórate de una mujer inteligente, pues saben ser fieles de corazón, porque ellas pueden llegar a entender que a pesar de que los hombres somos muy cabrones, cuando llegamos a amar a alguien de verdad nos entregamos por completo y nuestra mayor estupidez, en veces, es no saberlo demostrar, pero es su inteligencia, lo que hace a ellas aprender a entregarse de la misma manera y enseñarnos a los hombres a ser sensibles.



Una mujer inteligente no se enamora de aquel hombre patán o que camina con los hombros más rectos posibles para aparentar la mayor seguridad posible. Pues una mujer inteligente sabe que los hombres cuando en verdad se enamoran, aunque tardemos tanto, podemos llegar a abrirnos tanto que podemos mostrarle a nuestra pareja nuestras inseguridades y que en ella podemos encontrar ese “algo” que nos complementa y nos hace más fuertes y que por ella, podemos creernos Superman.



Enamórate de una mujer inteligente, pues ellas no necesitan que les digas un “te odio” para sentirse amadas o valoradas, si no que saben saborear cada te amo que le das, saben apreciar esas locuras y sobre todo saben encontrar el sentirse amadas al saber que la inspiración de esas locuras es ella.



Así pues, amigo, las mujeres inteligentes, son las que se esfuerzan día a día en saber esperar En saber amar de una manera en donde la envidia no tenga lugar, en donde sabe que el orgullo solo envenena y echa a perder tanto sacrificio. Una mujer inteligente no se comporta egoísta, pues sabe anteponerse y darlo todo sin esperar nada a cambio. Una mujer inteligente se enoja, pero sabe perdonar y hacerlo fácilmente sin guardar rencor. Una mujer sabe creer en el amor, esperar por él y soportarlo todo por el amor autentico.



Pero sobre todo una mujer inteligente sabrá enamorarse de un hombre inteligente que esté dispuesto a hacer lo mismo por ella y asegurarse de no enamorarse de un patán, pues al hacerlo tendrá que recurrir a ser una mujer difícil.

jueves, 9 de enero de 2014

El secreto del artista. - Castelló Fernández






Entre más descubro que estoy loco,
más loco me vuelvo.
Y entre más loco me vuelvo,
mejor comprendo al mundo.

Entre mejor comprendo al mundo,
más loco me vuelve todo lo que comprendo.
Y entre más loco me vuelve lo que comprendo,
más comprendo que quien acepta su locura,
aprende a disfrutar de ella y de los que están más locos.

Entre más disfruto de ella
y de los que están más locos,
más se burlan de mí los que no están locos.
Y entre más se burlan de mi locura,
más grande me hacen.
Y entre más grande me hacen,
comprendo mejor al mundo.

Sin embargo, desde hace tiempo
yo solo soy un loco,
que hace de los demás una obra de arte,
sin que ellos se den cuenta
que se están volviendo locos.

Y entre menos se dan cuenta
que se están volviendo locos,
más grande es mi obra de arte.
Porque entre menos se dan cuenta,
más locos los vuelvo.

Y entre más locos los vuelvo,
más grande es mi obra de arte,
porque entre más locos se vuelven,
mejor comprenden al mundo.

Hace tiempo yo no comprendía nada,
puesto que hace tiempo yo no estaba loco.
Pero un artista me hizo parte de su obra de arte.
Sin darme cuenta que ese artista,
era el loco del que me burlaba.

- Castelló Fernández.


miércoles, 8 de enero de 2014

Reir llorando. Juan de Dios Peza "El Cantor del Hogar"

Reír llorando

Viendo a Garrick, actor de la Inglaterra,
el pueblo al aplaudirlo le decía:
Eres el más gracioso de la tierra y el más feliz.
Y el cómico reía.

Víctimas del spleen los altos lores,
en sus noches más negras y pesadas,
iban a ver al rey de los actores
y cambiaban su spleen en carcajadas.

Una vez ante un médico famoso,
llegose un hombre de mirar sombrío:
-Sufro -le dijo- un mal tan espantoso
como esta palidez del rostro mío.

Nada me causa encanto ni atractivo;
no me importan mi nombre ni mi suerte;
en un eterno spleen muriendo vivo,
y es mi única pasión la de la muerte.

-Viajad y os distaeréis. -Tanto he viajado
-Las lecturas buscad -Tanto he leido-
Que os ame una mujer - ¡Si soy amado!
-Un título adquirid -Noble he nacido.

¿Pobre seréis quizá? -Tengo riquezas
- ¿De lisonjas gustáis ? - ¡Tantas escucho!
-¿Que tenéis de familia?...-Mis tristezas
-¿Vais a los cementerios?... -Mucho, mucho.

¿De vuestra vida actual tenéis testigos?
- Sí, mas no dejo que me impongan yugos;
yo les llamo a los muertos mis amigos;
y les llamo a los vivos mis verdugos.

-Me deja- agrega el médico -perplejo
vuestro mal, y no debo acobardaros;
Tomad hoy por receta este consejo:
sólo viendo a Garrick podéis curaros.

-¿A Garrick ? -Sí, a Garrick...La más remisa
y austera sociedad lo busca ansiosa;
todo aquel que lo ve muere de risa;
¡tiene una gracia artística asombrosa !

-Y a mí me hará reir?-Ah, sí, os lo juro !;
él, sí, nada más él...Mas qué os inquieta?...
-Así -dijo el enfermo -no me curo:
¡Yo soy Garrick ! Cambiádme la receta.

¡Cúantos hay que, cansados de la vida,
enfermos de pesar, muertos de tedio,
hacen reir como el autor suicida
sin encontrar para su mal remedio!

¡Ay ! ¡ Cuántas veces al reír se llora!..
¡Nadie en lo alegre de la risa fíe,
porque en los seres que el dolor devora
el alma llora cuando el rostro rie!

Si se muere la fe, si huye la calma,
si sólo abrojos nuestras plantas pisa
lanza a la faz la tempestad del alma
un relámpago triste: la sonrisa.

El carnaval del mundo engaña tanto;
que las vidas son breves mascaradas;
aquí aprendemos a reír con llanto
y también a llorar con carcajadas.