lunes, 4 de noviembre de 2013

Trabajo infantil en México. ¿Cómo detenerlo? Juan Gerardo Castillo Ortiz




Cada día, en el camino de la casa a la escuela se hace más común encontrarme en cada parada del semáforo con algún niño limpiando carros, vendiendo chicles o pidiendo una moneda. Esto es algo que realmente llama mi atención y me hace preguntarme cómo es posible que viviendo en pleno siglo XXI se continué con la explotación infantil.

Uno pensaría que por lógica un niño no se encuentra en la necesidad de trabajar, como decía mi madre “tus obligaciones son ir a la escuela y tender tu cama”, pero lo cierto es que en nuestro país la realidad es otra, no todos los niños se encuentran en cama, con la tarea terminada y el estómago lleno a las nueve de la noche, está realidad es solo un sueño para tres millones de niñas, niños y adolescentes que por distintas circunstancias traban en México (INEGI).

A raíz de esto, han surgido muchos movimientos a la defensa de los derechos de los niños, no solo en el ámbito laboral, si no en el social, desde la lucha por la educación, un hogar con amor y hasta la ampliación de la educación obligatoria hasta la superior.

Si bien la ley económica tienen sus propias definiciones de empleado, desempleado y la ley su definición del trabajo, el tema resulta demasiado complejo para entenderlo sin un trasfondo, por lo que en este ensayo explicaremos desde la definición del trabajo infantil, algunas estadísticas, como se puede detener y concluiremos si es bueno o malo para la economía y los derechos infantiles, así como su relación con la ley federal del trabajo.

¿Qué es el trabajo infantil?
Según el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, el trabajo infantil se define como “aquellas actividades que desarrollan las niñas y los niños en el marco de la economía formal o informal para su propia subsistencia o para contribuir a la economía familiar al margen de la protección jurídica y social prevista en la ley”. (DIF).

De acuerdo a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, el término trabajo infantil se define como “todo trabajo que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico”.

Por otro lado, El Banco Interamericano de Desarrollo, tiende a dar una definición más centrada en las consecuencias económicas y “reconoce la importante dimensión del problema del trabajo infantil y su estrecha relación con el mantenimiento del círculo vicioso de la pobreza; por eso se propone identificar y apoyar experiencias innovadoras orientadas a prevenir, reducir y eliminar este problema en América Latina y el Caribe“ (Diputados) lo cual nos deja más que en claro que ni para el sector económico ni parra el social es bueno el trabajo infantil.

Existen diversos tipos de trabajo infantil, estos se dividen de acuerdo a la naturaleza en que se desarrolla el trabajo:

Trabajo en la calle: Dentro de los trabajos que un niño pudiera realizar en la calle se encuentran: ambulantaje, boleros, limpieza de carros, guías turísticos ocasionales, repartidores, espectáculos callejeros, recolectando basura, mendicidad, entre otras que exponen a los niños al medio urbano.

Trabajo doméstico: Es muy común que las familias rurales, al encontrarse en dificultades económicas envíen a sus hijos a la ciudad a realizar cualquier tipo d trabajos y el más sencillo de encontrar para ellos, pero el más difícil de localizar para las autoridades correspondientes es el empleo doméstico que incluye cualquier tipo de trabajos en el hogar de sus patrones, como labores de limpieza o mantenimiento en el hogar.

Trabajo Forzoso y servil: Es uno de los casos más tristes y se refiere a la explotación por medio de la esclavitud. A pesar de que ya está prohibida, en muchos casos las familias entregan a sus hijos como medio para saldar una deuda o son separados de sus familias por medio de engaños o a la fuerza, obligados a realizar labores de todo tipo.

Explotación sexual: También muy penado por muchos organismos internacionales, se refiere a la pornografía infantil, trata y comercio de menores con fines sexuales, prostitución infantil; a esto se le adjunta las redes internacionales de tráfico de menores.

Trabajo en condiciones de especial peligrosidad física: Este incluye todo tipo de trabajos que ponen en riesgo la vida de los menores como el trabajo industrial ( en hornos de vidrio, cerámica, fosforeras o pirotecnia), minería, trabajo agrícola, pesca submarina, entre muchos otros trabajos que resultan peligrosos no solo para los niños, si no para cualquiera que se encargue de realizarlos. (UNICEF, DIF, INEGI OIT)

Según el tercer informe “Intensificar la lucha contra el trabajo infantil” de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en 2008 había 215 millones de niños trabajadores en el mundo, más de la mitad (115 millones) expuestos a las peores formas de trabajo infantil como ambientes peligrosos, esclavitud, actividades ilícita incluyendo el tráfico de drogas y prostitución, así como su participación involuntaria en conflictos armados.


Trabajo infantil en México
Al igual que el concepto en general, hablar del trabajo infantil en México es hablar de un fenómeno realmente complejo y con relaciones educativas, sociales, culturales y económicas. Recientemente, el presidente, Enrique Peña Nieto, envió este miércoles al Congreso mexicano una iniciativa de reforma constitucional para elevar un año la edad mínima para trabajar de 14 a 15 años.

En el país existen principalmente dos tipos de niños trabajadores: los que abandonan su hogar debido a la violencia, desintegración social, falta de afecto familiar, abandono u orfandad y que se ven obligados a trabajar para cubrir sus necesidades de ingreso, vivienda, alimentación y sociabilización. Desafortunadamente la calle representa riesgos y hay adultos que se aprovechan de los niños que trabajan en la calle para ofrecerles droga, prostituirse o involucrarlos en otros delitos y algunos de ellos caen.

Así mismo dentro de los niños trabajadores encontramos a los menores trabajando en zonas marginadas, que forman parte de otro tipo de problemática en la que las dificultades económicas obliga a las familias pobres a incorporar a más y más miembros del hogar al trabajo, especialmente a mujeres y niños, pues la mayoría de los hombres de este estrato social salen del país en busca del sueño americano.

Pero el trabajo infantil en México no es un problema nuevo, desde mediados de los ochentas se tomaron las primeras acciones en relación a este problema y desde entonces se han implementado gran variedad de programas que buscan rehabilitar y readaptarlos para la vida en sociedad.

De acuerdo al Estudio de niñas, niños y adolescentes trabajadores en 100 Ciudades, los niños en situación de calle son “sólo son la punta del iceberg en lo que a trabajo infantil se refiere, porque constituyen el segmento más pequeño de ese gran universo de niños y niñas que diariamente se observan en la venta ambulante de pequeños artículos como dulces y periódicos, al cuidado de automóviles o de limpiaparabrisas, malabaristas, payasos, a los que de madrugada se alquilan en las centrales de abastos y mercados públicos como cargadores, diableros o estibadores.

Conclusiones
Como podemos notar, el trabajo infantil es solo un resultado de una mezcla de distintos factores sociales, culturales y económicos e incluso familiares de cada país o región. La primera idea que a uno le viene a la mente sobre el trabajo infantil es que este debería ser totalmente erradicado, ya que con esto solo se hacen más profundos los problemas sociales que lo ocasionan, convirtiéndolo en un círculo vicioso.

Para erradicar el trabajo infantil sería necesario el apoyo de todos, especialmente del gobierno que debe ver la educación como un “abono” en la sociedad y como la mejor de las inversiones, pues es la única manera en que las familias salgan de la pobreza, ya que con el trabajo infantil lo único que se hace es recortar las posibilidades que tenía ese niño o niña de salir adelante y abandonar la vida de pobreza.

Existen en nuestro país cada día más asociaciones como MAMA, AC que se dedican al rescate de niños de y en calle, buscando darles educación, pues como ya se ha mencionado es la que parece ser la principal cura para este mal, pues aunque son varios factores los que influyen, el principal suele ser el nivel de ingresos de la familia, que puede mejorar considerablemente si se recibe educación.

Considero de suma importancia que se divulgue el artículo 134 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en el que se habla sobre el trabajo infantil, pues la gente debe estar consiente para no contratarlos y reportar la situación a las autoridades correspondientes.



Bibliografía
Centro de estudios y opinión pública, 2013.
El trabajo infantil en México 1995-2002, INEGI p. 21.
Estudio de niñas, niños y adolescentes trabajadores en 100 ciudades, DIF, p.11.
UNICEF-DIF. Hacia una política de erradicación del trabajo infantil en México, 2002. p.31.

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