domingo, 3 de agosto de 2014

El uso de las redes sociales en el ámbito de la administración pública. Lic. Jesús Arturo Vallejo Mauricio




Desde hace varios años, el uso de las redes sociales se ha incrementado entre los usuarios de diversos países, dando pie a que múltiples compañías se especialicen en la utilización de las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs), superando día con día las formas de cómo crear un mercado activo en todas las clases sociales.

Si Usted se ha de acordar, en la década de los sesenta, imaginar que algún usuario tuviera la posibilidad de adquirir un producto electrónico que tuviera incluidos en el equipo todas y cada unas de las aplicaciones, programas, juegos y herramientas que hoy en día se muestran en los productos, sería una ilusión y por tal motivo, se vería excluido de la sociedad por su visión errónea de la vida.

Al pasar de los años, esa idea de poder contar en casa con una máquina inteligente se fue visualizando cada día más un hecho real, hasta llegar al año 2000, donde la industria de la tecnología se ve inmersa en una transformación sin retorno en la materia, visionando una guerra interminable de qué compañía será la que logre satisfacer las necesidades de las nuevas generaciones de consumidores, que demandan y esperan que sus necesidades tecnológicas se vean satisfechas. Ese momento ya es una realidad en varias de sus etapas, la cual se puede visualizar con el uso de la comunicación a distancia entre personas sin la necesidad forzosa de comunicarse por medio de un auricular, vía telefónica, ahora el ciudadano se comunica con quien guste virtualmente, mediante la imagen como si estuvieran conversando a una distancia corta.

A partir de que las compañías dedicadas a crear y transformar las TICs, el mundo dio un vuelco inimaginable, apreciándose desde un punto de vista sociológico, que un país que dentro de sus políticas públicas en materia de telecomunicaciones limite, modifique o elimine el uso de las plataformas de las redes sociales, ese simple hecho legislativo puede acarrear una revolución, manifestaciones, derrocamientos de gobiernos o luchas sociales al interior de la estructura social y política de dicho país.

Ahora, aparece que en varios países que han permitido el manejo y operabilidad de las TICs, nunca imaginaron el  alcance y efectos de las redes sociales; la dedicación y estudio inexplicable  de los expertos en el manejo de lo electrónico y sus áreas que lo rodean, ha resultado punto de partida para una revolución electrónica-cibernética, transformando la materia en varias vertientes, entre las que se ha generado el uso del espacio que hoy conocemos en un lenguaje llano como “cibernético”, así como de la creación de las denominadas redes sociales y dentro del mundo del espectáculo se ha utilizado para dar vida a lo hoy que se conoce como ciencia ficción, (animaciones, paisajes y personajes -humanos animales o robots-, creados a través de los programas de computadora). ¿Qué más podemos esperar?, ¿qué nos hace falta conocer?

El uso del Internet y recientemente las redes sociales, han transformado la cultura social, económica, cultural y política de los países, creando en la sociedad cibernauta una obsesión de adentrarse más en la vida, hechos y realidades de la historia de su país y del mundo. El ciudadano se ha dispuesto a ser observador, un vigilante en materia de la cosa pública, de las obligaciones que tienen los servidores públicos ante su deber público, de los derechos que tienen como ciudadanos ante las autoridades, así como el luchar por que los gobiernos realicen transparentemente sus deberes y sus funciones dentro de su gestión como servidor público.

El ciudadano al beneficiarse con la información que se encuentra inmersa en el mundo del internet, se ha inclinado a encontrar la verdad de lo que antes se denominaba un dogma –una creencia–; ahora no para de buscar la información que es para él de utilidad, se informa, se documenta y, una vez adquirido y digerido la información que tanto le urge para llegar a una conclusión válida para él, ahora procede a formar su propio punto subjetivo de opinión, agrupándose en grupos de análisis en todas las materias sociales, luchando porque los servidores públicos y sus gobiernos se ajusten al marco de acción que la ley le permite, evidenciando la opacidad de su actuar dentro del servicio público, su escaso conocimiento intelectual, la constante insistencia de éstos por ocultar sus acciones que son del ámbito público, manifestándose por las atrocidades que los gobiernos han creado durante su gestión turbia y mal dirigida, de la falta de servicio de los legisladores, que en vez de crear leyes que vayan en pro de los ciudadanos se han enfocado a satisfacer sus necesidades personales pero brillando al final de su mandato por su gran ignorancia del cómo viven al interior de sus países su ciudadanía.

De lo antes analizado, se pueden apreciar las siguientes interrogantes, ahora que el ciudadano tiene como garantía y derecho el uso de las tecnologías de información y sus transformaciones, así como el derecho de acceder a la información de carácter pública, ¿hasta qué grado los gobiernos tolerarán que la ciudadanía, que es la titular de la información que se encuentra en posesión de  los gobiernos, les exija que cumplan cabalmente sus obligaciones como servidores públicos de la Administración Pública?, ¿serán capaces los gobiernos de mantener la presión de los ciudadanos para que realicen transparentemente el uso de los recurso públicos?, ¿podrán los servidores públicos seguir conservando en el anonimato y bajo la mesa los arreglos o acuerdos que realizan los legisladores cuando se legisla en contra de la sociedad?, ¿los sindicatos podrán dar paso a que sus dirigentes rindan su declaración patrimonial antes y después de su mandato para su evaluación, análisis y de ser prudente accionar las acciones legales en contra de su indebido actuar al frente del sindicato?

Mi estimado lector, si Usted es observador, se dará cuenta que los gobiernos al pasar de los días cuidan sus formas de conducirse en lo que corresponde a la administración pública, pero todavía falta una educación política-social; de igual forma se aprecia que los medios de comunicación procuran con el transcurso del tiempo a ser más críticos hacia los servidores públicos; por su parte los ciudadanos  se han transformado en vigilantes, inspectores, fiscalizadores de sus gobernantes y sus servidores públicos, exigiendo transparencia y el derecho de acceder a la información que le es suya, exigiendo que les incluya dentro de las decisiones fundamentales de la vida pública del Estado, participación ciudadana entre los órdenes de gobierno para crear un entorno social, económico, cultural, político, sustentable y ecológico perdurable, de igual manera los ciudadanos se han transformado en los protectores principales de los derechos humanos de sus conciudadanos, exigiendo a las autoridades que se les respeten sus derechos y que no se vulneren sus garantías humanas. Los usuarios de las diversas redes sociales, se han volcado en ser auditores de las funciones de los servidores públicos, no los dejan de abuchear, de exigirles más preparación, de poner un alto rotundo a las arbitrariedades en contra de los derechos de los ciudadanos, creando una cultura de transparencia así como de un big brother pero en su versión remasterizada, más estricta en las medidas de castigo social en contra de los que vulneran los derechos humanos y garantías sociales de los ciudadanos, represión y castigo a los que cometen delitos que salen del entorno y norma social establecido, entre muchas otras medidas. El mundo nos vigila y los vigila.

Como su servidor ha establecido como una premisa, un Estado sin educación es un Estado muerto, eso quiere decir que ahora nos toca como ciudadanos educarnos, saber el alcance, pros y limitantes de lo que hoy conocemos como las TICs y sus áreas transformadas –redes sociales–, hay que ser la muestra de lo que realmente se ha reclamado, la ignorancia da pauta a una batalla sin cuartel y sin causa. 

Espero que estas breves líneas sean de su interés, quedo a sus órdenes para seguir creciendo como ciudadanos.

Jesús Arturo Vallejo Mauricio

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