Desde
hace varios años, el uso de las redes sociales se ha incrementado entre los
usuarios de diversos países, dando pie a que múltiples compañías se
especialicen en la utilización de las nuevas Tecnologías de la Información y la
Comunicación (TICs), superando día con día las formas de cómo crear un mercado
activo en todas las clases sociales.
Si
Usted se ha de acordar, en la década de los sesenta, imaginar que algún usuario
tuviera la posibilidad de adquirir un producto electrónico que tuviera incluidos
en el equipo todas y cada unas de las aplicaciones, programas, juegos y
herramientas que hoy en día se muestran en los productos, sería una ilusión y
por tal motivo, se vería excluido de la sociedad por su visión errónea de la
vida.
Al
pasar de los años, esa idea de poder contar en casa con una máquina inteligente
se fue visualizando cada día más un hecho real, hasta llegar al año 2000, donde
la industria de la tecnología se ve inmersa en una transformación sin retorno
en la materia, visionando una guerra interminable de qué compañía será la que
logre satisfacer las necesidades de las nuevas generaciones de consumidores,
que demandan y esperan que sus necesidades tecnológicas se vean satisfechas. Ese
momento ya es una realidad en varias de sus etapas, la cual se puede visualizar
con el uso de la comunicación a distancia entre personas sin la necesidad
forzosa de comunicarse por medio de un auricular, vía telefónica, ahora el
ciudadano se comunica con quien guste virtualmente, mediante la imagen como si
estuvieran conversando a una distancia corta.
A
partir de que las compañías dedicadas a crear y transformar las TICs, el mundo
dio un vuelco inimaginable, apreciándose desde un punto de vista sociológico, que
un país que dentro de sus políticas públicas en materia de telecomunicaciones
limite, modifique o elimine el uso de las plataformas de las redes sociales,
ese simple hecho legislativo puede acarrear una revolución, manifestaciones,
derrocamientos de gobiernos o luchas sociales al interior de la estructura
social y política de dicho país.
Ahora,
aparece que en varios países que han permitido el manejo y operabilidad de las TICs,
nunca imaginaron el alcance y efectos de
las redes sociales; la dedicación y estudio inexplicable de los expertos en el manejo de lo
electrónico y sus áreas que lo rodean, ha resultado punto de partida para una
revolución electrónica-cibernética, transformando la materia en varias
vertientes, entre las que se ha generado el uso del espacio que hoy conocemos
en un lenguaje llano como “cibernético”, así como de la creación de las
denominadas redes sociales y dentro del mundo del espectáculo se ha utilizado
para dar vida a lo hoy que se conoce como ciencia ficción, (animaciones,
paisajes y personajes -humanos animales o robots-, creados a través de los
programas de computadora). ¿Qué más podemos esperar?, ¿qué nos hace falta
conocer?
El
uso del Internet y recientemente las redes sociales, han transformado la
cultura social, económica, cultural y política de los países, creando en la
sociedad cibernauta una obsesión de adentrarse más en la vida, hechos y
realidades de la historia de su país y del mundo. El ciudadano se ha dispuesto
a ser observador, un vigilante en materia de la cosa pública, de las
obligaciones que tienen los servidores públicos ante su deber público, de los
derechos que tienen como ciudadanos ante las autoridades, así como el luchar
por que los gobiernos realicen transparentemente sus deberes y sus funciones
dentro de su gestión como servidor público.
El
ciudadano al beneficiarse con la información que se encuentra inmersa en el
mundo del internet, se ha inclinado a encontrar la verdad de lo que antes se
denominaba un dogma –una creencia–; ahora no para de buscar la información que
es para él de utilidad, se informa, se documenta y, una vez adquirido y
digerido la información que tanto le urge para llegar a una conclusión válida
para él, ahora procede a formar su propio punto subjetivo de opinión, agrupándose
en grupos de análisis en todas las materias sociales, luchando porque los
servidores públicos y sus gobiernos se ajusten al marco de acción que la ley le
permite, evidenciando la opacidad de su actuar dentro del servicio público, su
escaso conocimiento intelectual, la constante insistencia de éstos por ocultar
sus acciones que son del ámbito público, manifestándose por las atrocidades que
los gobiernos han creado durante su gestión turbia y mal dirigida, de la falta
de servicio de los legisladores, que en vez de crear leyes que vayan en pro de
los ciudadanos se han enfocado a satisfacer sus necesidades personales pero
brillando al final de su mandato por su gran ignorancia del cómo viven al
interior de sus países su ciudadanía.
De
lo antes analizado, se pueden apreciar las siguientes interrogantes, ahora que
el ciudadano tiene como garantía y derecho el uso de las tecnologías de
información y sus transformaciones, así como el derecho de acceder a la
información de carácter pública, ¿hasta qué grado los gobiernos tolerarán que
la ciudadanía, que es la titular de la información que se encuentra en posesión
de los gobiernos, les exija que cumplan
cabalmente sus obligaciones como servidores públicos de la Administración
Pública?, ¿serán capaces los gobiernos de mantener la presión de los ciudadanos
para que realicen transparentemente el uso de los recurso públicos?, ¿podrán
los servidores públicos seguir conservando en el anonimato y bajo la mesa los
arreglos o acuerdos que realizan los legisladores cuando se legisla en contra
de la sociedad?, ¿los sindicatos podrán dar paso a que sus dirigentes rindan su
declaración patrimonial antes y después de su mandato para su evaluación,
análisis y de ser prudente accionar las acciones legales en contra de su
indebido actuar al frente del sindicato?
Mi
estimado lector, si Usted es observador, se dará cuenta que los gobiernos al
pasar de los días cuidan sus formas de conducirse en lo que corresponde a la
administración pública, pero todavía falta una educación política-social; de
igual forma se aprecia que los medios de comunicación procuran con el
transcurso del tiempo a ser más críticos hacia los servidores públicos; por su
parte los ciudadanos se han transformado
en vigilantes, inspectores, fiscalizadores de sus gobernantes y sus servidores
públicos, exigiendo transparencia y el derecho de acceder a la información que
le es suya, exigiendo que les incluya dentro de las decisiones fundamentales de
la vida pública del Estado, participación ciudadana entre los órdenes de
gobierno para crear un entorno social, económico, cultural, político,
sustentable y ecológico perdurable, de igual manera los ciudadanos se han
transformado en los protectores principales de los derechos humanos de sus
conciudadanos, exigiendo a las autoridades que se les respeten sus derechos y
que no se vulneren sus garantías humanas. Los usuarios de las diversas redes
sociales, se han volcado en ser auditores de las funciones de los servidores
públicos, no los dejan de abuchear, de exigirles más preparación, de poner un
alto rotundo a las arbitrariedades en contra de los derechos de los ciudadanos,
creando una cultura de transparencia así como de un big brother pero en su versión remasterizada, más estricta en las
medidas de castigo social en contra de los que vulneran los derechos humanos y
garantías sociales de los ciudadanos, represión y castigo a los que cometen
delitos que salen del entorno y norma social establecido, entre muchas otras
medidas. El mundo nos vigila y los
vigila.
Como
su servidor ha establecido como una premisa, un Estado sin educación es un
Estado muerto, eso quiere decir que ahora nos toca como ciudadanos educarnos,
saber el alcance, pros y limitantes
de lo que hoy conocemos como las TICs y sus áreas transformadas –redes
sociales–, hay que ser la muestra de lo que realmente se ha reclamado, la
ignorancia da pauta a una batalla sin cuartel y sin causa.
Espero
que estas breves líneas sean de su interés, quedo a sus órdenes para seguir
creciendo como ciudadanos.
Jesús
Arturo Vallejo Mauricio
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