“Sin la mujer, la vida
es pura prosa”.
Rubén Darío (1867-1916).
INTRODUCCIÓN
La participación de las
mujeres en diversos sectores de la sociedad ha ido en aumento durante los
últimos años. Cada vez es más frecuente encontrar mujeres desempeñando
exitosamente cargos en partidos políticos, ayuntamientos, órganos
jurisdiccionales, órganos legislativos, empresas privadas y organizaciones no
gubernamentales. Lo anterior, aunado a la constante difusión que se le ha dado
a la equidad de género, ha derivado en un panorama más alentador para el
desarrollo profesional de las mujeres.
Por lo que hace al norte de la
República Mexicana, es un hecho notorio que el sector maquilador es uno de los
más importantes en las actividades económicas de las entidades federativas, lo
que también lo posiciona como una de las principales fuentes de empleo. En ese
sentido, el presente escrito analiza los retos que tienen que enfrentar las
mujeres que laboran en el sector maquilador en aras de lograr un desarrollo
profesional pleno.
RETOS
PARA LAS MUJERES
El Observatorio para la Mujer de América
Latina y el Caribe, señala que son tres los retos que enfrentan las mujeres en
cualquier sector laboral: a) acoso sexual, b) conciliación del tiempo entre
familia y trabajo, c) difícil acceso a guarderías para el cuidado de sus hijos
mientras las madres trabajan (2010).
En ese tenor, se procede a
realizar un análisis sucinto de dichos retos.
Un estudio realizado por el
Colegio Jurista, señala que en México 1.4 millones de mujeres padecen de acoso
sexual en el trabajo, lo cual representa una seria barrera para que la
población femenina decida desarrollarse profesionalmente ya que sienten que
tener compañeros de trabajo o jefes de género masculino es un riesgo para su
integridad psico-sexual (2012).
Si bien no existe una
estadística que brinde un panorama del acoso sexual en sector maquilador, el
estudio referenciado en el párrafo anterior nos permite obtener una idea
general de uno de los retos que las mujeres deben afrontar al trabajar. En relación
con lo anterior, puede afirmarse que para las mujeres no es fácil desenvolverse
en un ambiente laboral preponderantemente masculino como lo es el sector
maquilador, donde el tipo de labores a realizar y el perfil profesional requerido
dejan poca posibilidad de participación a las mujeres.
Ahora bien, por lo que hace al
segundo reto que enfrenta la población femenina en el sector maquilador, se
encuentra la conciliación del tiempo entre familia y trabajo. Al respecto, es
menester precisar que en varios países de Latinoamérica y, en general, del
continente Americano, todavía se tiene la concepción que la mujer es el pilar
fundamental de la familia; idea que en lugar de favorecer a las mujeres, se ha
convertido en un obstáculo para su desarrollo profesional (Centro de Estudios
Espinosa Yglesias, 2013). Si bien es cierto que las mujeres han demostrado su
capacidad para garantizar la unión y progreso de sus familias, también lo es
que dicha responsabilidad debe ser compartida equitativamente con su pareja. La
mujer debe dejar de ser concebida como la única proveedora de cobijo y
formación para los hijos mientras que el hombre debe dejar de ser concebido
como un proveedor de recursos económicos de la familia. Lo anterior es así
debido a que las circunstancias micro y macroeconómicas, por lo que hace para
familias de un nivel bajo y medio, demanda que trabajen tanto el esposo y la
esposa para poder proporcionar a sus hijos un nivel de vida aceptable que les
permita participar de la denominada “movilidad social” (Ghiotto, 2001).
En virtud de lo anterior
deviene adecuado afirmar que si las circunstancias económicas exigen que
trabajen tanto el hombre como la mujer, lo lógico es que la responsabilidad de
administrar el hogar y cuidar a los hijos sea compartida entre la pareja. De lo
contrario, se seguirán presentando los casos de las mujeres que realizan un
esfuerzo titánico para cumplir con un horario de trabajo y además llevar a sus
hijos a la escuela, ir por ellos al finalizar las clases, preparar la comida,
lavar los uniformes y resolver cualquier calamidad que se presente en el hogar.
Por lo que hace al sector
maquilador, la variación de los horarios complica la participación de las
mujeres. Un estudio efectuado por el Doctor Jesús Rubio Campos, catedrático del
Tecnológico Monterrey, Campus Monterrey, señala que el 90% de mujeres (madres
de familia) que participan del sector maquilador en Apodaca, Nuevo León, deben
cumplir con horarios rotativos, es decir que en ocasiones les corresponde el
turno de la mañana, en otras de la tarde y en contadas ocasiones turnos de madrugada
(Rubio, 2007).
En ese tenor, si se sigue
responsabilizando de manera exclusiva a la mujer como pilar fundamental de la
unión y el progreso familiares, prácticamente se observará cualquiera de los
dos resultados siguientes: las mujeres continuarán viendo mermado su desarrollo
profesional o decidirán dejar de trabajar y dedicarse únicamente a la atención
de las necesidades del hogar. A fin de evitar lo anterior, las circunstancias
actuales conminan a que exista mayor comunicación y coordinación entre las
parejas para que juntas contribuyan a proveer de recursos económicos del hogar
sin descuidar la unión familiar.
Es así como resulta importante
abordar el tercer reto mencionado al principio del presente escrito: difícil
acceso a guarderías para el cuidado de sus hijos mientras las madres trabajan. Como
se expuso supra líneas, el cuidado de los hijos todavía se percibe como una responsabilidad
materna, por lo que implica un problema para el pleno desarrollo profesional de
las mujeres.
En el sector maquilador los
centros de trabajo suelen estar en parques industriales ubicados a las afueras
de las ciudades, como lo es el caso de Apodaca, Nuevo León, lo que termina
complicando aún más el cuidado de los hijos toda vez que las mujeres deben
trasladarse largas distancias para llegar de sus hogares y de las escuelas de
sus hijos a sus trabajos.
El panorama es un poco más
complicado para el caso de las madres que tienen hijos de entre 43 días y 4
años de edad, quienes afortunadamente están en el rango de edad de los niños
que aceptan en las guarderías del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Es
realmente plausible el esfuerzo que ha efectuado el mencionado Instituto para
lograr una mayor cobertura de las guarderías a su cargo, pero es de señalarse
que existen varias áreas de oportunidad que deben atenderse.
En el sector maquilador, las
mujeres que quieren llevar a sus hijos a las guarderías del IMSS han mencionado
como parte de las dificultades que enfrentan la falta de cupo, los horarios
reducidos o poco flexibles, la falta de confianza en las personas a cargo de
las guarderías. Lo anterior, deriva en que las madres lleven a sus hijos a
guarderías particulares con cuotas más altas que las del IMSS o bien le paguen
a sus vecinos o familiares para cuidar a sus hijos; teniendo como resultado en
última instancia el detrimento en los ingresos de las mujeres, lo cual
desincentiva su participación en el ámbito profesional. Para ilustrar lo
anterior, puede tomarse como ejemplo el caso de Apodaca, Nuevo León donde las
guarderías o estancias infantiles gubernamentales “pueden atender un máximo de
2,407 niños. Si comparamos esta capacidad…con los números de infantes entre los
cero y cuatro años de edad en el municipio, tenemos que sólo puede atender al
9.2% de dicha población infantil” (Rubio, 2007).
CONCLUSIÓN
Son tres los principales retos
que deben afrontar las mujeres para lograr su desarrollo profesional, los
cuales han sido analizados sucintamente en el presente escrito. Dichos retos
deben ser estudiados como verdaderos obstáculos para las mujeres y, por lo
tanto, como problemas que deben ser resueltos por toda la sociedad (hombres y
mujeres). Diversos esfuerzos se han realizado en el ámbito jurídico (nacional e
internacional) para atender los retos expuestos, pero es momento de empezar a
enfocarse en mejorar la idiosincrasia
de los mexicanos, para que se respete y valore realmente a las mujeres quienes
aún tienen mucho que aportar para el progreso del país, por lo que necesitan
del apoyo de todos para alcanzar su pleno potencial profesional.
FUENTES
DE CONSULTA
Centro
de Estudios Espinosa Yglesias (2013). Informe de movilidad social en México
2013. Recuperada de: http://www.ceey.org.mx/site/files/resumen_ejecutivo_imsm_0.pdf
Excélsior,
(2012). En México, 1.4 millones de mujeres sufre acoso sexual en el trabajo.
Recuperada de: http://www.excelsior.com.mx/2012/03/13/nacional/818049
Ferrel,
J. (2008). Trabajo decente (digno) y formación profesional. Recuperada de: http://www.fenacle.org.ec/mayo%201/Trabajo%20decente%20y%20formacion%20profesional.pdf
Ghiotto,
L. (2001). Trabajo decente vs trabajo digno. Recuperada de: http://www.pagina12.com.ar/especiales/archivo/voces_en_el_fenix/010-fenix.pdf
Observatorio
para la Mujer de América Latina y El Caribe (2010). Las mujeres en el ámbito
laboral. Recuperada de: http://www.construye.org/
Pérez,
M. (2009). Consideraciones teóricas para el análisis de las Pequeñas y Medianas
Empresas como fuente de generación de empleo y su correspondencia ética con la
sociedad. Recuperada de: http://132.248.9.34/hevila/Formaciongerencial/2009/vol8/no2/5.pdf
Rubio,
J. (2007). Retos y estrategias para el cuidado infantil de las madres
trabajadoras en la industria maquiladora de Apodaca, Nuevo León. Recuperada de:
http://novascientia.delasalle.edu.mx/ojs/index.php/Nova/article/view/108
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