viernes, 18 de diciembre de 2009

El gobierno municipal como puente hacia una democracia participativa nacional. Glen Villarreal Zambrano.

“Si en el gobierno hay siempre una minoría
homogénea y solidaria, esto no es democracia”
–Ley de Gaetano Mosca, 1884.

El problema de México es que no es una democracia.

La democracia es el gobierno del pueblo, y hay muchas maneras de llegar a ella. México, como la mayoría de los países, es regido por una democracia representativa. Y va la primera pregunta: ¿En realidad estamos siendo representados?

A menos que seas un político, un grande empresario, un miembro del SNTE, o alguien del alto clero, muy probablemente no te sientas representado por tu gobierno.

La democracia en México es disfuncional, y eso se explica fácil; hay un déficit de representación. Estamos en una crisis de representatividad, viviendo en un país donde los partidos monopolizan la representación y el poder público, donde los grandes capitales hacen lo que quieren con la ley, y donde los medios no sólo están al servicio del gobierno, sino que hasta lo controlan.

Hoy, en el congreso, Televisa ya tiene su bancada (Partido Verde), y está aliada con Carlos Salinas hacia el 2012 en la persona de Enrique Peña Nieto. Hoy, sindicatos como el SNTE, la CTM, el SME, la COPARMEX y el CCE tienen sus bancadas en el congreso bajo las siglas del PAN, PRI, PT, PRD, NUEVA ALIANZA. Hoy la iglesia católica y la ultraderecha tienen sus asientos en el congreso, bajo el escudo del Panismo.

Las representaciones importantes se dan de modo corporativo, con sus intereses particulares; el sufragio universal pasa a segundo o tercer plano.

Las direcciones del IFE, de la SCJN, de la PGR, de la CNDH, de Pemex, aunque no nos guste, se usan como intercambios de favores entre los partidos políticos.

Los titulares de las paraestatales, de las secretarías, de Banxico, son puestos para fortalecer al partido o al precandidato. No para cuidar al ciudadano. Chávez Chávez es el vivo ejemplo.
No es secreto que la representación en México resultó no ser muy democrática.

El problema de la representatividad no es sólo de México, cabe recalcar. En todos lados hay partidos políticos y poderes fácticos, y cuentan también con las estructuras para perpetuarse. Nuestro problema es que nosotros no hemos tomado medidas contundentes para arreglarlo.

Las democracias más ejemplares han cambiado su modus operandi: Complementan la representatividad con la participación. Ésa es la cura para México, hay que transformar nuestra democracia en una más participativa, para asegurar así la representación. Si no se crean los mecanismos para que los ciudadanos puedan meter sus manos al gobierno (sin tener que rendirse ante intereses partidistas, sindicales o empresariales), y mecanismos para que los políticos le deban lealtad al ciudadano y no a su partido o a los poderes fácticos, la crisis de representación seguirá. La política no se arregla sola.

Por eso, en éste documento enumeraré y explicaré una lista de mecanismos que a nivel municipal se tienen que implementar, para asegurar la democratización de nuestra democracia.

¿Por qué a nivel municipal?

Porque entre una experiencia democrática en pequeño, y una experiencia democrática en grande, hay un abismo de diferencia. No me quiero ir a la antigua Atenas para demostrar la diferencia entre la democracia directa y la indirecta. Aquí mismo en el estado hay casi 4000 juntas de vecinos. Muy probablemente todos hemos estado en alguna. En las pequeñas democracias sí cuentas, sí opinas, sí debates, sí decides. En las grandes democracias decides quien decide. Y de manera empobrecida, puesto que medio puñado de partidos son quienes te ponen (¿o imponen?) a elegir entre quienes elegir. No hay opciones. A escalas nacionales, el involucramiento y la participación se disuelven con el tamaño de la población. A escalas nacionales, la participación individual no tiene sentido, por eso el municipio debe ser el pionero de ésta forma de democracia, y hacer así del municipio un puente para que la ciudadanía tome el poder que partidos y poderes fácticos se han repartido.

A nivel municipal, la democracia semi-directa, la democracia participativa, sí puede prosperar. No necesitamos que nuestro alcalde local pertenezca a una organización nacional. Menos los regidores, que deben ser representantes del pueblo, pero tienen las siglas de los jefes de México.

El municipio es la escala ideal para emprender la conquista democratizadora, para disminuir el abismo que hay entre la gente y su gobierno, y para palear la grave crisis de representatividad que vivimos.
Así que hay que dotar a los municipios de mecanismos para acercar a la ciudadanía a la toma de decisiones, pero también así, de mecanismos para exportar ésta participación a niveles estatales y federales.

La ciudadanía debe ser consultada en la toma de decisiones, que les competen a los funcionarios. Pero para que no se quede sólo en “consulta” como con los nuevos consejos consultivos ciudadanos de Nuevo León, se tienen que implementar en la constituciones de los estados las figuras de:

-La encuesta pública
-El referéndum
-Espacios deliberativos
-El veto popular
-La iniciativa popular
-La revocación del mandato
-La reelección de alcaldes y legisladores, la cual no funciona sin
-Mecanismos de transparencia y rendición de cuentas
-El juicio popular
-Candidaturas ciudadanas independientes y la reestructuración del cabildo.
-Fortalecer la figura de las Juntas de Vecinos
-Presupuesto participativo
-Como punto adicional, la coordinación metropolitana.

La participación ciudadana tiene que ser reconocida en nuestra constitución y en la vida política del país como un derecho fundamental.

Considérenme un soñador, pero como dice el politólogo italiano Giovanni Sartori, “las utopías se transforman en proyectos de acción”.

Una vez que Nuevo León (o cualquier estado) haga suyas las propuestas ciudadanas, la fiebre participativa se extenderá por todo el país, puesto que la gente siempre buscará tener las mismas libertades que el vecino. Los estados que no se modernicen se verán rezagados en el pasado, y bajo la constante presión de sus gobernados. Y se expandirá la democracia hasta que los ciudadanos de México conquisten el país que les pertenece.

Expliquemos los puntos.

Nota: Hay que destacar que muchas de estas figuras ya existen, pero sólo el gobierno las puede ejercer, o requieren cambios para que sean instrumentos útiles de participación.

-ENCUESTA PÚBLICA, REFERENDUM Y ESPACIOS DELIBERATIVOS

Se necesita crear una oficina municipal de la encuesta pública, que funcione como sondeo permanente de la opinión de los ciudadanos sobre ciertos aspectos. Se puede hacer de manera telefónica, o presencial, con casetas móviles cargadas de computadoras, para que la gente de las colonias que las casetas visiten, pueda votar. Se debe avisar previamente a los vecinos por medio de las juntas de vecinos.

Se puede preguntar la opinión a la población en general, o a ciertos sectores específicos que se vean afectados especialmente. La encuesta pública especializada se aplicará sólo a la gente que se vea afectada directamente por la ley, proyecto, reglamentación o decisión gubernamental. Se hará a todos los grupos afectados, no puede ser parcial. Puede incluir: Vecinos, obreros, patrones, deportistas, Médicos…

La encuesta pública sería de valor incalculable para la administración y la sociedad, ya que habría todo el tiempo contacto directo y masivo entre el gobierno y la opinión de la gente, y crearía más fácilmente un mapa a seguir para la administración. Los resultados serán SIEMPRE PÚBLICOS.

La encuesta pública es solamente un sondeo. El referéndum va más allá.

Cuando una encuesta pública muestre que más de la mitad de la ciudadanía no está de acuerdo con cierta decisión del gobierno, y éste no trate de cambiar o mejorarlo, la ciudadanía puede demandar al gobierno que se corra un referéndum.

El referéndum sí puede cambiar leyes o actos administrativos, éste es más extenso y requiere de la credencial de elector.

Otro modo de correr un referéndum es juntar el número de firmas correspondiente al 5% del padrón, y el municipio o estado se verán obligados a correrlo sobre el asunto en cuestión.

Por medio del referéndum se puede realizar un Veto Popular cuando la voluntad del pueblo sea contraria a una nueva ley.

Cuando una empresa, sindicato o credo llamen al voto corporativo de sus miembros bajo cualquier tipo de amenaza, serán sancionados.

El problema de los referéndums es que por default acotan la democracia, transformando las decisiones del pueblo en un simple “si” o “no”.

La participación ciudadana se trata de acercar el gobierno a la gente, pero también se trata de acercar la gente a la gente, tiene que existir discusión, debate, intercambio de ideas. Todo lo que debe presidir una decisión.

Para que el referéndum sea en realidad un factor de cambio positivo, es imprescindible que se abran espacios deliberativos.

La administración estatal o municipal, dependiendo el caso, tendrá una publicación semanal adjunta a los periódicos de mayor circulación donde ciudadanos (comunes, académicos, funcionarios) discutan libremente y sin restricciones grandes temas de interés público. Derecho de réplica obligatorio para todas las partes. Y se debe invitar a los medios locales a incluir más fuertemente las opiniones PLURALES de ciudadanos comunes.

La deliberación es una condición para la buena participación ciudadana. De esta manera la democracia participativa se regirá por el principio de suma positiva, donde de manera incluyente se llega a los acuerdos y al consenso de opinión.

Una sociedad abierta es aquella que tiene espacios de discusión crítica.

Las universidades y medios deben ser incentivadas para que hagan debates públicos entre expertos del tema de ambas posturas.

Habilitando el referéndum en el municipio con los mecanismos ya mencionados, contaremos ahora sí con la infraestructura para llevar los referéndums a nivel nacional.

-VETO POPULAR

El pueblo aplica automáticamente el veto popular cuando por medio de un referéndum, se deslegitimice una ley.

-INICIATIVA POPULAR

Todo ciudadano tiene derecho a llevar sus iniciativas de ley al Congreso del Estado.

Aquí la cuestión es ¿Cómo hacer que las iniciativas populares no sean mandadas en automático a la Comisión de Aeronáutica? (O sea, que les den avión)

Hay que crear una comisión que se dedique específicamente a estudiar la viabilidad de las iniciativas ciudadanas, y hacer que todas las iniciativas ciudadanas pasen sin excepción por ésa comisión. Obviamente habrá un control especial de rendición de cuentas anual, donde los diputados de ésa comisión tendrán que decir cuáles iniciativas pasaron y cuáles no, jugándose su reelección si no hacen su trabajo.

-REVOCACIÓN DEL MANDATO

Por medio de un referéndum, se puede quitar del mandato a cualquier miembro del ayuntamiento, si tres cuartas partes de la votación es negativa.

-REELECCIÓN DE ALCALDES Y DIPUTADOS

Es la contraparte de la revocación del mandato. Si alguien hace mal su trabajo, se suspende de su puesto. Si alguien lo hace bien, que trabaje otro periodo.

El problema de la reelección es que ésta no funciona si no se implementa un sistema público de rendición de cuentas para que el ciudadano pueda evaluar su trabajo más que el color de su partido.

También habilitando la reelección, se incentiva al alcalde a hacerle verdadero caso a las “Encuestas Públicas”.

TRANSPARENCIA Y RENDICIÓN DE CUENTAS.

Una hoja mensual adjuntada a algún periódico, detallando en qué se ha gastado el dinero ese mes.
Se tiene que crear un mecanismo (cualquier programador lo hace en medio día) para contabilizar y publicar qué iniciativas o reformas ha propuesto cada legislador, que leyes ha aprobado, qué leyes ha negado y de cuales se ha abstenido.

Sin éste mecanismo, no tiene sentido darles la posibilidad de reelección, sería de manera ciega.

-JUICIO POPULAR

Aunque no tenga valor jurídico, el funcionario acusado TIENE que acudir al juicio popular a su defensa, si el juicio convoca a más de 500 personas. Si no, las acusaciones podrán pasar a un juicio político, penal o de otra índole, depende el caso. No se puede hacer un juicio popular más de una vez por año a cada funcionario. Los gastos del juicio popular serán costeados por la sociedad civil que los organiza, pero el municipio tiene la obligación de otorgarles una plaza pública (parque o plaza) en caso de que sea requerida.

-CANDIDATURAS CIUDADANAS INDEPENDIENTES

Los candidatos independientes a alcaldía pondrán también a votación su planilla de regidores, como cualquier candidato partidista, pero con la diferencia de que su planilla no debe tener ningún miembro afiliado a un partido, para evitar así que un partido se lance con bandera independiente.

Sería muy contraproducente que las campañas de los independientes fueran pagadas por ellos mismos. A parte de que restará competitividad, puede poner en el cargo al crimen organizado o a poderes fácticos que mucho daño hacen al país ya desde donde están. No podemos permitir que las campañas sean autofinanciadas, pero tampoco podemos pagarle campañas derrochadoras, como las de hoy en día, a cualquier candidato independiente que obtenga el 2% de firmas para inscribirse en el proceso. Lo que hay que hacer imperativamente es bajar el costo de las campañas para alcaldías, e imponer estrictas reglas de transparencia y control. Candidato que se pase del gasto, de partido o independiente, será descalificado automáticamente. Todas las campañas de independientes, al igual que las de los partidos, serán pagadas por el erario, pero con mucho menor costo, y mucho mayor control, incluyendo las sanciones.

-LA REESTRUCTURACIÓN DEL CABILDO

Para darle autonomía al cabildo, el alcalde ya no puede ser parte del mismo.

Si uno o varios candidatos ciudadanos independientes obtienen el porcentaje de votos necesario para que un partido exista, pero no ganaron la contienda, automáticamente pasan a ser parte del cabildo. Ésos lugares que los independientes ocuparán, serán restados de los de representación proporcional de los partidos, así hasta completar tres cuartas partes de los asientos que le correspondían a los regidores plurinominales. Si hay más candidatos independientes que sillas de las que les corresponden (3/4 de los pluris), se seleccionará a los candidatos con mayor votación.

-FORTALECER LA FIGURA DE LAS JUNTAS DE VECINOS

Se tiene que fortalecer e incentivar la creación de las juntas de vecinos, puesto que ellas son quienes decidirán cómo gastar el Presupuesto Participativo.

-PRESUPUESTO PARTICIPATIVO

El 5% del presupuesto municipal anual se utilizará directamente en lo que las colonias requieran y demanden. Éste 5% se dividirá entre el total de pobladores del municipio, y así se repartirá a las colonias, dependiendo el número de habitantes. Las juntas de vecinos podrán disponer de éste dinero para lo que crean que necesita su colonia, siempre con la previa aprobación del ayuntamiento.

Éste 5% de Presupuesto Participativo es aparte de lo que se dedique a las encuestas públicas y demás instrumentos aquí propuestos.

-COORDINACIÓN METROPOLITANA

Para municipios metropolitanos, es obligatorio tener una comisión donde participen regidores de los dos o más municipios, para combatir los problemas metropolitanos, y coordinarse mejor. Sus logros o fracasos se presentarán en el informe de todos los municipios afectados.

Entre las tareas importantes de los municipios metropolitanos será incentivar la construcción de condominios y edificios. No podemos seguir expandiéndonos, ya no hay que darnos el lujo de ser una ciudad chaparra, a costas del ecosistema.

También la planeación del transporte público, y algunos otros servicios.

-CONCLUSIÓN

La escala municipal es en la que más fácil se pueden hacer ver los cambios, es la que está en contacto directo con la gente día con día, y es donde tenemos que empezar a democratizar y ciudadanizar al país
.
La sociedad civil local tiene que empezar a involucrarse en asuntos públicos, pero sin los mecanismos necesarios, es muy difícil. Muchos podrán echarle la culpa a la apatía social, pero no olvidemos que la apatía y el descontento son producto de la mala administración, de la exclusión, y de la poca o nula representación. Con los mecanismos propuestos, se puede acercar el poder al pueblo y los problemas que la apatía social conlleva serían en su mayor parte erradicados.

Es hora de darle al ciudadano común el espacio para que pueda ejercer con toda libertad sus derechos políticos, sin restricciones como tener que formar parte de un partido.

Se puede argumentar contra esto, que los ciudadanos no están listos, que el poder no se podrá ejercer, que se tomarán decisiones equivocadas. Pero no olvidemos que el estado político de México ha sido clasificado hasta como fallido. Los que se pueden oponer a estas reformas e iniciativas, son los que con su obra directa o afiliación, han hecho de México el desastre que es.

Ya es hora de que, como en muchos otros países, los ciudadanos tengamos control sobre nuestro gobierno, de que seamos libres.

Glen Villarreal
18 de diciembre del 2009.

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