domingo, 11 de julio de 2010

Decálogos de los Abogados. San Ivo. Couture. Ossorio. Cisneros Ramos.

Decálogo de San Ivo (1253 -1303)

Abogado Patrono de la Abogacía

I. El Abogado debe pedir ayuda a Dios en sus trabajos, pues Dios es el primer protector de la Justicia.

II. Ningún abogado aceptará la defensa de casos injustos, porque son perniciosos a la conciencia y al decoro profesional.

III. El Abogado no debe cargar al cliente con gastos excesivos.

IV. Ningún Abogado debe utilizar, en el patrocinio de los casos que le sean confiados, medios ilícitos o injustos.

V. Debe tratar el caso de cada cliente como sí fuese el suyo propio.

VI. No debe evitar trabajo ni tiempo para obtener la victoria del caso que tenga encargado.

VII. Ningún Abogado debe aceptar más causas de las que el tiempo disponible le permite.

VIII. El Abogado debe armar la Justicia y la honradez, tanto como las niñas de sus ojos.

IX. La demora y la negligencia de un Abogado causan perjuicio al cliente y cuando eso acontece, debe indemnizarlo.

X. Para hacer una buena defensa el Abogado debe ser verídico, sincero y lógico.



Decálogo de Eduardo J. Couture (1904-1957)

Abogado Catedrático de Derecho Procesal de la Universidad de Montevideo

I. ESTUDIA. El Derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus pasos serán cada día un poco menos Abogado.

II. PIENSA. El Derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando.

III. TRABAJA. La Abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de la Justicia.

IV. LUCHA. Tu deber es luchar por el Derecho, pero el día que encuentres en conflicto el Derecho con la Justicia, lucha por la Justicia.

V. SÉ LEAL. Leal como tu cliente al que no puedes abandonar hasta que comprendas que es indigno de ti. Leal para con el adversario, aun cuando el sea desleal contigo, Leal para con el Juez que ignora los hechos, y debe confiar en lo que tu le dices y que, en cuanto al Derecho, alguna que otra vez debe confiar en el que tú le invocas.

VI. TOLERA. Tolera la verdad ajena en la misma medida en que quieres que sea tolerada la tuya.

VII. TEN PACIENCIA. El tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su colaboración.

VIII. TEN FE. Ten fe en el Derecho, como el mejor instrumento para la convivencia humana; en la Justicia, como destino normal del Derecho, en la Paz como substitutivo bondadoso de la Justicia; y sobre todo, ten fe en la Libertad, sin la cual no hay Derecho, ni Justicia, ni Paz.

IX. OLVIDA. La Abogacía es una lucha de pasiones. Si en cada batalla fueras llenando tu alma de rencor llegaría un día en que la vida sería imposible para ti. Concluido el combate, olvida tan pronto tu victoria como tu derrota.

X. AMA TU PROFESIÓN. Trata de considerar la Abogacía de tal manera que el día que tu hijo te pida consejo sobre su destino, consideres un honor para ti proporcionarle que sea Abogado.



Decálogo de Ángel Ossorio y Gallardo (1873 - 1946)

Abogado Decano del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid

I. No pases por encima de un estado de tu conciencia

II. No aceptes una convicción que no tengas

III. No te rindas ante la popularidad ni adules la tiranía

IV. Piensa siempre que tú eres para el cliente y no el cliente para ti

V. No procures nunca en los tribunales ser más que los magistrados pero no consientas ser menos

VI. Ten fe en la razón que es en lo que general que prevalece

VII. Pon la moral por encima de las leyes

VIII. Aprecia como el mejor de los textos el sentido común

IX. Procura la paz como el mayor de los triunfos

X. Busca siempre la justicia por el camino de la sinceridad y sin otras armas que las de tu saber



Decálogo del Abogado CARLOS FRANCISCO CISNEROS RAMOS
4 de octubre de 1933-28 de abril de 2008.

Regiomontano, jurista, profesor, funcionario, editorialista.

A ctualiza tus conocimientos, estudiando Doctrina, Ley, Jurisprudencia, para estar diaria y permanentemente dispuesto a luchar contra los elementos perturbadores de la paz jurídica.

B usca la verdad, procediendo siempre a la buena fe, lealtad y fidelidad tanto hacia los destinatarios de la norma como de los intérpretes, aplicadores y ejecutores de ella y tus colegas mismos.

C onfía en tu saber, laborando sin tregua y sin descanso para hacer prevalecer los supremos valores del Derecho: Orden, Certeza, Seguridad, Justicia y Paz Social.

D efiende con ahínco toda causa noble, respetando y haciendo respetar sobre todas las cosas, la vida, la libertad y la dignidad del hombre.

E mprende, con seguridad y rectitud, el camino hacia la excelencia en el ejercicio de la profesión, sea cual fuere que te depare el Destino, sin olvidar jamás a tus Padres, tu Escuela y a tus Maestros.

F ustiga a todo aquel quien retuerza el raciocinio con el ánimo de trastocar el orden jurídico y denigrar al profesional del Derecho en cualesquiera de sus manifestaciones.

G oza de y con el triunfo del Derecho, dando no sólo a cada quien lo suyo, sino, también, tratando igual a los iguales y en forma desigual a los desiguales.

H unde en las profundidades todo mal pensamiento, intento o acción que pretenda llevar o lleve a la corrupción.

I ncorruptible, por tal, para gloria de la Institución de la cual egresas y de tu propia Generación de Licenciados en Derecho, debe ser tu conducta personal y profesional.

J unto con tus compañeros de Generación de Profesión, busca la colegiación para lograr, a través de la solidaridad, la significación de la Abogacía.

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