martes, 29 de octubre de 2013

Techo de Cristal: Desigualdad de Oportunidades Laborales para la Mujer. Eduardo Nader Machuca



Techo de Cristal:
 Desigualdad de Oportunidades Laborales para la Mujer

         A manera de reflexión lo invito a pensar y analizar cuantas mujeres ocupan cargos políticos, presidentas de empresas o líderes sindicales. Seguramente se le ocurrirán tan pocas que podrá contarlas con los dedos de las manos. Estoy seguro que sería una historia completamente distinta si le preguntara cuantos hombres ocupan esa clase de puestos.
            Por muchos años, grandes personalidades han alzado la voz para lograr esa igualdad de géneros que cada vez más parece una realidad pero sigue habiendo obstáculos que la impiden. Después de tanta perseverancia y esfuerzo por parte de las mujeres en luchar por sus derechos, se dio un gran avance y hoy en día se les es permitido votar y asistir a las universidades. A pesar de ello, la mujer de la actualidad presenta nuevos retos en cuanto a desigualdad de género al momento de hablar de oportunidades laborales.
            Si bien es cierto que la ley establece condiciones de igualdad laboral en su artículo 5 constitucional, e igualdad de pago y trato para las mujeres en el artículo 123,  “A trabajo igual corresponderá salario igual, sin tener en cuenta el sexo”, existen ciertas condiciones sociales y culturales que limitan el crecimiento profesional de la mujer. Dichas condiciones son conocidas como el techo de cristal.
Mabel Burín, doctora en psicología clínica y especialista en estudios de género y subjetividad, define el techo de cristal como “una superficie superior invisible en la carrera laboral de las mujeres, difícil de traspasar, que nos impide seguir avanzando. Su carácter de invisibilidad viene dado por el hecho de que no existen leyes ni dispositivos sociales establecidos ni códigos visibles que impongan a las mujeres semejante limitación, sino que está construido sobre la base de otros rasgos que por su invisibilidad son difíciles de detectar.”
De acuerdo a estadísticas de la OIT, las mujeres ocupan menos del 7 por ciento de los puestos de responsabilidad en las empresas, y sus salarios son entre un 10 y un 30 por ciento más bajos que la remuneración percibida por los hombres que tienen las mismas responsabilidades. Como ejemplo del techo de cristal, destaca también el hecho de que sólo ocho países en todo el mundo son dirigidos por mujeres como Presidentas, Jefas de Estado o Primeras Ministras.
Por otra parte, hay personas que afirman que no existe ningún techo de cristal, sino que por cuestiones de personalidad de la mujer ellas mismas ponen un tope a su carrera profesional tratar de encontrar un equilibrio entre el trabajo y la familia, resultando en la mayoría de los casos la familia la prioridad. Por ende, por cuestiones de tiempo, emocionales, de traslados, etc. se les es más complicado  tener puestos importantes dentro de las organizaciones.
Existen ambas posturas al respecto, obviamente una más feminista y otra más machista, pero a final de cuentas, sea cual sea la razón o nombre que tenga el problema, es claro que existe la problemática y es bien sabido que las personas encargadas de asignar sueldos han decidido brindar mayor apoyo económico al sexo masculino para apoyar a la cabeza de familia que por tradición es quien es responsable de los gastos de la familia, sin embargo los tiempos han ido cambiando y la sociedad de hoy en día cuenta con familias no tradicionales conformadas por padre, madre e hijos, donde los hombres se hacían responsables de sus hogares al cien por ciento.  La realidad actual es otra, hoy en día 40 por ciento de las mujeres mexicanas que trabajan son cabezas de sus hogares y al igual que los hombres cabezas de hogar también requieren de ese apoyo económico para poder mantener a la familia, lamentablemente en la mayoría de los casos no se les proporciona en igual medida que a los hombres.
            Al ser cada vez más un tema de discusión mundial, la OIT adoptó la igualdad entre hombres y mujeres como uno de los objetivos principales dentro de sus políticas y han estado trabajando para poder lograrlo. Algunas de las acciones que han tomado son las campañas para lograr la ratificación de los convenios fundamentales que tratan sobre igualdad de género en el mundo del trabajo ofreciendo apoyo técnico a los mandantes para identificar los temas nacionales prioritarios en materia de género; así como evaluar las mejoras alcanzadas por los mandantes en lo que se refiere a la representación de las mujeres en los niveles decisorios, desarrollando una metodología que permita recopilar y realizar un seguimiento a los índices de participación para evaluar avances logrados, entre otras.
Mujeres, ya han logrado pelear por sus derechos en el pasado y gracias a eso ya han ido ganando participación en el ámbito laboral debido a la mayor capacitación con la que cuentan. Dense cuenta de la problemática actual y de cómo ésta las afecta. Alcen la voz y exijan la igualdad como lo han venido haciendo y tarde o temprano, antes de lo que imaginan, se verá reflejada en su participación en puestos directivos dentro del mundo laboral. Como afirma Helen Fisher, dado que nos dirigimos hacia una época en la que se plantearán problemas más complejos y posiblemente más peligrosos, necesitaremos la fuerza de ambos sexos a fin de solucionarlos. Y el que nuestros esfuerzos tengan éxito dependerá de que las mujeres participen en el cambio tan plenamente como los hombres y de que ambos sexos trabajen en equipo.

Bibliografía:
"EL TECHO DE CRISTAL." EL TECHO DE CRISTAL. Web. 26 Oct. 2013. .
"Romper el Techo de Cristal: Las Mujeres en Puestos de Dirección” Web. 26 Oct. 2013. .
Lamelas Castellanos, Nélida, Aguayo Lorenzo, Eva. DESIGUALDAD DE GÉNERO EN LATINOAMÉRICA DESDE LA PERSPECTIVA DE LOS INDICADORES DE DESARROLLO HUMANO. Revista Galega de Economía [en linea] 2010, [Fecha de consulta: 26 de Octubre de 2013] Disponible en: ISSN 1132-2799

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