martes, 30 de septiembre de 2014

El CUENTO DE NUNCA ACABAR . Lic. Jesús Arturo Vallejo Mauricio




Cada que observo los noticieros a nivel nacional, me asombro de lo que aparece relativo a nuestros servidores públicos, a pesar de que se trata de maquillar las notas, se aprecia de fondo que nuestro sistema político-jurídico se encuentra rodeado de imperfectos ciudadanos, que más que brindar apoyo a sus ciudadanos se encuentran inmersos en la figura denominada clientelismo político.

A decir, hace falta compromiso social y ético de los funcionarios públicos, el clientelismo no es nuevo, ya desde las viejas culturas se puede dilucidar, y vaya que en nuestros tiempos se ha vuelto más evidente, gracias a la implementación y manejo de las TICs por parte de los ciudadanos. El asunto a tratar en el presente, es analizar el por qué los servidores públicos se aferran a evidenciar su corrupción, el desfalco al erario satisfaciendo su interés propio, red de corrupción, opacidad en sus funciones asignadas y el manejo de tráfico de influencias para lograr arribar a las grandes esferas políticas.

Lo que siempre hemos aprendido en la familia, es que se debe portar uno bien y ayudar a su prójimo, pero tal parece que no observamos lo mismo en los medios de comunicación. En los encabezados de los diarios, ya sean de circulación estatal o nacional, notas alusivas al mal servicio social de nuestros representantes, aquí cabe el dicho que no entran todos en el supuesto, que trae como consecuencia que los ciudadanos se vean en la penosa necesidad de realizar observaciones, anotar la conducta indebida para que en los procesos electorales se vea el castigo, como dicen en la escuela “si no realizó bien su tarea tendrá como consecuencia una reprimenda”.

¿Y la figura de la Transparencia dónde quedó y en qué lugar la podemos ubicar dentro de la evaluación del desempeño al servicio público por parte de un funcionario?, podemos dilucidar que hoy en día nuestros funcionarios se desviven por realizar lo que algún día se podría llamar “corrupción transparente”, bueno atendiendo al anterior criterio, se podría posicionar en primer lugar la figura en el ranking de la deshonestidad a la labor social.

Pero no se trata de que nuestros representantes sociales se vean envueltos en circunstancias penosas y que mas que halagadoras son vergonzosas sus actitudes. Si se trata de que los ciudadanos nos demos cuenta de quién gana y tranza más, ya lo han logrado. Y vamos un poco más allá, ahora con la herramienta del ciberespacio, nuestros señores legisladores en un afán de captar más admiradores, que casi al final de su gestión (expreso “casi”, porque muchos de los legisladores o gobernantes, luchan incansablemente por más, un nivel superior al que han sido elegidos, dejando truncado su programa de trabajo legislativo) lo ven reflejado en votos para su nueva aspiración política. Mi interrogante es, ¿y los ciudadanos?

Los políticos han tomado de un tiempo a la fecha a secuestrar las diversas redes sociales, colgando en sus muros noticias que no muestran índices alentadores para los ciudadanos, mofándose de sus logros, pero como en todo, hay un pero, si observamos la mayoría de sus publicaciones en sus muros son de reuniones sociales, en informes de otros servidores públicos, pero muy pocas son publicadas de los aportes a su comunidad o distrito al que representan o en su extremo caso, se encuentran difamando y efectuando observaciones negativas de sus adversarios. Eso sí, hay varios funcionarios que han cometido errores garrafales en sus publicaciones y que al ver que los ciudadanos encuentran ese medio idóneo para mostrar sus deficiencias y carencias en su localidad o que se encuentran en contra de lo que ha expresado en su muro, deciden poner fin a su mala decisión de incursionar en las redes sociales, cancelando su cuenta de red social

Las redes sociales, los diversos sistemas de comunicaciones (impreso o digital) y las TICs, han creado un boquete en la opacidad de los servidores públicos, revelando datos fuertes de los pasivos y activos antes y después de su mandato de un servidor público. Es sorprendente al respecto, subrayar como es eufemístico los informes anuales que nuestros funcionarios brindan a la ciudadanía, donde solo causa un agravio y malestar social, donde las líneas y las fotos que en dichos informes que se entrega, son todo lo contrario a la realidad social que pasa en su país, estado, municipio o comunidad.

La ciudadanía sufre, padece y carece de la infraestructura social y de programas sociales viables para su localidad, debido a que su representante social se encuentra ocupado, ocupado en otros avatares personales, atendiendo con esmero materias diversas “negocios” al cargo para el que fue asignado. En el caso de los legisladores, su función y obligación es crear leyes que vayan a favor del ciudadano, que ayuden a mejorar al bienestar y entorno social de su país, creando una iniciativa que contenga un soporte tanto de campo, técnico, teórico, jurídico, económico y social; el ciudadano da su confianza y emite su voto de confianza a una persona que, entre comillas, supuestamente conoce las necesidades de su distrito electoral, pero observamos lo contrario, todo es una quimera de política, todo resulta ser un juego de quién tiene más poder sobre otro, que llegado el momento de realizar una investigación de campo observamos que no hay mejoras en las áreas de infraestructura, educación, salud, vivienda, salarios, atención médica, etc.

De todo lo antes citado, se desprende que si la ciudadanía no exige a sus representantes públicos que cumplan con su encomienda, será un cuento de nunca acabar, eso es igual a que seguiremos observando un México lastimado, frustrado e incapaz de hacer que sus servidores públicos rindan cuentas claras, transparenten sus acciones y se encuentren dispuestos a realizar con aptitud su función y vocación de servicio a la colectividad, más no personal.

Espero que estas breves líneas sean de su interés, quedo a sus órdenes para seguir creciendo como ciudadanos.

Jesús Arturo Vallejo Mauricio

No hay comentarios:

Publicar un comentario