Un hombre vivía en la orilla de un camino y vendía perros calientes (hot dog). El no tenía radio, ni televisión, ni leía los Periódicos, pero hacía y vendía buenos perros calientes.
Él se preocupaba por la divulgación de su negocio y colocaba carteles de propaganda por el camino, ofrecía su producto en voz alta y el pueblo le compraba.
Las ventas fueron aumentando cada vez más, él compraba el mejor pan y la mejor salchicha. También fue necesario comprar un carrito más grande, para atender a la creciente clientela y el negocio prosperaba.
Su perro caliente era el mejor de región.
Venciendo su situación económica inicial, pudo pagar una buena educación a su hijo, quien fue creciendo y fue a estudiar Economía en la mejor Universidad del país. Finalmente, su hijo ya graduado con honores, volvió a casa y notó que el papá continuaba con la misma vida de siempre y tuvo una seria conversación con el... ¿Papá, usted no escucha la radio? ¿Usted no ve la televisión? ¿Usted no lee los periódicos? Hay una gran crisis en el mundo!!! Y la situación de nuestro país es crítica!!!
Todo está grave y nuestro país va a quebrar... después de escuchar las consideraciones de su hijo estudiado, el padre pensó... bien, si mi hijo Economista, lee periódicos, ve televisión, entonces sólo puede tener la razón... y con miedo de la crisis, el viejo buscó el pan más barato (mas malo) y comenzó a comprar la salchicha más barata (la peor) y para economizar dejó de hacer sus carteles de propaganda.
Abatido por la noticia de la crisis ya no ofrecía su producto en voz alta, ni atendía con entusiasmo a sus clientes.
Tomadas todas esas precauciones, las ventas comenzaron a caer y fueron cayendo y cayendo y llegaron a niveles insoportables y el negocio de perros calientes del viejo que antes generaba recursos para que el hijo estudiara Economía, finalmente quebró.
Entonces el padre, muy triste, le dijo al hijo: "hijo, tenías razón, estamos en el medio de una gran crisis" y le comentó orgullosamente a sus amigos: "bendita la hora en que envié a mi hijo a estudiar Economía, él me aviso de la crisis......"
Moraleja:
Nuestros actos diarios son los que deciden nuestras situaciones. Las acciones y decisiones que tomaste en el pasado son las que han hecho que hoy estés en tu estado actual.
Las decisiones y acciones que tomes de hoy en adelante son las que decidirán tu Futuro.
Trabaja cada día un poco mejor, más profesional y con un poco más de ilusión.
No importa cómo estén las circunstancias, siempre hay una salida, de hecho siempre hay un número infinito de salidas y gran parte de ellas correctas, sólo es necesario llegar a identificar la idónea y tomarla cada vez.
Tus resultados personales son la consecuencia directa de tus inversiones y de la calidad y la cantidad de tu trabajo.
Invierte en lo que es necesario, y mejora cada día un poco más la calidad de tu trabajo y trabaja un poquito más de lo necesario y veras como tu éxito mejora cada día más!!
El éxito llega cuando has trabajado e invertido lo necesario...
ATENTAMENTE
LAE JORGE LUIS FALCÓN ARÉVALO
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