sábado, 20 de noviembre de 2010

SESENTA O SETENTA AÑOS EN EL SIGLO XXI

Con un muy cariñoso saludo a todos los que apenas
empezamos esas edades... o que nos falta mucho!!!

Si miramos con cuidado podemos detectar la aparición de una franja social que antes no existía: la gente que hoy tiene alrededor de sesenta años.

Es una generación que ha pateado fuera del idioma la palabra "sexagenario" o "septuagenario", porque sencillamente no tiene entre sus planes actuales el hecho de envejecer. Se trata de una verdadera novedad demográfica parecida a la aparición en su momento, de la "adolescencia", que también fue una franja social nueva que surgió a mediados del siglo veinte para dar identidad a una masa de niños desbordados en cuerpos creciditos, que no sabían hasta entonces dónde meterse, ni cómo vestirse.

Este nuevo grupo humano que hoy ronda los sesenta o setenta, ha llevado una vida razonablemente satisfactoria. Son hombres y mujeres independientes que trabajan desde hace mucho tiempo y han logrado cambiar el significado tétrico que tanta literatura rioplatense le dio durante décadas al concepto del trabajo. Lejos de las tristes oficinas de J.C. Onetti o Roberto Arlt, esta gente buscó y encontró hace mucho la actividad que más le gustaba y se ganó la vida con eso.

Supuestamente debe de ser por esto que se sienten plenos...algunos ni sueñan con jubilarse. Dentro de ese universo de personas saludables, curiosas y activas, la mujer tiene un papel rutilante. Esta mujer pudo sobrevivir a la borrachera de poder que le dio el feminismo y en determinado momento de su juventud en el que los cambios eran tantos, pudo detenerse a reflexionar qué quería en realidad.

Algunas se fueron a vivir solas, otras estudiaron carreras, otras eligieron tener hijos, otras fueron periodistas, atletas, o crearon su propio "YO S.A.". Pero cada una hizo su voluntad. Reconozcamos que no fue un asunto fácil y todavía lo van diseñando cotidianamente.

Pero algunas cosas ya pueden darse por sabidas, por ejemplo que no son personas detenidas en el tiempo; la gente de sesenta maneja la compu como si lo hubiera hecho toda la vida. Se escribe, y se ve, con los hijos que están lejos y hasta se olvidan del viejo teléfono para contactar con sus amigos y les escriben en e-mail sus ideas y vivencias.

Por lo general están satisfechas de su estado civil y si no lo están, no se conforman y procuran cambiarlo. Raramente se deshacen en un llanto sentimental. A diferencia de los jóvenes; ellos conocen y ponderan todos los riesgos. Nadie se pone a llorar cuando pierde: sólo reflexiona y toma nota, a lo sumo. La gente grande comparte la devoción por la juventud y sus formas superlativas, casi insolentes de belleza, pero no se sienten en retirada.

Compiten de otra forma, cultivan su propio estilo...Ellos no envidian la apariencia de jóvenes astros del deporte, o de los que lucen un traje Armani, ni ellas sueñan con tener la figura tuneada de una vedette. En lugar de eso saben de la importancia de una mirada cómplice, de una frase inteligente o de una sonrisa iluminada por la experiencia.

Hoy la gente de 60 ó 70, como es su costumbre, está estrenando una edad que todavía NO TIENE NOMBRE, antes los de esa edad eran viejos y hoy ya no lo son, hoy están plenos física e intelectualmente, recuerdan la juventud, pero sin nostalgias, porque la juventud también está llena de caídas y nostalgias y ellos lo saben.

La gente de 60 ó 70 de hoy, celebra el sol cada mañana y sonríe para sí misma muy a menudo...Quizás, por alguna razón secreta que sólo saben los de sesenta en el siglo XXI.

ANÓNIMO

1 comentario:

  1. Yo soy de esa època y de esa gente, que hoy somos jòvenes de otra manera, creo fuimos un grupo adelantado al tiempo , tmabien rebeldes calladamente pero con algo importante muy jóvenes teniamos una postura politica y religiosa, lideres a quienes admirabamos, y en el corazon la libertad de amar como lo hacemos ahora donde ya sabemos que lo grande es lo que esta dentro del alma , no lo externo, crecimos sin tecnologia y a la par de ella entonces esta nos sirve para decir lo que pensamos no para competir, y el mundo es diferente, creemos en nosotros y no en lo que poseemos, somos los anteriores a los niños indigos una especie de revolución silenciosa, nuestros hijos son diferentes a este mundo, pues tienen padres compañeros de ellos

    asi mismo , siempre es como vivir otro mundo , nuestros amigos son jovenes!!!!, y nosotros tambien solo, que con experiencia

    cecilia sandoval
    chile

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