La educación tiene su origen desde hace muchos años, en lo que nos corresponde podemos decir que le educación en su momento fue sólo impartida para una clase, ya que la Iglesia mantenía el control de la misma y no permitía que la educación fuera abierta a toda la clase social.
El mercado laboral se mide con una suma importante de factores de los cuales se pueden señalar: la fuerza de trabajo física o intelectual, la mano de obra, etc. Es aquí donde el Estado tiene que intervenir, creando y rediseñando políticas públicas que lleven a un bienestar social y que sean acordes con la realidad en que se vive.
En los países denominados de Primer mundo, denominación que se les da a aquellos países que tienen ciudadanos con un mayor estatus y calidad de vida, sus gobiernos se encuentran comprometidos por la aplicación de políticas públicas que ayuden a resolver las necesidades de sus gobernados en materia de educación, teniendo como compromiso fundamental que sus gobernados se encuentren preparados para poder acceder a un empleo, de cualquier índole, que les retribuya y así pueda otorgarles una mejor calidad de vida y sustentabilidad.
Es cierto que las universidades son las encargadas de estar al pendiente de la demanda del mercado laboral de la sociedad, ya que son ellas las que forman y capacitan a los ciudadanos interesados en entrar a este mercado. Por consiguiente, el Estado deberá de auxiliar a las universidades públicas o privadas en su ardua tarea que se les presenta, en la demanda de carreras técnicas o profesionales, creando políticas públicas que estén acordes al modelo educativo actual y generando los apoyos económicos necesarios para que cumplan las universidades con su cometido, que es el enseñar al estudiante a tomar las decisiones correctas en base a los conocimientos que se le han instruido durante su estancia en las aulas académicas.
Tanto el Estado y las universidades deben estar actualizados en todas las áreas del conocimiento, ya que es un hecho cierto que la tecnología ha rebasado muchas de las áreas y que ahora se necesita que se dé un esfuerzo mayúsculo, teniendo como resultado final el ingreso de estudiantes a un mercado laboral, con la capacidad de decisión correcta, de desempeñar su profesión-labor con las herramientas y conocimientos exactos, de ejercer su profesión con la certidumbre que serán de los mejores, siendo más competitivos y creativos, generando cada vez más espacios para un mercado laboral profesional y que otorgue mejor calidad de vida, entre muchos beneficios.
En la actualidad se ve la diferencia abismal en las clases sociales, mientras los que saben desean obtener más ganancias (por que han obtenido los medios adecuados para recibir educación especializada, por que se ven obligados a pertenecer ahora en un estatus de vida y luchan por permanecer o subir un escaloncito más; a diferencia de los que no tienen los medios económicos para recibir dicha educación, se esfuerzan en un mercado laboral muy competitivo en el cual se tienen que sacrificar muchos más horas de jornadas laborables para poder ganar un salario extra de lo que se les proporciona de origen. A esto se puede hacer referencia a la Teoría de las desigualdades salariales y de la pobreza.
Es cierto que en las universidades se refleja con certidumbre la revolución de información y tecnología, siendo un puente importante entre el cambio social a mediano-largo plazo, el avance social tecnológico y del futuro sustentable de un Estado.
Esperando que las líneas antes citadas despierten su interés por generar mejores condiciones de vida.
Espero sus comentarios.
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