martes, 15 de mayo de 2012

Una tarea difícil en la vida. Francisco Alan Yáñez Gómez



Hay gente que ha discutido tanto sobre las tareas más complejas en este mundo,  a tal grado que muchas veces llegan hasta el conflicto, pero sin duda alguna, hay tareas en el mundo que son sumamente complejas y una de ellas y de las más relevantes es la de educar.

El día de hoy nos disponemos a hablar sobre todos aquellos seres humanos que entregan su vida a la docencia, que son sujetos dignos de admirarse y emularse, de aquellas personas que sin importar el clima, su estado de salud y su estado de ánimo se levantan muy temprano o se acuestan muy tarde con tal de sembrar en sus alumnos la virtud del conocimiento.

Muchos no sabemos ni entendemos lo complejo que es estar al frente de un aula, exponiendo todos aquellos conocimientos adquiridos con base en la experiencia y que de repente un alumno comience a distraer al grupo con algún tema irrelevante, qué terrible impotencia debe sentir aquél que dedica parte de su día en investigar y preparar una clase para que sus alumnos estén atentos.

A veces cuando un individuo está acongojado por algún problema los primeros en notarlo son los maestros y los buenos, tratan de ayudarlo, orientarlo y darle algunos consejos para que pueda salir delante de su conflicto, ahí es donde los docentes demuestran su amor y pasión por este arte que se denomina enseñanza, ya que no solo basta con estar frente a un grupo hablando sobre algún tema de interés para la clase, el ser catedrático implicar ir más allá, es brindarle al educando todas las herramienta posibles para su desarrollo íntegro como ser humano pensante.

Al referirnos a pensante, tratamos de explicar, que muchas veces los maestros se van tranquilos con que el alumno entienda y memorice los conceptos de la clase, pero en realidad ¿eso será lo óptimo?, ante esta duda viene a comento el motivo de esta nota, una de las personas que más admiro, que más respeto como ser humano pensante es a mi estimado maestro, amigo y compañero de profesión el egregio Maestro Lic. José Manuel Gómez Porchini. Él me enseñó que las cosas tienen un significado y vienen de algún lado, me enseñó que debemos preguntar siempre el por qué de las cosas, nunca quedarnos con las dudas. Él siempre en sus cátedras trató de inculcarnos la pasión por lo que hacemos, el buscar la mejor manera de realizar nuestros trabajos y por supuesto nunca faltaron las áreas de mejoras sobre las cuales vertía su opinión.

El Lic. Porchini, como nos gusta llamarlo, nunca fue un maestro que nos inculcara el emular conductas para reproducirlas al momento de ejercer la profesión, siempre nos enseñó a ser originales y afrontar nuestros errores, que si en algún momento ibas a cometer un error, era mejor que nosotros fuéramos los autores materiales del mismo, ya que él nos habló sobre que a veces por tratar de “regarla” copiamos lo que otra gente hace, pero no sabes que lo que esa gente hizo está mal, por ende, estamos cometiendo un error aún mayor, ya que estamos cargando hasta con culpas ajenas.

Sin duda alguna todas esas características son las que definen a un buen docente y sin duda alguna mi estimado Maestro Porchini las posee, además de que tiene un vasto y amplio sentido del humor, trata de hacer las clases muy interesantes, jamás permite que el aburrimiento se apodere del aula, claro, todo esto sin caer en ningún vicio y convertirse en un maestro “barco” como los  jóvenes le dicen a los maestros con grandes oportunidades de mejora.

Hoy es el día del maestro y tenemos que aplaudir y celebrarlos como deben, hay que tratar de darles las gracias por todo lo que ellos hacen y que sin duda contribuyen sobremanera al desarrollo de este país. El Lic. Porchini, siempre nos inculcó el amor por lo que queremos, que lucháramos para crear un país con mejores oportunidades y por el porvenir de las futuras generaciones, lo cual debe ser inspiración para otros educadores, ya que actualmente México vive una situación que solo la educación y los que  se encargan de impartirla pueden salvar.

Realizo esta nota en honor al ser humano en comento en este texto, puesto que él, me ha instruido e inculcado este magnífico pasatiempo y claro, él me dará sus puntos de vista y entenderé que puedo tener grandes oportunidades de mejora, pero eso es lo que hace a un alumno ser una mejor persona en todos los ámbitos.

Por último desearles un feliz día a todos aquellos educadores de todas las partes de este país, ya que gracias a Ustedes se salva una vida, se forma un profesionista, se busca un anhelo, se crean alegrías y se forman seres humanos pensantes.

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