Hay
gente que ha discutido tanto sobre las tareas más complejas en este mundo, a tal grado que muchas veces llegan hasta el
conflicto, pero sin duda alguna, hay tareas en el mundo que son sumamente
complejas y una de ellas y de las más relevantes es la de educar.
El
día de hoy nos disponemos a hablar sobre todos aquellos seres humanos que
entregan su vida a la docencia, que son sujetos dignos de admirarse y emularse,
de aquellas personas que sin importar el clima, su estado de salud y su estado
de ánimo se levantan muy temprano o se acuestan muy tarde con tal de sembrar en
sus alumnos la virtud del conocimiento.
Muchos
no sabemos ni entendemos lo complejo que es estar al frente de un aula,
exponiendo todos aquellos conocimientos adquiridos con base en la experiencia y
que de repente un alumno comience a distraer al grupo con algún tema
irrelevante, qué terrible impotencia debe sentir aquél que dedica parte de su
día en investigar y preparar una clase para que sus alumnos estén atentos.
A
veces cuando un individuo está acongojado por algún problema los primeros en
notarlo son los maestros y los buenos, tratan de ayudarlo, orientarlo y darle
algunos consejos para que pueda salir delante de su conflicto, ahí es donde los
docentes demuestran su amor y pasión por este arte que se denomina enseñanza,
ya que no solo basta con estar frente a un grupo hablando sobre algún tema de
interés para la clase, el ser catedrático implicar ir más allá, es brindarle al
educando todas las herramienta posibles para su desarrollo íntegro como ser
humano pensante.
Al
referirnos a pensante, tratamos de explicar, que muchas veces los maestros se
van tranquilos con que el alumno entienda y memorice los conceptos de la clase,
pero en realidad ¿eso será lo óptimo?, ante esta duda viene a comento el motivo
de esta nota, una de las personas que más admiro, que más respeto como ser
humano pensante es a mi estimado maestro, amigo y compañero de profesión el
egregio Maestro Lic. José Manuel Gómez Porchini. Él me enseñó que las cosas
tienen un significado y vienen de algún lado, me enseñó que debemos preguntar
siempre el por qué de las cosas, nunca quedarnos con las dudas. Él siempre en
sus cátedras trató de inculcarnos la pasión por lo que hacemos, el buscar la
mejor manera de realizar nuestros trabajos y por supuesto nunca faltaron las
áreas de mejoras sobre las cuales vertía su opinión.
El
Lic. Porchini, como nos gusta llamarlo, nunca fue un maestro que nos inculcara
el emular conductas para reproducirlas al momento de ejercer la profesión,
siempre nos enseñó a ser originales y afrontar nuestros errores, que si en
algún momento ibas a cometer un error, era mejor que nosotros fuéramos los
autores materiales del mismo, ya que él nos habló sobre que a veces por tratar
de “regarla” copiamos lo que otra gente hace, pero no sabes que lo que esa
gente hizo está mal, por ende, estamos cometiendo un error aún mayor, ya que
estamos cargando hasta con culpas ajenas.
Sin
duda alguna todas esas características son las que definen a un buen docente y
sin duda alguna mi estimado Maestro Porchini las posee, además de que tiene un
vasto y amplio sentido del humor, trata de hacer las clases muy interesantes,
jamás permite que el aburrimiento se apodere del aula, claro, todo esto sin
caer en ningún vicio y convertirse en un maestro “barco” como los jóvenes le dicen a los maestros con grandes
oportunidades de mejora.
Hoy
es el día del maestro y tenemos que aplaudir y celebrarlos como deben, hay que
tratar de darles las gracias por todo lo que ellos hacen y que sin duda
contribuyen sobremanera al desarrollo de este país. El Lic. Porchini, siempre
nos inculcó el amor por lo que queremos, que lucháramos para crear un país con
mejores oportunidades y por el porvenir de las futuras generaciones, lo cual
debe ser inspiración para otros educadores, ya que actualmente México vive una
situación que solo la educación y los que
se encargan de impartirla pueden salvar.
Realizo
esta nota en honor al ser humano en comento en este texto, puesto que él, me ha
instruido e inculcado este magnífico pasatiempo y claro, él me dará sus puntos
de vista y entenderé que puedo tener grandes oportunidades de mejora, pero eso
es lo que hace a un alumno ser una mejor persona en todos los ámbitos.
Por
último desearles un feliz día a todos aquellos educadores de todas las partes
de este país, ya que gracias a Ustedes se salva una vida, se forma un
profesionista, se busca un anhelo, se crean alegrías y se forman seres humanos
pensantes.
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