Hoy en día se podría decir que no existe la discriminación en el mundo, considerando que vivimos en el siglo XIX y que cada vez las nuevas generaciones muestran valores más dignos. Sin embargo, en México cinco de cada diez mexicanos han sido víctimas de discriminación laboral, según una encuesta realizada por la OCCMundial. Aún vivimos en mundo donde muchas personas privan de oportunidades a trabajadores que son capaces de desempeñar el empleo pero que son discriminados por aspectos de su vida personal.

Dentro de los aspectos de discriminación más comunes están el género, edad, apariencia física, condición socioeconómica, responsabilidades familiares, preferencia sexual, entre otras. Sin embargo, lo que me llamó la atención fue el hecho de que el aspecto de discriminación laboral más importante haya sido la experiencia profesional. Las nuevas generaciones que se graduaron recientemente o que están próximas a egresar de la universidad, son víctimas de esta clase de discriminación en la mayoría de los casos, ya que al momento de buscar empleos se encuentran con que no son contratados con tanta facilidad, porque en las empresas están buscando personas que hayan tenido experiencia profesional y no le dan la oportunidad a un recién egresado.

Otro de los aspectos de discriminación más comunes es el de mujeres embarazadas. Muchas empresas despiden a mujeres desde que se enteran que están embarazadas, argumentando que la mujer no puede realizar sus labores en un cien por ciento, o que se ven mal y dejan de ser atractivas. Geovana Royacelli menciona un caso de una mujer que fue despedida por estar embarazada, “en la empresa cada mes las mujeres son sometidas a pruebas de embarazo para descartar la posibilidad, o si el resultado es positivo pedir la plaza para que no continúen laborando.” (Royacelli, 2013)

Se efectuó una encuesta sobre la discriminación en la Ciudad de México, los resultados mostraron que el 52.5% de las personas encuestadas consideraron que efectivamente todavía existe discriminación hacia las mujeres embarazadas, de este porcentaje 73.3% percibió que el grado de discriminación contra ellas es alto.

Es injusto que las mujeres sean despedidas por embarazarse, es natural que se embaracen y quieran tener hijos, las empresas en lugar de ponerles más presión deberían apoyarlas durante todo su camino de embarazo, de esta manera se sentirían en más confianza y motivadas para dar lo mejor de sí y cuando dieran a luz volverían al trabajo con más motivación, debido a que ahora trabajarían no solo para sí misma, sino por la vida de su bebé.

La discriminación trae consecuencias serias en la persona, no solo porque no puede conseguir empleo o porque no sea ascendido de la manera en que se lo merece, de hecho esas son las causas de una serie de problemas psicológicos en la persona. Afecta directamente en la autoestima de la persona, ya que se enfrenta con estas barreras que logran impactar de manera negativa en ella, comienza a cuestionarse de sus capacidades y atributos. También afecta en el estado emocional de la persona, como impotencia, frustración, humillación, desconfianza y depresión. Entonces la discriminación laboral no es un tema que se debe tomar a la ligera o pasar por alto.

Así como existen personas que discriminan, hay personas dispuestas a ayudar a aquellos que han sido víctimas por este acto. Fernando Calderón afirma que seis de cada diez profesionistas estarían dispuestos a informar cualquier caso de discriminación que hayan sufrido, sin embargo, hay personas que por temor o por creencia de la manera en que se rige la empresa no informaría de estos casos. Es por eso que Calderón escribe una serie de recomendaciones para que la persona afectada denuncie, “Tu contribución es importante para crear un entorno laboral más justo para todos los mexicanos.” (Calderón, 2013)

1. Analizar la gravedad de los hechos, así como la frecuencia de los mismos, ya que no es lo mismo que haya pasado por única vez o que sea algo regular.

2. Documentar los hechos, se tiene que guardar todo tipo de evidencia que muestre el acto de discriminación claramente, como correos electrónicos, grabaciones, o registrar las fechas y citas textuales si el acto fue de forma verbal.

3. Investigar cuáles son las formas de denuncia en la empresa de trabajo, hay que acudir con el superior para informarle de lo que ha estado sucediendo para que así se pueda hacer algo al respecto.

4. Si la empresa no te facilita el método de denuncia, asiste a la CONAPRED para pedir asesoría y levantar una queja.

¿Cuál es la razón de discriminación en las empresas? La CONAPRED mencionó “una de las principales razones de mecanismos de discriminación de las prácticas empresariales es por querer optimizar sus costos.” (Madrid, 2012) Muchos puestos pueden llegar a desaparecer o a sustituirse por máquinas para realizar los procesos de manera eficiente y ahorrar capital. En otras ocasiones la empresa decide no contratar a empleados sin experiencia profesional para no arriesgarse a tener malentendidos o trabajos incompletos por el empleado, o muchas veces se piensa que por no tener experiencia se necesite gastar en capacitaciones extras o ciertos cursos que hagan que la empresa pierda dinero. Esto ocasiona que el empleado, por no ser contratado, no genere antigüedad en una empresa y no tenga prestaciones ni pueda tener acceso directo en la toma de decisiones.

No solo las empresas particulares cometen actos de discriminación, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en el artículo 123 establece dos apartados, uno para los trabajadores en general y otro para los trabajadores que brindan sus servicios al gobierno federal. ¿Consideraríamos esto como un acto de discriminación? Quizá no se escribió de esta manera con el afán de ofender o de ‘discriminar’ a los trabajadores en general, quizá en el momento era necesario hacer la distinción para algún propósito en específico. Sin embargo, esta pequeña distinción se puede tomar como un acto de discriminación y muchos trabajadores se pueden sentir menospreciados.

Ivonne Vargas relata una serie de casos donde se ejemplifica la discriminación laboral. Cuenta el caso de Paulina Correa, una ingeniera en sistemas de Argentina, que asistió a un par de entrevistas en una empresa para un proyecto de redes sociales, después tuvo una reunión con la que sería su jefe, al momento de entrevistarla además de preguntarle por su experiencia laboral, se mostró muy interesada en su opinión sobre México y cómo se sentía viviendo en el país. Después de no haber sido contratada, preguntó las razones a conocidos de la empresa, las cuales fueron estas “Su jefe era un poco especial con la ‘nacionalidad', y al parecer yo no iba a entender a los clientes mexicanos. También argumentó que mi acento aún era muy marcado para tener tanto tiempo en el país.” (Vargas, 2012)

Otro caso que relata Vargas es el de Erika Lozano, una mujer embarazada, en una reunión de personal olvidó incluir algunos datos en un reporte, para lo cual el jefe comentó “Es natural, a las mujeres embarazadas les pasa eso, se olvidan de las cosas y están cansadas, hay que darles ‘chance’" enfrente de todo el equipo de trabajo.

Pueden ser pequeños comentarios como el del jefe de Erika, o preguntas de forma indirecta como la candidata a jefa de Paulina, o simplemente ser muy directo al momento de despedir a alguien por discriminación, lo que hace que nos demos cuenta que nos falta mucho por aprender como país, a ser más empáticos, comprensivos y conscientes de la realidad en la cual estamos viviendo, despertar y darnos cuenta que no podemos juzgar a las personas en el ámbito laboral por su físico o por sus preferencias, debemos juzgarlas por sus habilidades y capacidades y ofrecer oportunidades por igual para todos.