He tratado en múltiples ocasiones de hacer saber a quienes tienen voz y presencia suficiente en el país, que existe una propuesta capaz de proporcionar una solución sencilla y práctica para acabar con grandes males. Me refiero a la falta de ahorro y de cultura del ahorro, a la evasión y a la elusión fiscal, al contrabando, al problema de las pensiones, en suma, al problema de la incapacidad del Gobierno de proporcionar los elementos mínimos para que los mexicanos disfrutemos de una vida más plena.
Hoy me dirijo de nueva cuenta a los candidatos de todos los partidos, a los candidatos a todos los puestos de elección popular que están en juego, para comentarles que existe una propuesta válida, con soporte jurídico, económico y tecnológico, que debe ser aprovechada.
La propuesta que he venido planteado a funcionarios públicos de muy diversos niveles, a Académicos, a Directores y Maestros de diversas Facultades de Derecho en el país, a diputados de todos los partidos, a senadores, a dirigentes sindicales, a comunicadores sociales del más alto rango, en suma, a quienes he sentido que tienen esa capacidad para hacer valer la propuesta, aún no ha fructificado, a pesar de que he logrado comentarios muy favorables de la misma. Los tengo casi todos por escrito.
Ahora a Ustedes, Señoras y Señores candidatos a múltiples puestos de elección popular, les digo en público y de manera abierta y general, que recogiendo los anuncios planteados en medios de comunicación electrónica, que sí es factible exentar del pago del impuesto sobre la renta a quienes obtengan ingresos por salarios de hasta nueve o diez mil pesos mensuales.
Les digo también, que la seguridad pública y la Administración de Justicia, nunca serán capaces de contener a un pueblo acicateado por el hambre y la necesidad. Que los migrantes, que tan caros son a los ojos de los candidatos, deben poder regresar a su país, con la seguridad de que obtendrán aquí, los medios necesarios para solventar sus necesidades, incluidas las de la vejez. Que los adultos mayores que habiendo sido profesionistas independientes, trabajadores sin patrón determinado, amas de casa sin salario, pero sí con mucho trabajo, que carecieron siempre de seguridad social, la pueden obtener en su país, en México.
Que la infraestructura necesaria para poder establecer los empleos que se necesitan es posible lograrla con el propio ahorro de los mexicanos, que no se requiere deuda, ni interna ni externa, para solventar los problemas del IMSS, del ISSSTE, de los demás, muchos, sistemas de seguridad social que coexisten en el país pero que no proporcionan la posibilidad de transferir la antigüedad de un sistema a otro.
Que un trabajador que tenga la ilusión y el empeño de querer progresar, aún cuando ello implique mutar de un sistema de seguridad social a uno diverso, lo pueda hacer, cierto de que al alcanzar los sesenta años, podrá disfrutar de una pensión, que se ganó por el sólo hecho de ser mexicanos.
Esa es la propuesta que hoy dirijo a Ustedes.
¿Qué cuál es la forma de lograrlo?
Mediante la inclusión en el texto del artículo Cuarto Constitucional, un párrafo que garantice el Derecho al Ahorro y a la Seguridad Social como Garantías Individuales. Lo tengo desarrollado y está a la disposición de México.
Creando un sistema de tarjetas deslizables a utilizar en cada operación gravada con IVA, como lo hacen grandes y pequeños comercios, una tarjeta de “cliente frecuente”, pero ahora que sirva para crear a favor de quien la utilice, una cuenta de ahorro que reúna los fondos suficientes para garantizar a cada mexicano esa seguridad social que anhelamos.
Que cada uno de nosotros, por el sólo hecho, hecho maravilloso por cierto, de ser mexicanos, tengamos derecho a que uno, dos o más puntos del IVA, se acrediten en nuestro favor, para generar ese derecho.
Que para saber y sentir el ánimo de dueño, podamos disponer cada cierto tiempo, las personas físicas, de una parte de lo ahorrado, conservando siempre un mínimo que deberá incrementarse.
Que en el caso de las empresas privadas, puedan disponer de una parte para pagar impuestos.
Que el tanto por ciento que le corresponda al Gobierno, cualquiera que sea su denominación o figura jurídica que lo soporte, sea para una sola cuenta que les garantice a los menos favorecidos, a quienes nunca gastan por no tener, también la posibilidad de obtener una pensión. Y servicio médico. Y becas para los jóvenes, que si bien son nuestro futuro, también es cierto que ya son nuestro presente. Y varias cosas más.
Puedo ahondar muchas letras más al respecto, pero quiero creer que con lo expuesto, sabrán que hay un mexicano con la convicción firme de que México debe salir adelante, orgulloso de su tierra, con ideología nacionalista y con la herencia cultural proporcionada por las Universidades Públicas Mexicanas.
Que de lograrlo, podremos elevar la tasa mínima para Impuesto Sobre la Renta, a una cantidad del doble o el triple de lo que Ustedes han propuesto, no a los que ganen menos de diez mil pesos al mes,
Que el comercio informal, al no cobrar IVA, tenderá a desaparecer, solo, pues no podrá competir con quienes le acrediten esos puntos.
Que al tener algo que perder, deberá disminuir el índice de criminalidad, pues la gente se sabrá dueño de algo, suyo, muy suyo, que no habrá quien se lo pueda quitar.
Que la recaudación por IVA se incrementará casi al doble o en el mejor de los escenarios, a más del doble de lo actual, pues cada uno de nosotros habremos de velar porque las operaciones de compraventa se registren para obtener nuestros “puntos”, que son el soporte de nuestra seguridad social.
Que ya existe la tecnología suficiente para lograrlo, que es jurídicamente aplicable, constitucionalmente posible, que es práctico, y que debe ser de los Mexicanos, todos, sin excepción alguna por edad, sexo, color, raza, credo, preferencias políticas, sexuales, ideológicas, vamos, por ninguna causa.
Que la propuesta ya existe, que ya la he presentado a altos directivos de los partidos políticos con quienes me he entrevistado y que está al servicio de México.
Que lo único que falta es la voluntad política de querer que México salga adelante. Eso está en sus manos. Ojalá Ustedes también quieran a México.
Me gustaría conocer su opinión.
Vale la pena.
José Manuel Gómez Porchini.
Hoy me dirijo de nueva cuenta a los candidatos de todos los partidos, a los candidatos a todos los puestos de elección popular que están en juego, para comentarles que existe una propuesta válida, con soporte jurídico, económico y tecnológico, que debe ser aprovechada.
La propuesta que he venido planteado a funcionarios públicos de muy diversos niveles, a Académicos, a Directores y Maestros de diversas Facultades de Derecho en el país, a diputados de todos los partidos, a senadores, a dirigentes sindicales, a comunicadores sociales del más alto rango, en suma, a quienes he sentido que tienen esa capacidad para hacer valer la propuesta, aún no ha fructificado, a pesar de que he logrado comentarios muy favorables de la misma. Los tengo casi todos por escrito.
Ahora a Ustedes, Señoras y Señores candidatos a múltiples puestos de elección popular, les digo en público y de manera abierta y general, que recogiendo los anuncios planteados en medios de comunicación electrónica, que sí es factible exentar del pago del impuesto sobre la renta a quienes obtengan ingresos por salarios de hasta nueve o diez mil pesos mensuales.
Les digo también, que la seguridad pública y la Administración de Justicia, nunca serán capaces de contener a un pueblo acicateado por el hambre y la necesidad. Que los migrantes, que tan caros son a los ojos de los candidatos, deben poder regresar a su país, con la seguridad de que obtendrán aquí, los medios necesarios para solventar sus necesidades, incluidas las de la vejez. Que los adultos mayores que habiendo sido profesionistas independientes, trabajadores sin patrón determinado, amas de casa sin salario, pero sí con mucho trabajo, que carecieron siempre de seguridad social, la pueden obtener en su país, en México.
Que la infraestructura necesaria para poder establecer los empleos que se necesitan es posible lograrla con el propio ahorro de los mexicanos, que no se requiere deuda, ni interna ni externa, para solventar los problemas del IMSS, del ISSSTE, de los demás, muchos, sistemas de seguridad social que coexisten en el país pero que no proporcionan la posibilidad de transferir la antigüedad de un sistema a otro.
Que un trabajador que tenga la ilusión y el empeño de querer progresar, aún cuando ello implique mutar de un sistema de seguridad social a uno diverso, lo pueda hacer, cierto de que al alcanzar los sesenta años, podrá disfrutar de una pensión, que se ganó por el sólo hecho de ser mexicanos.
Esa es la propuesta que hoy dirijo a Ustedes.
¿Qué cuál es la forma de lograrlo?
Mediante la inclusión en el texto del artículo Cuarto Constitucional, un párrafo que garantice el Derecho al Ahorro y a la Seguridad Social como Garantías Individuales. Lo tengo desarrollado y está a la disposición de México.
Creando un sistema de tarjetas deslizables a utilizar en cada operación gravada con IVA, como lo hacen grandes y pequeños comercios, una tarjeta de “cliente frecuente”, pero ahora que sirva para crear a favor de quien la utilice, una cuenta de ahorro que reúna los fondos suficientes para garantizar a cada mexicano esa seguridad social que anhelamos.
Que cada uno de nosotros, por el sólo hecho, hecho maravilloso por cierto, de ser mexicanos, tengamos derecho a que uno, dos o más puntos del IVA, se acrediten en nuestro favor, para generar ese derecho.
Que para saber y sentir el ánimo de dueño, podamos disponer cada cierto tiempo, las personas físicas, de una parte de lo ahorrado, conservando siempre un mínimo que deberá incrementarse.
Que en el caso de las empresas privadas, puedan disponer de una parte para pagar impuestos.
Que el tanto por ciento que le corresponda al Gobierno, cualquiera que sea su denominación o figura jurídica que lo soporte, sea para una sola cuenta que les garantice a los menos favorecidos, a quienes nunca gastan por no tener, también la posibilidad de obtener una pensión. Y servicio médico. Y becas para los jóvenes, que si bien son nuestro futuro, también es cierto que ya son nuestro presente. Y varias cosas más.
Puedo ahondar muchas letras más al respecto, pero quiero creer que con lo expuesto, sabrán que hay un mexicano con la convicción firme de que México debe salir adelante, orgulloso de su tierra, con ideología nacionalista y con la herencia cultural proporcionada por las Universidades Públicas Mexicanas.
Que de lograrlo, podremos elevar la tasa mínima para Impuesto Sobre la Renta, a una cantidad del doble o el triple de lo que Ustedes han propuesto, no a los que ganen menos de diez mil pesos al mes,
Que el comercio informal, al no cobrar IVA, tenderá a desaparecer, solo, pues no podrá competir con quienes le acrediten esos puntos.
Que al tener algo que perder, deberá disminuir el índice de criminalidad, pues la gente se sabrá dueño de algo, suyo, muy suyo, que no habrá quien se lo pueda quitar.
Que la recaudación por IVA se incrementará casi al doble o en el mejor de los escenarios, a más del doble de lo actual, pues cada uno de nosotros habremos de velar porque las operaciones de compraventa se registren para obtener nuestros “puntos”, que son el soporte de nuestra seguridad social.
Que ya existe la tecnología suficiente para lograrlo, que es jurídicamente aplicable, constitucionalmente posible, que es práctico, y que debe ser de los Mexicanos, todos, sin excepción alguna por edad, sexo, color, raza, credo, preferencias políticas, sexuales, ideológicas, vamos, por ninguna causa.
Que la propuesta ya existe, que ya la he presentado a altos directivos de los partidos políticos con quienes me he entrevistado y que está al servicio de México.
Que lo único que falta es la voluntad política de querer que México salga adelante. Eso está en sus manos. Ojalá Ustedes también quieran a México.
Me gustaría conocer su opinión.
Vale la pena.
José Manuel Gómez Porchini.
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