A unos días de haberse celebrado las
elecciones, tanto federales como estatales, en nuestro país, el ambiente social
se ve afectado por las tantas irregularidades en los comicios electorales;
casillas afectadas por un mal conteo por parte de los presidentes y
escrutadores de casillas, así como de los representantes de casillas de cada
uno de los partidos; en algunos estados se dio cuenta que los votos estaban mal
contados dando como resultado que no coincidieran los datos fuertes del conteo
final de boletas electorales que se proporcionaron al principio en cada una de
las casilla a nivel nacional.
Lo anterior, se puede omitir, ya que es
bien cierto que los ciudadanos que fueron electos al azar para fungir el papel
de presidente y secretario, así como los representantes de casillas por los
diversos partidos, no fueron realmente capacitados e instruidos por los
institutos o comisiones electorales a nivel estatal como federal. Y que para
ello se tiene tres días para hacer el conteo final en cada uno de los distritos
electorales del país.
Por tal motivo, es de encontrarse que el
llenado de boletas tuvieran que tener como resultado final anomalías, pero es
de tenerse claro que la culpa no es de los ciudadanos que estuvieron a cargo
del conteo de votos, sino que realmente de los institutos y las comisiones
electorales, a nivel estatal y el órgano a nivel federal, que fallaron en su
principal tarea, que es la de capacitar correctamente a los funcionarios de
casillas, trayendo como resultado último las deficiencias del escrutinio, del
llenado de actas y del sellado debido de las casillas.
Podemos hacernos varias interrogantes,
¿es justo que el IFE y los Institutos electorales a nivel local, teniendo una
partida presupuestaria muy alta, no se hayan ocupado de lo esencial, que es la
parte de capacitar cabalmente a todos y cada uno de los representantes de las
urnas electorales?, ¿se les paga a estos servidores públicos por tener una mala
organización tanto interna como externa?, ¿qué hace falta para que se capacite
correctamente a cada uno de los institutos políticos así como a los ciudadanos
que son elegidos para llevar fielmente su tarea?
Usted como lector podrá tener más
cuestionamientos a la tal denominada sucesión presidencial amañada. Hoy en día se puede observar que muchos ciudadanos salen a la
calle a manifestarse por unas elecciones que fueron robadas y que el sistema
político actual robó la candidatura a un partido de izquierda.
Es bien cierto, que ahora, la ciudadanía
ha decidido otorgarle el voto a un candidato presidencial a cambio de una
tarjeta de Soriana. Mi pregunta es, ¿el ciudadano es el que está comenzando a
poner el claro ejemplo de Corrupción, vendiéndose por unos cuantos pesos y no
siendo honesto en su actuar y decisión; y que ahora, esos ciudadanos se están
dando de topes por su mal actuar? Hay que empezar a decir NO A LA CORRUPCIÓN,
comenzando desde los cimientos sociales, después hacer lo respectivo, exigiendo
a cada uno de los poderes y sus secretarías la misma postura.
Para no variar y como bien dice el dicho
“Como siempre, después de ahogado el niño, a tapar el pozo”; es imperdonable
que la ciudadanía que se siente defraudada por un partido, tenga el cinismo de quejarse
de su garrafal error, levantando la voz de que no fue cumplido su cometido y
que el gobierno es corrupto, cuando son ellos, los que inician cada seis años la
corrupción en el sistema electoral, corrompiéndose por obtener una ganancia
ilícita, vendiendo su voto a cambio de obtener beneficios propios y no para la
nación.
Los ciudadanos que tanto hablan de la
CORRUPCIÓN, deberían de sentirse avergonzados por dar a conocer su lamentable
error, hablaron de un cambio y fueron ellos los que no lo dejaron llegar.
Eligieron venderse, por lo tanto, ellos han caído en su propia corrupción, no
pueden hablar de un fraude electoral, en ninguno de sus aspectos, fallaron los
ciudadanos corrompidos y ahora ellos deben reflexionar y hacer lo conducente
para remediar su lamentable error.
Entonces debemos de ser congruentes,
debemos de sentarnos y decidir si queremos ser parte de un sistema corrupto, si
queremos seguir en un sistema social donde todo se gana a cambio de unos
cuantos centavos, y como bien dice el Mtro. José Manuel Gómez Porchini “Vale la
pena” hacer el esfuerzo por un “México que debe salir adelante”.
Esperando que estas líneas le sean de
utilidad, quedo de usted para sus comentarios.
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