lunes, 2 de julio de 2012

La esperanza en México. Lázaro Reyes González


 
Hoy, en el siglo XXI, en medio de una serie de discusiones a nivel mundial que nos llevan inmersos en su rápida carrera, sin tomar en cuenta si queremos subirnos al tren o no, cuando simplemente la globalización te deja en tu lugar con las medidas y causas que llevan al estancamiento al país y por ende a la sociedad que habita en él, cuando la apatía e ignorancia de nuestros gobernantes, por no llamarles servidores públicos, tomamos conciencia que no llevan las bases y la estructura claramente como nación para hacer los cambios necesarios, aunado a tener la visión de lo que se requiere para el bien común y trasladarlo en cosas tangibles a cada uno de todos los que habitamos a este hermoso país llamado México.

Existe una sentencia popular que establece: “no le pidas peras al olmo”, lo que válidamente puede significar que nuestros gobernantes, residen en otro planeta ya que tienen un punto de vista muy distinto en cuanto a necesidades de lo que requiere Juan Pueblo.

Es lamentable que sus proyectos políticos y partidistas nos arrastren como país a quedarnos atrás en comparación con otras naciones, que sin tener los recursos e infraestructura como nosotros, productivamente avanzan cada año, beneficiando a sus pobladores en sus necesidades prioritarias.

Los medidores y estadísticas internacionales así lo comprueban, pero parece ser que los señores dirigentes las desconocen o simplemente las ignoran, para no asumir sus responsabilidades con independencia a qué grupo representan y piensan que, como siempre, simplemente echándose la culpa unos a otros ya cumplieron con todas las encomiendas y compromisos que hicieron al electorado en sus campañas políticas y es un cuento de nunca acabar cada inicio y terminación de campaña y de ciclo de puestos políticos.

Entre ayudantes, asesores y los propios políticos, le cuestan al país una gran cantidad de millones de pesos que a la larga se convierten en gasto y no en inversión, ya que independientemente de sus propuestas siempre al llegar a la cámara de diputados y senadores se cambian o se maquillan según las conveniencias de cada partido sin tomar en cuenta si cumplen o no con todos los requisitos para ser legalmente aprobadas.

Se impone terminar ya con este ciclo y convencer a nuestra sociedad que tenemos un compromiso ético, moral, cívico y de sentido común de hacer valer nuestros derechos y hacer sentir a nuestros gobernantes que siempre van a tener a su lado a todos los mexicanos exigiendo que cumplan con su trabajo y, como mínimo, tienen que comprobar su permanencia en su puesto con los cambios necesarios para que nuestra población incremente su nivel socio-económico y sea viable para la inversión local y extranjera para crear nuevas fuentes de empleo para cada uno de los ciudadanos y logren ellos su proyecto de vida.

Es necesario profesionalizar los puestos públicos y de elección popular, que los cuerpos medios cumplan con sus objetivos de unir, formar, representar y servir como parte de un sensor de la población en dirección de una sustentabilidad económica, educativa, fiscal, cultural y de conservar y permear nuestras tradiciones basados en lo que ha permitido mantenernos como país, la familia.

Urge establecer como prioridad tener un proyecto de nación con responsabilidad social, y lograr una economía de desarrollo, respetando los principios fundamentales de los derechos universales del ser humano.


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