Es lastimoso ver en los medios de
comunicación y en las redes sociales, cómo las pasadas elecciones se vieron
empañadas por múltiples errores en el sistema electoral de nuestro país. Donde
las autoridades encargadas por velar que las elecciones no se vieran empañadas
por malos, sucios y turbios manejos monetarios, se pronuncian las figuras
jurídicas penales de lavado de dinero, fraude, compra de votos, nexos con el
narcotráfico, tráfico de influencias, entre muchas cuestiones, vinculados a
ellos ni más ni menos que nuestros candidatos a la presidencia y algunos que
otros candidatos a senadores y diputados federales, no dejemos de lado los
candidatos locales, resultando todo un fracaso electoral nuestras elecciones.
Ahora resulta que el Tribunal Electoral
del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), la Fiscalía Especializada en
Delitos Electorales (FEPADE), la Procuraduría General de la República (PGR),
entre otras instancias legales, tienen por objeto primordial esclarecer la
sucia y turbiaelección presidencial, mismas que actualmente se encuentran
abarrotadas de denuncias y demandas por parte de los candidatos a la
presidencia, hablemos de Movimiento Progresista contra la coalición Compromiso
por México, donde ganará el que mejor pague.
Lo que verdaderamente debe importar, es
que ya el IFE, temporalmente, declaró vencedor al candidato priísta, Enrique
Peña Nieto, aclaro que es temporal, porque todavía falta que las instancias
legales estudien, analicen, comprueben y resuelvan las controversias que se han
suscitado ahora por parte de los dos candidatos fuertes, que estudien y
resuelvan el por qué en las presentes elecciones se manejó mucho dinero de por
medio, donde a simple vista se deduce que se compraron votos al mayoreo, donde
los topes de campaña nunca se respetaron por ningún candidato, que no hubo por
parte del IFE una balanza concreta de su debido actuar, mismo que hasta ahora
define que las elecciones se dieron con transparencias y certeza jurídica.
Habría que hacernos muchas
interrogantes, entonces por qué después de haber concluido el proceso
electoral, se vislumbra que hubo un total y certero lavado de dinero, donde se
encuentran involucradas las empresas Monex, Mifel, Frontera Televisión Network,
Grupo de abogacía Profesional (GAP), Importadora y Comercializadora Efra, Grupo
comercial Inizzio, entre otras.
Lo más lamentable es que a pesar de
todos los atropellos que hasta ahora se conocen y que siguen apareciendo a la
luz pública, los políticos se empeñan en quitarle y restarle a los procesos
electorales una verdadera certeza de juego político;¿Por qué después de una
intensa campaña presidencial se origina una campaña campal entre los aspirantes?,
no es suficiente con tenerles durante un buen lapso en los medios televisivos,
con sus múltiples spots, donde los
candidatos prometen muchos programas sociales que en su mayoría no cumplirán.
Ya es tiempo que nos dejen respirar, necesitamos y exigimos que se informe a
los ciudadanos de noticias que vayan a favor del país y no en sólo crear
chismes de vecindad.
Lo preocupante ahora se refleja en las
calles, donde las manifestaciones se acrecientan, donde el reclamo ciudadano
versa en el supuesto fraude electoral, donde los sentimientos de cada elector
se ve reflejado en la impotencia de no ver con claridad el por qué no hubo ese
tan sonado y añorado cambio. Es importante recalcar, y no como lo hizo del
conocimiento público en su momento el vocero del PRI al hacerle la pregunta: De
cómo veía las manifestaciones en la vía pública de los ciudadanos inconformes
con el resultado electoral; respondiendo: que son una minoría. No son minoría,
son ciudadanos que exigen su derecho de expresarse libremente, que piden que
las instancias encargadas de velar por el debido proceso electoral, tomen su
verdadero papel, que es el de investigar, documentar y dar un fallo real a las
inconformidades legales; que se sancionen a los partidos que se apartaron de la
legalidad, que se blinden las campañas electorales de información real y no manipulada,
que se de esa transparencia y que se deje de lado la tal aclamada figura de la
Corrupción.
Basta de dejar de informar sin veracidad
ni claridad, basta de manipular a las cadenas televisoras y basta de jugar con
los ciudadanos.
Esperando que estas líneas le sean de
utilidad, quedo de usted para sus comentarios.
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