Martes, 3 de Julio de 2012
El
pasado domingo 1 de Julio del 2012 se vivió una de las jornadas
electorales más importantes de la historia moderna de nuestro país;
Enrique Peña Nieto es alzado como candidato triunfador con una
diferencia importante de 3 millones 500 mil votos frente a su más
cercano competidor, Andrés Manuel López Obrador. Pero este tema lo
dejaremos reservado para otro día con más calmita, como diría un amigo.
La
pregunta que se hacen los grandes analistas políticos en los cafés de
las ciudades de todo Tamaulipas es ¿Quién ganó en Tamaulipas? Y déjeme
explicarle porque de esta pregunta.
Enrique Peña Nieto se
logró alzar con la victoria en la mayoría de los estados del norte
centro del país, en dónde increíblemente en Nuevo León y Tamaulipas
aparecieron en el mapa electoral pintados de azul; el panismo se había
alzado con la victoria en la mayoría de las diputaciones federales en
Tamaulipas para ser exactos 6 de 8 distritos, así como el triunfo de la
candidata del PAN Josefina Vázquez Mota y los senadores del mismo
partido. Se ha roto una vez más el paradigma de que Tamaulipas es un
bastión priista difícil de vencer.
Sería ingenuo pensar
que el Partido Acción Nacional logró dar tan importante golpe al priismo
de Tamaulipas por su importante participación en la actividad política
del estado y a su credibilidad como partido de oposición. Una vez más
el panismo tamaulipeco es revivido por la coyuntura político electoral y
no por su trabajo social y partidista de oposición. Dicho sea de paso,
no existe la oposición en el estado, los tamaulipecos no tienen una
opción o alternativa política.
Entonces ¿Quién ganó en Tamaulipas?
Y
le sigo contando que en Matamoros el voto nulo alcanzó una cifra de
2,742 y 5,140 en las elecciones del 2006 y 2009 respectivamente, pero en
esta elección se incrementó al doble llegando una cima impresionante de
11,294. Alguien falló en prever una problemática de este calibre que
finalmente pone al priismo tamaulipeco en el banquillo de los acusados
por el próximo gobierno federal priista encabezado por Enrique Peña
Nieto.
Y brevemente le cuento el testimonio de
representantes de casilla que participaron en el conteo de votos para
conocer una teoría de porque esta problemática que arroja semjante cifra
de electores que “anularon” su voto, y la situación fue que el
electorado tamaulipeco se confundió a la hora de votar. Los que votaron
por el PRI para presidente de la república tacharon PRI y VERDE cuestión
que no debía ser igual para la diputación federal, ya que al votar por
PRI y VERDE el voto quedaría automáticamente anulado debido a que en las
diputaciones federales no existía coalición, iba PRI con un candidato y
el Partido Verde con otro distinto.
Pero para Presidente
de la República no sucedió éste fenómeno, aun así el candidato del PRI
Enrique Peña Nieto, perdió en todo el estado por una diferencia abismal
de más de 10 puntos porcentuales, algo así como 155 mil votos frente a
Josefina Vázquez Mota.
La conclusión es que la estadística
no miente, y hoy votaron los mismos por el PAN y votaron menos por el
PRI; voto nulo, compra de votos por parte del PAN, malos operadores
políticos, falta de capacitación de ¿Cómo Votar? sólo son teorías que el
priismo tamaulipeco deberá aclarar a su militancia, porque hay quienes
han hablado de traición al partido, teoría que me parece de lo más
calumniosa insidiosa y de muy bajo nivel de argumentación.
No
hubo traición al partido, porque la lealtad del elector priista no es
con base a las apoyos que se les da para ser parte de una estructura
electoral, la lealtad se mide en los resultados de los gobiernos y del
manejo político antes durante y después de las gestas electorales.
Antes
de tomar represalias contra los soldados, es prudente de tomar medidas
disciplinarias contra los generales y comandantes, posibles responsables
del debacle político del priismo tamaulipeco.
Finalmente
podemos decir que en Tamaulipas ganaron los soldados rasos del priismo
porque todo esta situación, obligará a los comandantes a la reflexión y
la autocrítica que venga a fortalecer la comunicación entre todos los
que participamos en este gran partido político y más ahora que se
vislumbra una elección difícil rumbo a las elecciones locales en dónde
habremos de elegir a nuestros próximos presidentes municipales y
diputados locales.
Lo que más duele a muchos priistas y es que algunos eran excelentes candidatos y merecían ser diputados federales.
Señores hay que sumar no restar.
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