Introducción
¿Qué es la cultura de la legalidad? La cultura de la legalidad es “el conjunto de creencias, valores, normas y acciones que promueve que la población crea en el Estado de derecho, lo defienda y no tolere la ilegalidad”[1]. Sirve además como criterio para evaluar el nivel de respeto y el apego que se tiene a las normas vigentes por parte de quienes las aplican tanto como las que deben de cumplirlas.
Es también “un mecanismo de autorregulación individual y regulación social, que exige por parte de los ciudadanos una cierta armonía entre el respeto a la lay, las convicciones morales y las tradiciones y convenciones culturales”[2].
La cultura de la legalidad es una creencia que compartimos todos de que cada persona tiene la responsabilidad individual de ayudar a contribuir en forma democrática, que protegen los derechos individuales y se aplican uniformemente.
Sin embargo, ¿tenemos una sociedad con una cultura de la legalidad y en un Estado de derecho? En mi opinión, la mayoría de la población mexicana no tiene una cultura de la legalidad que la aplique diariamente. Basta con preguntarnos, ¿hemos dado mordida a un tránsito para librarnos del incómodo trámite de ir a pagar una multa? Yo creo que la mayoría diría que sí, aunque haya uno que otro que diga que sí tenga ese respeto por seguir todas las leyes. Este fue solo un ejemplo donde la cultura de la legalidad no se presenta, ni por parte del oficial de tránsito, ni de nosotros mismos. A pesar de que nunca nos haya tocado esta situación, existen muchos otros ejemplos en donde tal vez nos podamos relacionar.
En este ensayo abordaré mi opinión acerca de la cultura de la legalidad en México, de cómo a nuestra sociedad nos falta todavía mucho para qué esto se haga algo natural, que podamos dejar la puerta abierta de nuestra casa con la seguridad de que nadie se meterá a robar. Quiero aclarar que sólo estoy dando mi punto de vista y sé que hay excepciones de lo que podré mencionar y que no encajan dentro de las características de la mayoría.
La Cultura de la Legalidad en el México Actual
Mucho se habla de que los ciudadanos deben de tener una cultura de la legalidad, pero no sólo la población es la que debe empeñarse en lograr esto, sino el mismo gobierno que impone las leyes, es el que debe poner el ejemplo, debe de ejercer la ley como se debe y no dejar que la corrupción los corrompa.
Otro punto que pienso que es importante para fomentar la cultura de la legalidad, es la educación desde pequeños. Se debe de fomentar ese respeto por la ley en la conciencia de todas las personas de cualquier nivel, de cualquier edad, para que a lo largo de las diferentes etapas de la vida, se vaya fortaleciendo y reforzando. Pero caemos en lo mismo que hace el gobierno, ¿cómo queremos enseñar algo en lo que no ponemos bien el ejemplo y no hacemos lo que decimos? Cuántas veces los papás no les dicen a sus hijos cuando contestan una llamada preguntando por ellos “Dile que no estoy”. Si no estamos poniendo el ejemplo de lo que queremos que los demás hagan, cómo vamos a estar seguros de que lo van a cumplir. Debemos enseñar con el ejemplo, lo mismo que debe hacer el gobierno.
Cómo quiere el gobierno exigirnos el cumplimiento adecuado de las leyes si ellos mismos no hacen respetarla, no estamos tratando de llegar a un Estado de derecho. Un ejemplo muy sencillo son los oficiales de tránsito. A veces te paran por cosas que no haces y no te dejan irte hasta que les des mordida, ni siquiera diciéndoles que aceptas que te pongan la multa. Entonces, cómo podemos exigir nuestros derechos si son las autoridades quienes nos los quitan.
La repetición y gravedad de las violaciones a la ley han debilitado los valores de responsabilidad social entre la ciudadanía. Lo más lamentable es que esto influye en la conciencia de los que apenas están formando sus valores, lo cual pone en riesgo la esperanza de que en algún futuro se puede llegar a un Estado de derecho.
Se dice que cuando la aplicación de las normas cumple con lo establecido en nuestra ley en cuanto a que debe ser completa e imparcial, prevalece entonces el Estado de derecho. Pero, ¿existe en México un Estado de derecho? En mi opinión, podría responder que no del todo. Al estar leyendo para informarme más del tema, me encontré con estas interrogantes que me llamaron mucho la atención: “¿Qué habrá originado el hecho de que cada vez más ciudadanos, prefieran el camino de la ilegalidad en su vida cotidiana a cumplir con lo establecido en la norma? ¿Por qué la mayoría de las normas, a pesar de que en campo del deber ser, nos presentan un mundo ideal, en la práctica, son ineficaces y no son respetadas por gran los ciudadanos y funcionarios públicos?”[3].
Estas preguntas debemos de hacérnoslas todos. Lo que puedo responder es que no tenemos esa fuerza de voluntad de querer hacer lo correcto, de tener la debilidad de irnos por la vía fácil, que además nos da mejores beneficios personales, pero que causa un deterioro en la sociedad.
Una anécdota que nos contó el semestre pasado nuestro maestro de derecho fue que cuando le robaron el carro y fue a reportarlo ante las autoridades, el señor que lo atendió siempre le repetía: “¿y su laptop, también estaba en el carro no?”. Nuestro profesor dijo que no porque era la verdad, pero le seguían insistiendo que la pusiera como que fue robada junto con el carro para que así se la cobrara al seguro. Una vez más se puede ver cómo la gente se quiere aprovechar de cualquier situación, de evitar irse por el camino correcto, y que además fue una persona de la ley que le sugería esta transa.
En México no existe del todo una cultura de la legalidad y no podemos echarle toda la culpa al gobierno de que es corrupto, también es nuestra culpa porque lo dejamos ser corrupto, siguiéndole todas sus mañas. Pensando en lo que Denise Dresser: “El mal triunfa porque está unido, el bien fracasa porque está desunido”[4], debemos de ser todos los que juntos combatamos a aquellos que no quieren respetar la ley y que nos ponen trabas para cumplirla.
Conclusión
Este tema me llamó mucho la atención al ser mencionado en una de mis clases de derecho. Desde mi punto de vista, actualmente no se tiene una cultura de la legalidad y se ver reflejado en muchas de las acciones que acontecen hoy en día. Por poner varios ejemplos son los secuestros y extorsiones que se hacen a personas con el propósito de tener una recompensa económica por ellas. Otro hecho muy lamentable que hace poco sucedió en la ciudad Monterrey fue el incidente del casino Royale. Es ahí donde vemos que desde un principio no se tenían los papeles necesarios para poder operar, ¿y quién fue quien otorgó la apertura del casino? Quién más sino el mismo gobierno corrupto. A partir de entonces, se empezaron a clausurar casinos sin los debidos permisos por todo Monterrey. Pero ¿por qué tenemos que esperar a que algo malo suceda para arreglar las cosas? ¿Por qué tuvo que morir tanta gente en aquel incidente para que el gobierno se pusiera las pilas? Además, no sólo es culpa del gobierno, sino también de nosotros que acudimos a este tipo de locales que sabemos que muy probablemente estén operando sin permisos necesarios, o al menos con la sospecha de que algo pasa, ya que se supone que la ley en México prohíbe los casinos, pero como siempre, la ley en este país se presta a tener lagunas jurídicas en sus normas.
Una solución que propongo, es que se revisen las leyes, que se hagan las modificaciones necesarias para mejorar su cumplimiento. Necesitamos que el gobierno ponga de su parte para que también nosotros lo hagamos, es por parte de los dos que se necesita una cultura de la legalidad para poder así estar en un Estado de derecho.
Otra solución que es muy sencilla y que ya mencioné muchas veces, es enseñar con el ejemplo. Tenemos que empezar por uno mismo para poder llegar a los demás. Es nuestro ejemplo lo que motiva a las demás personas a tener la misma ideología: el respeto de la ley.
Para terminar con este ensayo, quiero citar al político Martí Batres Guadarrama: “El Estado de derecho no tiene que ver con que si un individuo se pasa un alto, no tiene que ver con el hecho de que si una persona fuma o no en un lugar de no fumar, no tiene que ver con que si una persona guarda silencio o grita en el interior de un cine o de un teatro, no tiene que ver con que si un individuo toma cervezas en su coche junto con sus amigos. El Estado de derecho es algo mucho más complejo y más serio, y tiene que ver con la actuación del poder político central. El Estado de derecho no se hizo para castigar al ciudadano, sino para limitar al poder.”
Bibliografía
¿Qué es Cultura de la Legalidad? (s.f.). Recuperado el 21 de Septiembre de 2011, de Cultura de la Legalidad: http://www.culturadelalegalidad.org.mx/Qu%C3%A9-es-Cultura-de-la-Legalidad-c53i0.html
Batres Guadarrama, M. (21 de Abril de 2005). Estado de Derecho. Obtenido de La Jornada en línea: http://www.jornada.unam.mx/2005/04/21/023a2pol.php
Presidencia de la República - México. (2007-2012). Plan Nacional de Desarrollo.
[1] Adaptado de Godson, Roy. (2000). Symposium of the Role of Civil Society in Countering Organized Crime: Global Implications of the Palemo, Sicily Renaissance. Palermo, Italia.
[2] Adaptado de la definición de “cultura ciudadana”. La Cultura Ciudadana en Bogotá (2002). Reporte de resultados de la primera aplicación del sistema de medición. Instituto Distrital de Cultura y Turismo. Alcaldía Mayor de Bogotá, D.C.
[3] Castillo Olivera, Israel. La cultura de la Legalidad, desde el enfoque de la Sociología Jurídica.
[4] Dresser, Denise (2011). Conferencia: Transformando México. Monterrey, México.
No hay comentarios:
Publicar un comentario