Nuevo León vive uno de los momentos más críticos de su historia.
Lastimados por la muerte de inocentes, por una violencia que parece no tener fin, por la ineficacia de los gobernantes, por los intereses mezquinos de los políticos y sus partidos, por la creciente disminución de la escala de valores que otrora nos hizo famosos en el país: sencillos, honestos, trabajadores, solidarios, cuidadosos de nuestros recursos y emprendedores...
Hoy pareciera que estamos copados por los delincuentes, por el egoísmo y el individualismo de los herederos del capital; por gobernantes corruptos e ineficientes, por la impunidad, falta de transparencia y de rendición de cuentas. Por el autoritarismo, la pobreza y la desigualdad. Por la violación de los derechos humanos, la desaparición de personas; por la alta tasa de desempleo, y la creciente deserción escolar.
No es la primera vez que algo así nos ocurre. Desde la fundación de nuestra ciudad, hemos estado al arbitrio de intereses políticos y económicos. Aunque hemos sufrido inundaciones, sequías e intervenciones militares, nunca nos han podido doblegar. Por el contrario, siempre, hemos salido adelante. Siempre ascendiendo, como dice nuestro escudo de armas.
Los nuevoleoneses y regiomontanos estamos humillados e indignados, pero no derrotados.
Si los ciudadanos estamos saliendo a la calle a manifestarnos, es porque no estamos encontrando las respuestas que esperamos.
Por eso, este grupo de ciudadanos y organismos de la sociedad civil, hoy queremos dejar en claro, aquí, en nuestra tierra llena de luto y duelo, lo que otros ya han dicho a nivel nacional:
A los criminales, queremos que sepan que ya estamos hasta la madre, de la violencia y de víctimas inocentes.
A los gobernantes, les reiteramos y exigimos que si no pueden, renuncien...
A los grandes empresarios, que imiten a los pequeños y medianos, -los únicos que continúan rescatando la herencia de tenacidad y esfuerzo de los fundadores de esta capital industrial-, y sean solidarios con los que menos tienen, ofrezcan empleos y brinden oportunidades de vida.
A los partidos políticos, les exigimos que cumplan la ley y que en sus intentos por aspirar al poder, ofrezcan respuestas y candidatos dignos de esta sociedad. Los que han postulado como sus mejores cartas para cargos de elección popular, han sido malos, caros, ineficientes y corruptos. Los partidos no aplicaron sus reglamentos disciplinarios. Por lo que la sociedad estaremos vigilantes de que los partidos apliquen la disciplina partidista...
A los jueces y autoridades, les exigimos hagan prevalecer la Ley, la Verdad y la Justicia, por encima de intereses oscuros, ajenos y mezquinos.
A los legisladores, les exigimos que antepongan los intereses de quienes los elegimos, por encima de los partidos que los postularon, reconocemos algunos hechos valiosos recientes, como la aprobación de la Ley de Fiscalización para evitar y castigar el desfalco de nuestros dineros públicos. Esperamos a la brevedad posible, que cumplan con el compromiso asumido de aprobar la Ley de Participación Ciudadana.
A las fuerzas armadas: soldados, marinos y policías federales, nuestro agradecimiento por venir a nuestras tierras a detener a la delincuencia, ya que las fuerzas locales no han podido, no han querido o no han sabido combatirla. Sin embargo, también les hacemos un exhorto: Que el combate al crimen organizado no se convierta en un pretexto para la violación de los derechos humanos, como la libertad de tránsito, la detención arbitraria o el cateo de domicilios sin mandamiento judicial alguno, así como la desaparición de personas. Ustedes están en guerra: Nosotros, no.
Y a los ciudadanos, les hacemos una llamada de atención: Las personas dedicadas al crimen no se generaron espontáneamente ni están predestinadas: son producto de nuestro fracaso como sociedad, por ser ciudadanos que hemos dado poca o nula importancia a los asuntos públicos, al permitir que los destinos del Estado se definan en las cúpulas sin nuestra participación y casi siempre sirviendo a intereses particulares por encima del interés público.
Por ello, compartimos la responsabilidad con la situación que vivimos.
Pero así como hemos sido parte del deterioro de la sociedad, con gobernantes corruptos, hoy frente a la crisis debemos ser parte también de su regeneración como nos lo enseñaron nuestros antepasados. No seamos corruptos, asumamos nuestras responsabilidades ciudadanas y cumplamos la ley. Es necesario ser parte activa de la transformación de México, no se vale quedarse al margen y exigir lo que no podemos o no queremos dar nosotros mismos.
Por eso, nuestro grito de: Hasta aquí. Estamos hasta la madre. Evidentemente no pudieron, renuncien.
Tengan la seguridad de que los ciudadanos haremos nuestra parte.
Lo menos que esperamos es que quienes nos gobiernan hagan lo que les corresponde y se sumen a este cambio que proponemos.
¿Es mucho pedir que las cosas se hagan bien? ¿Es demasiado solicitar que los intereses colectivos se antepongan a sus intereses particulares y de sus partidos?
Cuando ustedes tomaron posesión de sus cargos, juraron hacer cumplir la Ley y si no, dijeron, que la sociedad se los reclamara.
Ese día ya llegó…
Organismos y personas firmantes:
Sueño Regio, A. C.
Vertebra, A. C.
Foro Libre y Democrático
Grupo Análisis México a Futuro
Ciudadanos Unidos, Asociación Política Estatal
Propuesta Cívica, A. C. Capítulo Nuevo León
Deliberación, A. C.
Federación de Colonias
Evolución Mexicana
NACE, A.C.
FNSI
Avance por los Derechos de México, A.C.
ANEI
Alianza Cívica NL. A. C.
Procuración de Justicia Étnica
Sembradores de Amistad
Periodistas de Nuevo León
Monterrey 2020
Profesionales por México
Vertebra Joven
Alianza de Usuarios
Contingente Monterrey
MÉXICO DEBE SALIR ADELANTE
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