La situación que vive hoy en día la mujer en la India aún debe mejorarse. La discriminación hacia las mujeres es evidente en distintos aspectos sociales, todavía hoy en día las mujeres en la India son ciudadanas de segunda clase. La sociedad india es muy paternalista y se sitúa a las mujeres a un segundo plano. Sin embargo se está intentando cambiar esta situación, haciendo que las mujeres trabajen y participen en la toma de decisiones del gobierno. En la mayoría de las familias indias, es el hombre quien tiene el poder, el que controla la economía familiar y toma todas las decisiones. De hecho el nacimiento de una niña se considera una gran carga familiar, las familias deben pagar una dote para casarlas, lo que hace que muchas adquieran enormes deudas.
En la India es poco probable que una bebé llegue a nacer si es una niña. El aborto es libre en este país, debido a la creciente sobrepoblación. Sin embargo, lo que está prohibido es realizar ecografías para determinar el sexo del feto, ya que muchas familias suelen abortar si el feto es una niña. Los indios suelen pensar que una niña no podrá cuidar de sus padres cuando envejezcan porque será la causa del empobrecimiento de la familia al tener que pagar uno dote en su boda, porque será considerada un huésped en su propia casa hasta el día en que la abandone para casarse, porque el prestigio de la madre y su posición en la familia solo se verán consolidados si el que nace es un varón, y porque solo este puede realizar los ritos funerarios por sus padres. Si esta niña nace no se hará fiesta para parientes y vecinos, cuando crezca recibirá menos alimentos y cuidados que sus hermanos, gastarán menos en su educación y realizara el trabajo doméstico junto con su madre.
Las mujeres pertenecientes a castas inferiores sufren privatizaciones y abusos en mayor medida. Los miembros de estas castas tienen un 15% de puestos reservados en la educación, en las oposiciones y en el parlamento federal. Al hablar de casta baja nos referimos a los dalit o intocables, que son un quinto de la población actual de la India. Son quienes cuentan con menos recursos. Un 90% viven en la India rural y un 80% son analfabetos. Han sido explotados durante 2 mil años y se dedican principalmente a trabajos poco remunerados y considerados impuros, relacionados con los desechos y la materia muerta; como por ejemplo, limpiar baños, las alcantarillas, lavar ropa, trabajar con la lana y el cuero, encienden las piras funerarias, entre otras actividades. Esta casta vive en áreas separadas en los pueblos, no pueden entrar a templos, utilizar pozos ni sentarse durante la clase en las escuelas.
Las niñas dalit son las más propensas en la India a convertirse en prostitutas. Trabajarán en el campo durante el día y tendrán que mendigar sus alimentos o acabarán en los burdeles de las ciudades. Hasta un 30% de las prostitutas en Mumbai lo son por votos religiosos por otra parte, en algunos lugares comúnmente esta es una salida para una familia pobre, vender a sus hijas dalit. Sin embrago, la práctica no desaparece, aunque se ilegal, debido a que es aceptada religiosa y socialmente. Las jóvenes indias son privadas de la infancia, realizan las tareas más duras y las que presentan mayor riesgo para la salud; las responsabilidades de la reproducción, la división sexual del trabajo y la escasez de educación y capacitación. Aunque esta situación es común en todos los grupos sociales, lo es más en el caso de las mujeres pobres, la inmensa mayoría de las mujeres indias, para las que le falta de medidas sanitarias, de higiene, de alimentos y de educación hacen casi imposible que puedan cubrir sus necesidades mínimas y garantizar la dignidad que merecen como seres humanos. Muchas familias acaban vendiendo a sus hijas o las casan a cambio de dinero.
El bajo valor que la sociedad asigna a las mujeres y a las niñas significa que ellas tienen menos posibilidades que los hombres de recibir tratamiento médico a tiempo o una nutrición adecuada y un trabajo digno. Muchas mujeres trabajan el doble de horas que los hombres porque realizan la mayoría de las responsabilidades domésticas y además trabajan fuera de sus hogares. Su labor doméstico no es reenumerado por supuesto. Se piensa que compartir las responsabilidades de la familia entre los hombres y las mujeres de manera igual ayudara a mejorar la situación de la mujer en la India. Si los esposos demuestran amor y respeto hacia sus esposas, y los padres muestran que valoran a sus hijas de manera igual que sus hijos, esto ofrecerá un buen modelo para las próximas generaciones.
India es uno de los pocos países del mundo donde la población de mujeres es inferior a la de los hombres con alrededor de 929 mujeres por cada 1000 hombres y donde la esperanza de vida es inferior para las mujeres. A la discriminación por género hay que añadir la discriminación de clase, casta, etnia y edad. Las estadísticas sobre la situación de la mujer en el mundo indican que aún queda mucho por hacer para que la mujer logre la igualdad con el hombre. Según un informe dado a conocer por el fondo de desarrollo de las naciones unidas para la mujer (UNIFEM), la situación de la mujer no ha mejorado suficiente en relación con los principales indicadores que miden el progreso alcanzado en el logro de la igualdad entre los géneros y la plena participación de la mujer. La tasa de alfabetización entre las mujeres a escala mundial es de 71.4% en contraste con el 83.7% entre los hombres. De los 960 millones de adultos alfabetos, las dos terceras partes son mujeres.
La brecha entre los géneros en materia de ingresos persiste y las mujeres que trabajan en los sectores de la industria y los servicios, perciben, como promedio, el 78% de lo que ganan los hombres empleados en esos mismos sectores. Hay muchos ejemplos de cuanto puede lograr la mujer cuando se le ofrece una oportunidad. En la India se ha intentado incluir a la mujer, así como también asignarle un estatus de igualdad dentro de la sociedad, por lo que hoy en día se puede observar a una buena cantidad de mujeres profesionales. Hay mujeres que son líderes políticos, astronautas, atletas y escritoras, que son modelos de conducta para las jóvenes como por ejemplo Indira Gandhi, quien impulso la industrialización del país, apoyo el desarme nuclear y la unión del norte y sur del país, por lo que fue nominada al premio nobel de la paz, entre otros logros más.
En 1993, más de 45 años después de que la India obtuviera su independencia, se realizó una reforma a la constitución para potencialmente realizar los sueños de gran swaraj de Gandhi. La reforma constitucional fortalecía el sistema panchayati raj (el sistema de gobierno local de la India) y determinaba que un tercio de todos las bancas de panchayats (gobierno local) y un tercio de todas las presidencias de los panchayats estuvieras reservadas a las mujeres. Actualmente más de dos millones de mujeres rurales se han sentado a la mesa para la toma de decisiones del gobierno local. Como tradicionalmente las mujeres son responsables de satisfacer las necesidades básicas de sus familias, su contribución al gobierno local ha sido crucial. Está claro que el liderazgo de las mujeres en los panchyats está transformando a la India. Estas mujeres electas, están alterando la agenda de desarrollo para resolver temas críticos para la vida del pueblo. Las historias de éxito suman millones. Mujeres de toda la India están asegurando que los caminos se reparen, que la electricidad llegue a sus pueblos, que se construyan escuelas, que se instalen letrinas, que haya servicios médicos disponibles, que exista un suministro de agua segura, que se formen grupo de ahorro locales, entre otros más.
India ocupa el lugar número 24 en una lista de 134 países ordenados por mayor participación política de mujeres, pero esa destacada posición no se refleja en mejoras para la población femenina en educación o salud, ni en su inclusión en el mercado de trabajo. Sin embargo, la pobreza y las desigualdades sociales siguen evitando que muchas mujeres desarrollen su potencial. El principio de la igualdad entre los géneros está contenido en la constitución del país, el sistema legal y las políticas gubernamentales de la India. Sin embargo, todavía hay un gran hueco entre los principios y la realidad de la situación de la mujer en muchas comunidades en toda la India. Esto se demuestra en los bajos índices de alfabetización de la mujer y las altas tasas de mortalidad materna, especialmente en las zonas rurales. Las actitudes a nivel de la familia deben cambiar. Los padres deben asegurar que tanto niñas como los niños reciban atención de la salud, educación, capacitación, oportunidades, y acceso a los recursos.
Bibliografía
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