jueves, 7 de junio de 2012

Las políticas laborales en jóvenes universitarios de reciente egreso. Daniel Ernesto Gómez Garza.


Los jóvenes que culminan una carrera universitaria estarán a merced de lo que ocurra en el ámbito de las políticas laborales, las cuales se encargarán de marcar cuáles serán los escenarios en los que los egresados se desenvolverán dentro del mercado de trabajo. Esto, claro, habrá de traer consigo una serie de condicionantes a las que las nuevas generaciones se verán en la necesidad de apegarse.

         Es el gobierno quien estipulará cuáles serán las circunstancias a las que los jóvenes egresados tengan que enfrentar. Habrá de hacerse referencia a otra ciencia social para explicar cómo es que se están gestado los escenarios próximos a analizar. Es en la economía, en donde se presenta dentro de su rama una ley sumamente básica, la de la oferta y la demanda, esta relación se verá plasmada en la comparación entre los recién titulados y los puestos vacantes en el mercado laboral.

Se ha visto como es que la cantidad de egresados sigue en aumento mientras que las oportunidades que le son brindadas no han mostrado una mejora significativa. Por ende, esta “simple” explicación no funciona como debiera ser y el problema se complejiza mucho más de lo que se puede imaginar.

El gobierno propuso incrementar la educación básica con el fin de procurar que los jóvenes estuvieran mejor preparados para enfrentar el mundo laboral, pero en realidad lo que se está haciendo es retener el mayor tiempo a las nuevas generaciones, y de este modo evitar por todos los medios posibles, que colapse el sistema laboral. Y si un joven no logra conseguir un empleo por el hecho de no tener completa su educación básica, se le impondrá la idea de que es culpa suya y no un error de planeación de los niveles de gobierno, buscarán por todos los medios posibles deslindarse de toda falla que llegase a presentar el sistema, pues es este el pilar dela sociedad, el cual por cierto, ya tiene una gran cantidad de grietas que ya son perceptibles no solo por los científicos sociales, sino también por las personas que habrán de ser ajenas a los estudios sociales. 

Es por ello que el plan del gobierno es que las escuelas de educación básica cumpla el rol de “guarderías” para los jóvenes que aún no ingresan al mercado laboral, y con ello postergar el inevitable fracaso en la planeación de generación de empleos. Pero surgirá un segundo escenario para aquellos que estudiaron “de más”, si bien lo hicieron para no tener problema alguno al querer conseguir empleo, se ven en la necesidad de lidiar con adversidades muy distintas a las comúnmente conocidas. La oportunidad de conseguir un empleo les habrá de ser negada por el hecho de estar “sobre-capacitados” esto quiere decir que las empresas tendrían que invertir más de lo que desearan en estos empleados, principalmente porque su talento está en el intelecto y no en el trabajo manual o mecánico.

El gobierno tratará a toda costa que los jóvenes no puedan cumplir con los requisitos que ellos impongan, y lo habrán de hacer de diversas maneras, ya sea disminuyendo los espacios destinados para ellos en los cuales puedan estudiar o bien incrementando los precios de las colegiaturas. Esto es abarcar los dos puntos principales que todo estudiante universitario necesita cubrir, el costo de sus estudios y un lugar en el cual pueda efectuar tal acción.

         Y aquellos que logren de ingresar al mercado laboral, serán sujetos a una serie de condiciones de las que nunca podrán salir favorables, principalmente en el aspecto de generar una antigüedad que les garantice una jubilación en un futuro, muchos de ellos trabajan por contrato, lo cual es mucho más barato, pues el mantenimiento de un jubilado será sumamente costoso para la compañía que lo haya contratado. Esto quiere decir que, sin importar cuánto tiempo sea el que trabajes y ahorres, lo que será el futuro post-laboral, se tornará muy incierto y arriesgado al momento de no poder encontrar otro trabajo, pero ahora sería por el factor de la edad, otra de las tantas variables que el gobierno pone como traba para que el ciudadano no pueda generarle gastos al Estado. 

Prácticamente el gobierno nos tiene con escenarios desalentadores, pero este tipo de prácticas no será nuevo para el siglo XXI sino que ya ha tenido una gran trayectoria en la historia del hombre mismo. Son prácticas de un Estado represor y hambriento de poder. Estas posturas desgraciadamente tienen trasfondos milenarios.

         Las organizaciones más importantes se distinguen aproximadamente por el tipo de poder que ejercen[1]. Es por ello que los políticos del actual gobierno, seducirán al público con sus discursos, a pesar de la perversidad de sus planes para con los jóvenes, intentan acercarse a las masas utilizando su carisma con el fin de conseguir el apoyo de los que serán sus simpatizantes, y con ello poner en práctica sus ideales una vez que estén en el poder. Básicamente son los políticos los que tienen el poderío de que un sujeto pueda influir, condicionar o determinar el comportamiento de otro individuo.

Las relaciones de poder en la política presentan, una de las muchas formas de dominio existentes entre los hombres. Su finalidad es que a través de su discurso deban de coaccionar a los individuos. Por lo general deben de cumplir tres requisitos: la función que desempeñan, los medios con que se sirven y por último, el fin que se persigue.

Es por ello la importancia de analizar este fenómeno social a través de la sociología, pues no se puede hablar de política sin hacer sociología y viceversa. No se puede ser apolítico, el hombre por naturaleza tendrá una postura ideológica cargada hacia un sector en específico, puede ser de izquierda o derecha, liberal o conservador. Pero nunca alguien que sea ajeno a las situaciones que se presenten a su alrededor. 

         Es por ello que, el presente escrito hace una reflexión y a su vez una crítica a las decisiones tomadas por el gobierno en referencia al ingreso de jóvenes universitarios en calidad de egresados al mercado laboral.

El principal problema a tratar aquí es que, quienes están egresando de las instituciones de educación superior se están viendo obligados a desempeñar labores de baja productividad, inestables e insuficientemente remunerados. Tristemente son orillados a tal situación debido a la falta de oportunidades. Lo más preocupante es que no hay indicios de que, la magnitud de este problema haya disminuido. 

Cuando no existe un razonable equilibrio entre las cantidades de jóvenes que son preparados en el sistema escolar y la capacidad del sistema productivo para absorberlos adecuadamente, se genera el problema (…) de “subempleo estructural”[2]

Hemos utilizado aquí el término de “subempleo estructural” –y no el de “desempleo”- porque la insuficiente absorción de los egresados de la enseñanza superior no significa que dos de cada tres jóvenes permanezcan desempleados[3]

Entonces, para los jóvenes que ya participan dentro del sector que es económicamente activo, gracias a su incursión al mercado laboral ¿qué es lo que buscan las empresas en ellos? ¿Qué los motiva a contratar universitarios recién egresados? 

Para responder a tales cuestiones, se indagará sobre qué es la empleabilidad, dicho concepto habrá de presentar  el siguiente significado:

Las competencias y cualificaciones transferibles que refuerzan la capacidad de las personas para aprovechar las oportunidades de educación y formación que se les presenten con miras a encontrar y conservar un trabajo decente, progresar en la empresa o al cambiar de empleo y adaptarse a los cambios tecnológicos, de empleo o de condiciones en el mercado de trabajo.[4]
Otra división de nuestra temática es entre el poder de organización y el poder de los individuos. El modo en que una organización adquiere poder es una cosa, y el modo en que un individuo adquiere poder dentro de una organización es bastante diferente[5]

Es por ello que el gobierno, habrá de funcionar de un modo en específico, no importa quién es el que esté al frente, si se le da seguimiento a un partido político en particular se podrá notar que lo que gobierna a un país no es la postura política de su principal mandatario, sino la ideología del partido que lo representa. Es por ello que si llegase a presentarse algún contratiempo con dicho político, el partido puede darse el lujo de prescindir de ese actor social.  

Es por ello que a manera de conclusión, que la solución al problema de la falta de oportunidades de empleo en jóvenes habrá de recaer en distintas instituciones y no solo en una. 

En el presente escrito se hará énfasis en la institución más directa para los estudiantes, la universidad. Una posible solución yace en que el sistema escolar debe preparar a sus egresados para el actual mercado laboral. Para lograrlo es necesario revisar los perfiles de egreso de diferentes carreras y los propósitos de las respectivas prácticas profesionales. 

Es por ello que es necesario transformar la conceptualización de estos perfiles de egreso y las formas concretas en que los jóvenes se incorporarán al sector que le es productivo al sistema. La solución está generalmente al alcance de los responsables de las instituciones educativas. Aunque en ello implique revisar los diseños y enfoques curriculares, las relaciones entre las instituciones educativas y los entornos sociales en que están ubicadas. Por último, también es necesaria la intervención de quienes diseñan e implementan las políticas públicas que influyen en el desarrollo económico y social del país.



Bibliografía:
Muñoz Izquierdo, Carlos. Determinantes de la empleabilidad de los jóvenes universitarios y alternativas para promoverla. 2006. Papeles de población, Julio-Septiembre, #049. Universidad Autónoma del Estado de México; Toluca, México.
Bertrand Russell, Power: A New Social Analysis, London: Allen and Unwin, 1938, Unwin paperbacks, 1975, chapter 3.


[1] Bertrand Russell, Power: A New Social Analysis, London: Allen and Unwin, 1938, Unwin paperbacks, 1975, chapter 3. Page 20
[2] Muñoz Izquierdo, Carlos. Determinantes de la empleabilidad de los jóvenes universitarios y alternativas para promoverla. 2006. Papeles de población, Julio-Septiembre, #049. Universidad Autónoma del Estado de México; Toluca, México. Página 76.
[3] Ob. Cit. Página 79.
[5] Ob. Cit. Página 23

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