¡Qué contradicciones, Señor, qué contradicciones!
Ellos, los contendientes, obsesionados con su TRIUNFO;
decididos a GANAR, cueste lo que cueste, un espacio en la contienda electoral
2012; enfrascados en una pugna poco higiénica, por decirlo de manera educada;
desquiciados porque el tiempo no posee elasticidad y en cambio se les derrite
como sucede con un helado de fresa, en esta época, de elevadas temperaturas.
Hace algunas semanas, prescindí de mi muy arraigada
costumbre de escuchar noticieros radiofónicos, que en honor a la verdad,
siempre me parecieron más aptos para dar rienda suelta a la imaginación; por lo
menos en cuanto a la expresión facial de los conductores, cuando dan a los radioescuchas
malos, buenos o regulares informes del acontecer en nuestro país y localidades
en las que cada quien reside y cuando muy de vez en cuando obsequian un suceso
humorístico o estimulante.
La razón por la que me abstuve semanas de encender la
radio y opté por comenzar mis rutinas cotidianas con otras audiciones menos
trilladas, fue que mientras yo estaba HARTA de escuchar las grabaciones de
mensajes de los personajes que participan en la pugna por la Primera
Magistratura del País, por diputaciones federales y senadurías, en cuyo orden
de repetición ya estaba más que familiarizada, igual que con los contenidos; me
desentiendo de ellos unas semanas y al volver a oír radio, me percato de que YA
SE ESCUCHAN ENRONQUECIDOS y, me pregunto, ¿será que la competencia va
encaminada a ver quien grita más fuerte, quien promete más hazañas o quien dice
más disparates en más corto tiempo? o ¿Será que están probando quienes de los
posibles electores poseen mayor resistencia a esa despiadada campaña, de la que
yo creo, no soy la única que está hasta la coronilla?
He aquí donde sitúo la contradicción, mientras, ELLOS,
quisieran ampliar el tiempo límite que irremediablemente se agota; extenderlo,
como si se tratara de una gran porción de harina con levadura, expresamente
preparada para agrandar el tamaño de la base para hornear una maxi tarta de
fruta; NOSOTROS, los presuntos electores, quisiéramos que el “tormento chino”
de la incertidumbre, terminara hoy, dentro de quince minutos, para que de una
vez por todas nos hagamos a la idea de que nos volvieron a contar el mismo
cuento… y por qué no, para empezar a ahorrar e irnos a vivir al Himalaya o por
aquellos rumbos en los que si nos tratan como despojos humanos, carne de cañón,
analfabetas, crédulos, masoquistas, etc., nos quede el consuelo que no es
razonable esperar que en “tierra ajena” nos traten como Reyes, como hijos
pródigos, vamos, ni siquiera con humanismo; lo verdaderamente perverso va a
ser, que en nuestra CASA, en nuestra tierra, los que nos han llamado “hermanos”,
“hijos”, “único y sagrado símbolo de todo el esfuerzo invertido en las
campañas”, “amigos”, “tesoritos”, “niños dioses”, etc., nos vuelvan a dar por
otros añitos, las “sobrinas de su banquete”, de ese banquete por el que han
luchado y para el que han vivido, ¿desde cuándo?, ya hasta amnésica me dejaron,
porque en realidad, ni recuerdo, ni quiero recordar, desde cuando, ¡Mexicanos
unidos¡, estamos recetándonos esta amarga medicina.
¿De dónde mi pesimismo?, mejor sin detalles, porque si
se los platico, no alcanzaremos ni de tiempo ni de kleenex, se acaba el sexenio
dos mil doce dos mil dieciocho y seguimos enumerando…
Solo daré una muestra y conste, no tengo nada en
contra de ninguno de ELLOS como seres humanos; ahí les va: Ayer por la mañana,
escuché varias veces en una radiodifusora local un “mensaje” que dice: “Soy la
mejor opción porque no ofrezco regresar al pasado…”. De acuerdo con lo
poco que se (corríjanme expertos, por favor), una debida construcción
gramatical debió expresar: “Soy la mejor opción, porque ofrezco, no regresar
al pasado…”. ¿Será lo mismo?
Más de una docena de lectores, sin duda dirá ¿y eso
que tiene que ver? Aclaro, no soy perfeccionista y estoy muy lejos de
conceptuarme “perfecta”, pero, en primer término, yo no aspiro a regir los
destinos de más de un ciento de millones de mexicanos y soy consciente de que
suelo equivocarme y a cada rato; todos tenemos media hora de atarantamiento
cada día, y yo, lo confieso, soy una abusiva; pero no es el caso.
A mí lo que me preocupa, es pensar, en que si para el
logro de la más grande de las metas a la que las campañas apuntaron, no se ha
tenido acierto, diligencia, esmero y pulcritud en la elección del equipo de
colaboradores suficientemente calificados, cuidadosos, comprometidos y respetuosos
de los destinatarios de la labor que se les ha encomendado; ¿qué puede
esperarse, si de la misma forma se seleccionan los dirigentes de las distintas
dependencias y ramos de la administración pública que se pretende ejercer?,
¿Cómo le irá a Juan Pueblo, en RESULTADOS? ¿Significa que van a aprender sobre
la marcha, como quien dice, echando a perder? Así lo hacen para desgracia de
los hijos quienes de un día para otro debutan como Padres; y cuando calibran su
inexperiencia e incapacidad para dirigir y educar a los hijos, que aquí, por
más doloroso que sea, resultan naturales.
Da la casualidad de que en el arte de gobernar a una
nación, el aprendizaje de los “tiradores”, va a costarnos a los mexicanos,
sudor, lágrimas, hambre, sacrificio, miseria, ignorancia, enfermedad, aumento
de delincuencia, desintegración familiar al por mayor, inconformidad, hartazgo
y violencia; ¿quieren más o ahí le dejamos?
Porque, Señores
CONTENDIENTES, está sonándoles LA
ÚLTIMA LLAMADA,
No soslayen, no menosprecien la tolerancia de los
mexicanos; la ciudadanía, la que sí tiene memoria histórica, ya no cree en
falacias de campaña y no se cree, porque una cruda y despiadada, denigrante y
grosera REALIDAD ha dejado muy mal paradas la sinceridad, la eficiencia, las
intenciones y buena fe de quienes por décadas, han venido defraudando su
palabra y lo que es más siniestro, HAN TRAICIONADO la confianza de sus
electores, pero no es eso todo, han reincidido; vuelven a prometer, previo el
impulso, como consumados cirqueros, brincando de trapecio en trapecio, de
partido en partido, de grupo a grupo, de una a otra más ventajosa posición;
cuando nuevamente han dado en el “blanco” (EL
DE USTEDES, PORQUE NOSOTROS NO DAMOS UNA), actúan exactamente igual. Pues
yo deduzco, que sus afanes, sus falsas promesas, “socialmente amorosas”, el
“romance o luna de miel que cada sexenio se nos ha prometido” y sus desgañites,
proclamando una verdad en la que solamente ustedes creen, de tanto repetirla y
principalmente SU AGOTAMIENTO durante los arduos e intensos recorridos en pos
de tan anhelado botín, perdón, ansiado voto; tienen como objetivo y fin, su
propia conveniencia, sus personales ambiciones y sus obsesivas metas
individuales y familiares.
Porque todos en los HECHOS, se comportan
idénticamente.
Por última
vez, se los ruego, no volvamos con lo mismo; no se empeñen en escribir un Tomo
más de la vieja historia, porque ponen en riesgo, la estabilidad económica y
social de todo un país y sobre todo, la vida de muchos, muchos más de los que
ya han sucumbido a nefastas e infructuosas estrategias de combate a la
delincuencia y un averno de ese matiz, EN EL ÀNIMO DE NINGÙN SER CON UN
MILÌMETRO DE CONCIENCIA, ES DESEABLE.
Y… a pesar de todo, ahí estaré el primer domingo de
julio.
He dicho.
La autora es Magistrada en Retiro del Poder Judicial
del Estado de Zacatecas. Escritora, entre sus obras está “Las Cosas Juzgadas,
Memorias de una Jueza Zacatecana”.
14 de junio 2012.
Excelente publicación, un reflejo mas del pensamiento de muchos mexicanos que sabemos del egoísmo político de los candidatos.
ResponderEliminarFelicidades por la nota
Lic. Aarón Rmz.
MUY BUENOS COMENTARIOS QUE EXPRESAN LA REALIDAD DE LO QUE ESTA PASANDO. REALMENTE ESTA CAMPAÑA ES UNA BATALLA CAMPAL EN DONDE CADA CANDIDATO EXPRESA: "VOTA POR MI" POR QUE SOY EL MENOS PEOR. AHORA SI QUE NO SABEMOS NI POR QUIEN VOTAR ES ESTAS ELECCIONES
ResponderEliminarLA PUBLICACION MERECE TODA MI FELICITACION PUES EN BREVE Y CON HUMOR DESCRIBE LO QUE TANTOS Y TANTOS MEXICANOS SENTIMOS Y PENSAMOS. FELICIDADES A LA AUTORA.
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