jueves, 28 de junio de 2012
sábado, 23 de junio de 2012
¿Gabinete de talentos?, Temas de efervescencia. Mgda. Irene Ruedas Sotelo.
Estoy casi segura de que en estos días, gran cantidad de mexicanos, sufre, una
especie de asma con solo ver un nuevo mensaje de propaganda electoral, escucha o lee una nueva opinión, o recién
estrenado punto de vista acerca de la
moribunda contienda político electoral o cualquiera de los competidores.
Pido al cielo, que aquélla no sobreviva su periodo
legalmente natural de vida y tengamos que padecer su resucitación, por lo que
resta del 2012 y más allá.
De acuerdo con el
marco de la ley de la materia y
en honor a las elementales reglas de la buena crianza, el comportamiento
de los participantes, debió ser, durante
cada etapa de su desarrollo, ejemplo de civilidad; respetuosa entre ellos, en su fuero interno y hacia la vista, el oído e inteligencia de los presuntos
electores.
Sin embargo, salvo mejores opiniones, hemos atestiguado su
degeneración en un genuino combate, en una despiadada riña, auténtica guerra y
feroz concurso por el primer sitial y mejor calificación en lanzarse mutuas flechas
de cieno, basura, desprestigio, descubrimiento o fabricación de “pecadillos”
personales y o familiares, todo con el
afán de pulverizar honra, imagen o prestigio entre los adversarios.
Se supone que empleando semejante estrategia, es decir, ”abofeteando” al vecino con la divulgación de
sus debilidades, mágicamente las del agresor se
diluyen, se minimizan o de plano se transformaran en perfección y mesianismo.
Tal fenómeno mutativo, pienso, es absolutamente utópico.
Mis reflexiones surgieron, cuando en una empresa de
comunicación radiofónica cualquiera, algún conductor estuvo machacando: por una
parte, que el hecho de que uno de los presuntos elegibles a ocupar la primera
magistratura de nuestro país, diera a conocer que a su arribo a la silla
Presidencial, conformaría su gabinete administrativo gubernamental, con un
equipo de eminencias nacional e internacionalmente conocidas y reconocidos,
talentos de indiscutible prestigio intelectual y ético, genios del saber, etc.,
garantiza a los mexicanos todos, una actuación irreprochable.
El comunicador a quien le escuché el anterior comentario, lo
percibí contradictorio, ya que además especula, que esa intención, públicamente
difundida, constituye solamente una táctica desesperada por llegar a la
anhelada meta y dejar al resto de los competidores sin el preciado galardón,
-que es el objetivo de todos ellos y sus
mayúsculos esfuerzos-
Independientemente de que ese sea el propósito del
elegible; propósito, que es en principio
idéntico al del resto, la pregonada oferta de constituir un gabinete de
gobierno con personajes de excelencia intelectual, por sí solo, no lo dudo,
puede resultarle efectivo, entre millones de mexicanos sin memoria histórica o
con bajo nivel de preparación política e intelectual; creo, serían esos
los seducidos con aquella promesa y es
muy posible, se inclinen a otorgar su voto a favor del oferente.
No obstante, estimo, que un considerable número de millones
de mexicanos, no se va a dejar subyugar, con ese solo anzuelo.
Quienes oscilamos
entre veinte y sesenta años de existencia física; recordamos
perfectamente, que durante la, que nacional e internacionalmente ha sido
calificada como la dictadura más perfecta del planeta, el partido que la
protagonizó, estaba plagado de hombres y poquísimas mujeres de muy alto
coeficiente intelectual; mentes privilegiadas, preclara capacidad cognitiva,
superdotados, verdaderos genios y…
¡ Mexicanos!, cómo fuimos transitando de crisis en crisis,
de devaluación en devaluación, de degeneración en degeneración, en vertiginoso
aumento del fenómeno de la corrupción que todo lo corroyó, todo lo invadió
y arrasó; cómo creció la pobreza y aumentó
el analfabetismo, la ignorancia, la improductividad en los medios rural y
urbano, la acumulación de la riqueza en pocas manos, el acopio de monopolios,
el ejercicio del sindicalismo desvergonzado, el incremento en los niveles de
inseguridad, enfermedades y mortandad infantil y de mujeres en embarazo y
parto, por pésimos servicios de salud o de plano por falta de acceso de
millones de compatriotas a aquéllos; el rezago en los avances científicos y
tecnológicos y… ¿le dejamos ahí? o le seguimos…
Entonces, yo me pregunto, como ciudadanos, como simples
mortales, ¿qué obtuvimos con que esos gabinetes, -de la dramática historia del
México post revolucionario y principios del
modernismo-, hayan estado constituidos por seres desbordantes de lucidez
intelectual, sabiduría, sapiencia, etc.?
Esto, por sí solo, nada significa, cuando está ausente la
sana intención de cumplir a cabalidad las promesas de campaña; cuando no
coadyuvan con la inteligencia: el espíritu de servicio, el propósito de
impartir justicia en el más amplio sentido socio económico y filosófico del
concepto; cuando el que alcanza la ansiada meta de la primera Magistratura y la
totalidad de su equipo administrativo, no
se coordinan armoniosamente en la voluntad y acción de hacer su función,
exacta y precisamente como el pueblo requiere y merece; cuando se utiliza la posición como un privilegio que
los entroniza y los vuelve intocables e inalcanzables para el simple mortal y
sus más apremiantes necesidades.
También decía el referido locutor radiofónico, cuyos puntos
de vista llamaron mi atención, que él estimaba “injusto” que para constituir el
gabinete gubernamental del régimen que está a punto de nacer (2012/2018), se
prescindiera de tanta gente bien intencionada que de diversas maneras colaboró
al éxito de la campaña de quien resulte electo como primer mandatario del país.
Ese juicio, discúlpenme, sí que me causó, por decir lo
menos, sorpresa. ¿Será posible que un mexicano con un buen nivel cultural,
piense, que los operadores de las contiendas, digamos “la tropa”, por el solo
hecho de haber pasado trabajos, hambres, sed, desveladas, insolaciones,
cansancio, etc., durante los meses del proceso pre electoral, merezca como
recompensa, formar parte del equipo de administración gubernamental del futuro
Presidente?
¡ Ahí, precisamente está el detalle, dijo Cantinflas!, que
muuuchos, de los llamados “colados”, por sólo haberse esforzado, de la forma
anteriormente mencionada, sienten que alcanzan “el pase automático” al equipo
del favorecido con el voto mayoritario y lo más triste del caso es, que aunque
carezcan de las mínimas cualidades para desempeñar un papel, ya no digamos
digno, ni siquiera decoroso, son ingresados a la nómina del Gobierno Federal y
de los organismos descentralizados de aquél y válgame, pero si para eso
exactamente se castigaron las espaldas con las duras jornadas de la campaña y
por ende, con ese pasaporte, llegan ávidos de descanso, vacaciones, diversión, entretenimiento y ¡ni quien se acuerde de los votantes!.
En resumen, considero que ni un futuro Presidente de
primera, ni un gabinetazo conformado por “cerebritos”, será la panacea para que
el pueblo de México deje esa degradante involución en la que vemos que sexenios
van, sexenios terminan y seguimos sumidos más y más hondo en el hoyo, de la
pobreza a la miseria, de la ignorancia al analfabetismo moral, de la simple
violencia callejera, a la más perversa de las criminalidades a la alta escuela.
La esperanza de redención socio cultural y económica,
radica, según creo, en que cada mexicano, hagamos nuestra tarea, con respeto,
con dignidad, con honradez, con sentido de solidaridad; como quien dice,
aplicando el adagio popularmente conocido de: “zapatero a tus zapatos”.
Que el niño juegue, crezca y sea enseñado a amarse y a vivir
en plenitud; que el estudiante estudie; que el obrero, trabaje; que el
campesino labre la tierra y obtenga el producto que mejore su calidad de vida.
Que el maestro enseñe, no únicamente números y letras, sino
transmita la inquietud por el desarrollo del pensamiento; que el burócrata, sea
cual fuere su nivel de escalafón, SIRVA al pueblo; que el profesionista
dignifique el ejercicio de su privilegiado estatus.
Que los padres se ocupen más de proveer a sus descendientes,
de una actuada escala de valores y los
preparen, con su ejemplo a vivir en armonía, comunicación y tolerancia; que los
entrenen para ser felices y para aspirar, más a ser que a tener.
Porque se ha dicho hasta el cansancio, que si un sencillo
limpiapisos, se afana por ser el mejor en su ramo, igual que un mecánico, el
carpintero, electricista o fontanero; si nadie busca capitalizar sus
“derechos”, despojando al vecino de los suyos.
Si en suma, si todos bailamos el mismo ritmo y entonamos la
misma melodía; no habrá partido político ni funcionario capaz de seguir
simulando que cumple, cuando en realidad, se aprovecha del cargo para saquear
las empobrecidas bolsas de los cada vez más pobres.
Concluyo, citando un pensamiento de uno de los Filósofos más
excelsos, expositor preclaro de la filosofía universal, que dice: “La obra
maestra de la injusticia, es parecer justo sin serlo” (Platón, nacido 428-427
A. de J.C.).
Antes de irme, expreso a los mexicanos todos, mi más
ferviente y esperanzador deseo de que esta vez, las elecciones Federales 2012 y
la Estatales y Municipales que se desarrollarán el primer domingo del mes de
julio del año en curso, sean el real comienzo, de la real DEMOCRACIA MEXICANA.
He dicho.
Junio 2012 Irene Ruedas
Sotelo.
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miércoles, 20 de junio de 2012
domingo, 17 de junio de 2012
COMUNICACIÒN EPISTOLAR CON MI PADRE. Irene Ruedas Sotelo
Adorable Papacito:
Yo tengo la certeza emocional de que
después de tu penoso peregrinar mundano, llegaste gozoso a la tierra prometida
y por fin vives en la plenitud del cielo que no te fue posible conocer durante
tu paso por esta dimensión, en la que permanecemos laborando aún los cuatro
hijos tuyos, con los que tu compartiste tus desgracias y escasas, muy escasas
épocas floridas.
Compareciste, hace ya tiempo, ante el
Divino Padre y seguro te acogiste a su piedad suprema, y Él, sin duda, con su
universal misericordia, escuchó amorosamente comprensivo, el relato de tu padecer
terrenal, es decir, un rosario de
sinsabores, tu agonía, amargura, desolación, y congojas.
El corazón me dice, Papacito, que has
sido por nuestro Dios ya absuelto, porque Él cuya sabiduría es eterna e
infinita, a no dudar, tuvo que
descifrar, discernir y entender, el origen de tu intenso sufrimiento.
Si ÉL, que es nuestro Creador Sagrado,
no te condenó nunca, cómo hacerlo Yo, que soy fruto de tu mas patente y
absoluto acierto al darme la VIDA, porque con ello, Padre, me otorgaste, una
sublime oportunidad de realizar en lugar tuyo, todo aquello para lo que a ti jamás
te prepararon; con esa gracia de vida que tú me concediste, se evitó la huida
de mis esenciales deberes; se propició mi lucha por cultivar la autoestima; ésa
por cuya ausencia en ti, tu te dañaste y me excluiste de tu vida, por muchos,
muchos años; pero esto vino después de asegurarte, que me dejabas libre para ir
al encuentro de esos seres que en su calor humano me fundieron, que en su
incondicional abrigo me ampararon y en su excelso ejemplo me forjaron y así,
con dignidad soberana y refinada el vacío de ti saciaron; no me tiraste en una
calle cualquiera, Padre, ni en un bote de basura me volcaste, tampoco en un
asilo me aventaste, elegiste el mejor sitio: un techo y un piso firmes; brazos
ávidos de darse; una escuela espiritualmente de lujo, para el aprendizaje de básica
disciplina y saludables hábitos, de crecimiento emocional más que físico;
en nutritiva cultura de decencia, de
gratitud, de solidaridad humana; aprendizaje en esa escuela, Padre, de los
binomios perfectos: trabajo y honradez; esfuerzo y sacrificio; recibir y dar;
sembrar amistad y nunca defraudarla; ser leal y humilde; sencilla y refinada.
Por cierto, también me entrené Querido Padre, para adoptarte como modelo, en tu
gusto por el canto, música, poesía,
teatro y baile.
Pienso que te superé Padre Querido, en
mi estrategia recientemente estrenada, consistente en evitar auto compadecerme a través de la risa;
elegí reírme, sanamente de mi misma y mis desastres. A ti te oí reír, ¡tan pocas veces!, pero no te preocupes, ya que yo ejerzo
naturalmente, el arte de la alegría, la risa, el buen humor y el sainete.
Tú en tu medio social te distinguiste,
Padre, por tu vena de cantante lírico, nato; ¡esa voz tuya!, un privilegio
oírte; lástima que no te decidiste a divulgarla, porque yo auguro, Don José (así
te gustaba ser llamado), que muy distinto hubiera sido tu destino.
De tu selecto repertorio Padre, formaban
parte, según recuerdo, bellísimas canciones por ti genialmente interpretadas;
por ejemplo: “Cuesta Abajo”, “Volver” y
“Caminito” de Carlos Gardel; “Lisboa Antigua” de Valente Pastor y “Júrame” de
María Grever, entre otras muchas y todas bohemias, como tu vocación y tus mil y
una habilidades, sorprendentes a virtud de que tu solito descalificaste tu
coeficiente intelectual, cuando con desmedido disgusto, te rehusaste a
continuar tu escolaridad, pese a tener en casa, en la persona de tu esposa, la más
dispuesta y amorosa maestra.
Aún así, Admirable Padre,
autodidácticamente logrado, dominaste un sinfín de oficios, carpintero, electricista,
fontanero, hojalatero y cocinabas regio, lástima que en todo te faltó
perseverancia.
Otra virtud tuya, Padre, haberte
rehabilitado para una vida normal, después de que la luz de tus ojos se extinguiera
para siempre; tu rehabilitación fue tan completa, que en esa condición de
invidente, aprendiste a tocar, diría yo magistralmente, la guitarra que fue
para ti y para mi, tu pasmada oyente, motivo de orgullo y de deleite.
Tu vida Padre, no fue un fracaso, ni un
fraude, ni un permanente error como tú, te calificaste. No fuiste el hombre que
mira acercarse el final de su trayecto humano, con las manos vacías, marchita la
parcela y el jardín languidecido. El deslumbrante brillo de tu andar aquí lo
tienes, en mí, en tu Hija, en tu espejo, soy VIDA, soy Amor, soy entusiasmo,
alegría de existir, creatividad, arsenal de sueños y esperanzas, de fe
creciente y de añoranzas; pueril a veces y a veces indecisa, pero muy a menudo,
valiente, siempre amistosa, descubridora de que la felicidad la traigo encima como capa de reina y
coquetuela y también mezclada con mi
sangre, en el interior donde nadie, aquí entre nos, ha conseguido destrozarla;
y TODO, TODO viene de Ti, soy la semilla que tu plantaste con éxito, porque
también te aseguraste de darme por MADRE, la mujer más sabia, amorosa, valiente y abnegada, más tierna y entregada, que
sobre la faz de la tierra pudiste haber encontrado.
No quiero irme a la cama Papacito, sin descargar
mi conciencia y emociones; tengo que confesar, Querido Padre, que te lloré, te lloré
mucho cuando aún vivías; lloré el vacio de ti, tu indiferencia, tu incapacidad
de acercamiento, la ausencia de tus caricias, abrazos, ternuras y besos, que mi
piel no recuerda, que mi niñez de ti no tuvo. Que paradójico, Padre, hoy no me
duele tu muerte física, me regocija y alimenta tu presencia energética, porque
aquello que te sufrí, tu ausencia, acabó por tomarme de la mano y conducirme al
sendero invadido de fragancias y colores; al encuentro de bellísimos amores con
el alma construidos y no con los carnales que a ti, tanto te dañaron; ni
aquellos desbordados que a autodestruir tu salud finalmente te llevaron; yo aprendí
a edificar amores de esos que a levantarse enseñan, que al crecimiento invitan
y el espíritu engrandecen.
Sin embargo, al fin comprendo que mucho
tu sufriste: Tuviste carencias, vacios, ausencias, desgracias, pero no
defectos, ¿Cómo puede considerarse con defectos un ser humano que dio VIDA, que
brindó mi posibilidad de SER y punto?
Un día inolvidable, pero que ya no
lacera, Padre, detrás de una puerta solo entre abierta, te escuché lamentarte
de tu estéril vida, de tu árido suelo, de tu cielo sin sol, desértico de
estrellas; en ese entonces, fui Yo incapaz, (tenía solo once años), de
comprenderte; porque sentir que te considerabas NADA, al infierno de tu nada me
sentí arrojada; ahí comenzó sin saberlo mi lucha, mi reto y mis afanes por
transformar tu nada y mi nada y nuestra nada, en una historia nueva, de amor y
de victoria, de vocación, creadora de luz, de calor y de sonrisas;
conquistadora de manos que estrechan, de corazones que abrazan, de almas que
besan con los ojos, de amigos que estrechan con ternura, de lunas llenas, de
espacios húmedos de lágrimas celestiales que nuestro Dios esparce para mutar
semillas y retoños, en una permanente fiesta, en un banquete que sacia el
apetito de las musas mas exigentes y sus princesas-
Hoy Día del Padre, con el alma a punto
de explotar de contenida dicha, me enorgullece ser TU HIJA. Me cuesta
despedirme, pero he de apurarme y lo hago con mi amorosa conclusión que es,
Padre: TU VIDA PARA MI FUE VIDA; TU MUERTE HOY, PARA TI Y PARA MI, ES VIDA.
Gracias
Gracias
Gracias…
jueves, 14 de junio de 2012
LOS CONTRASTES,… SIEMPRE LOS CONTRASTES… Irene Ruedas Sotelo.
¡Qué contradicciones, Señor, qué contradicciones!
Ellos, los contendientes, obsesionados con su TRIUNFO;
decididos a GANAR, cueste lo que cueste, un espacio en la contienda electoral
2012; enfrascados en una pugna poco higiénica, por decirlo de manera educada;
desquiciados porque el tiempo no posee elasticidad y en cambio se les derrite
como sucede con un helado de fresa, en esta época, de elevadas temperaturas.
Hace algunas semanas, prescindí de mi muy arraigada
costumbre de escuchar noticieros radiofónicos, que en honor a la verdad,
siempre me parecieron más aptos para dar rienda suelta a la imaginación; por lo
menos en cuanto a la expresión facial de los conductores, cuando dan a los radioescuchas
malos, buenos o regulares informes del acontecer en nuestro país y localidades
en las que cada quien reside y cuando muy de vez en cuando obsequian un suceso
humorístico o estimulante.
La razón por la que me abstuve semanas de encender la
radio y opté por comenzar mis rutinas cotidianas con otras audiciones menos
trilladas, fue que mientras yo estaba HARTA de escuchar las grabaciones de
mensajes de los personajes que participan en la pugna por la Primera
Magistratura del País, por diputaciones federales y senadurías, en cuyo orden
de repetición ya estaba más que familiarizada, igual que con los contenidos; me
desentiendo de ellos unas semanas y al volver a oír radio, me percato de que YA
SE ESCUCHAN ENRONQUECIDOS y, me pregunto, ¿será que la competencia va
encaminada a ver quien grita más fuerte, quien promete más hazañas o quien dice
más disparates en más corto tiempo? o ¿Será que están probando quienes de los
posibles electores poseen mayor resistencia a esa despiadada campaña, de la que
yo creo, no soy la única que está hasta la coronilla?
He aquí donde sitúo la contradicción, mientras, ELLOS,
quisieran ampliar el tiempo límite que irremediablemente se agota; extenderlo,
como si se tratara de una gran porción de harina con levadura, expresamente
preparada para agrandar el tamaño de la base para hornear una maxi tarta de
fruta; NOSOTROS, los presuntos electores, quisiéramos que el “tormento chino”
de la incertidumbre, terminara hoy, dentro de quince minutos, para que de una
vez por todas nos hagamos a la idea de que nos volvieron a contar el mismo
cuento… y por qué no, para empezar a ahorrar e irnos a vivir al Himalaya o por
aquellos rumbos en los que si nos tratan como despojos humanos, carne de cañón,
analfabetas, crédulos, masoquistas, etc., nos quede el consuelo que no es
razonable esperar que en “tierra ajena” nos traten como Reyes, como hijos
pródigos, vamos, ni siquiera con humanismo; lo verdaderamente perverso va a
ser, que en nuestra CASA, en nuestra tierra, los que nos han llamado “hermanos”,
“hijos”, “único y sagrado símbolo de todo el esfuerzo invertido en las
campañas”, “amigos”, “tesoritos”, “niños dioses”, etc., nos vuelvan a dar por
otros añitos, las “sobrinas de su banquete”, de ese banquete por el que han
luchado y para el que han vivido, ¿desde cuándo?, ya hasta amnésica me dejaron,
porque en realidad, ni recuerdo, ni quiero recordar, desde cuando, ¡Mexicanos
unidos¡, estamos recetándonos esta amarga medicina.
¿De dónde mi pesimismo?, mejor sin detalles, porque si
se los platico, no alcanzaremos ni de tiempo ni de kleenex, se acaba el sexenio
dos mil doce dos mil dieciocho y seguimos enumerando…
Solo daré una muestra y conste, no tengo nada en
contra de ninguno de ELLOS como seres humanos; ahí les va: Ayer por la mañana,
escuché varias veces en una radiodifusora local un “mensaje” que dice: “Soy la
mejor opción porque no ofrezco regresar al pasado…”. De acuerdo con lo
poco que se (corríjanme expertos, por favor), una debida construcción
gramatical debió expresar: “Soy la mejor opción, porque ofrezco, no regresar
al pasado…”. ¿Será lo mismo?
Más de una docena de lectores, sin duda dirá ¿y eso
que tiene que ver? Aclaro, no soy perfeccionista y estoy muy lejos de
conceptuarme “perfecta”, pero, en primer término, yo no aspiro a regir los
destinos de más de un ciento de millones de mexicanos y soy consciente de que
suelo equivocarme y a cada rato; todos tenemos media hora de atarantamiento
cada día, y yo, lo confieso, soy una abusiva; pero no es el caso.
A mí lo que me preocupa, es pensar, en que si para el
logro de la más grande de las metas a la que las campañas apuntaron, no se ha
tenido acierto, diligencia, esmero y pulcritud en la elección del equipo de
colaboradores suficientemente calificados, cuidadosos, comprometidos y respetuosos
de los destinatarios de la labor que se les ha encomendado; ¿qué puede
esperarse, si de la misma forma se seleccionan los dirigentes de las distintas
dependencias y ramos de la administración pública que se pretende ejercer?,
¿Cómo le irá a Juan Pueblo, en RESULTADOS? ¿Significa que van a aprender sobre
la marcha, como quien dice, echando a perder? Así lo hacen para desgracia de
los hijos quienes de un día para otro debutan como Padres; y cuando calibran su
inexperiencia e incapacidad para dirigir y educar a los hijos, que aquí, por
más doloroso que sea, resultan naturales.
Da la casualidad de que en el arte de gobernar a una
nación, el aprendizaje de los “tiradores”, va a costarnos a los mexicanos,
sudor, lágrimas, hambre, sacrificio, miseria, ignorancia, enfermedad, aumento
de delincuencia, desintegración familiar al por mayor, inconformidad, hartazgo
y violencia; ¿quieren más o ahí le dejamos?
Porque, Señores
CONTENDIENTES, está sonándoles LA
ÚLTIMA LLAMADA,
No soslayen, no menosprecien la tolerancia de los
mexicanos; la ciudadanía, la que sí tiene memoria histórica, ya no cree en
falacias de campaña y no se cree, porque una cruda y despiadada, denigrante y
grosera REALIDAD ha dejado muy mal paradas la sinceridad, la eficiencia, las
intenciones y buena fe de quienes por décadas, han venido defraudando su
palabra y lo que es más siniestro, HAN TRAICIONADO la confianza de sus
electores, pero no es eso todo, han reincidido; vuelven a prometer, previo el
impulso, como consumados cirqueros, brincando de trapecio en trapecio, de
partido en partido, de grupo a grupo, de una a otra más ventajosa posición;
cuando nuevamente han dado en el “blanco” (EL
DE USTEDES, PORQUE NOSOTROS NO DAMOS UNA), actúan exactamente igual. Pues
yo deduzco, que sus afanes, sus falsas promesas, “socialmente amorosas”, el
“romance o luna de miel que cada sexenio se nos ha prometido” y sus desgañites,
proclamando una verdad en la que solamente ustedes creen, de tanto repetirla y
principalmente SU AGOTAMIENTO durante los arduos e intensos recorridos en pos
de tan anhelado botín, perdón, ansiado voto; tienen como objetivo y fin, su
propia conveniencia, sus personales ambiciones y sus obsesivas metas
individuales y familiares.
Porque todos en los HECHOS, se comportan
idénticamente.
Por última
vez, se los ruego, no volvamos con lo mismo; no se empeñen en escribir un Tomo
más de la vieja historia, porque ponen en riesgo, la estabilidad económica y
social de todo un país y sobre todo, la vida de muchos, muchos más de los que
ya han sucumbido a nefastas e infructuosas estrategias de combate a la
delincuencia y un averno de ese matiz, EN EL ÀNIMO DE NINGÙN SER CON UN
MILÌMETRO DE CONCIENCIA, ES DESEABLE.
Y… a pesar de todo, ahí estaré el primer domingo de
julio.
He dicho.
La autora es Magistrada en Retiro del Poder Judicial
del Estado de Zacatecas. Escritora, entre sus obras está “Las Cosas Juzgadas,
Memorias de una Jueza Zacatecana”.
14 de junio 2012.
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