“Cada pueblo tiene el gobierno que se merece”,
esta frase atribuida al político Italiano José de Maistre puede reflejar lo que en la actualidad
está pasando en nuestro Estado Mexicano.
En mi anterior aporte comentaba lo sucedido en el municipio de Ayotzinapa y
las diversas protestas con las que ha tenido que lidiar el gobierno federal. Y dicho
artículo terminó diciendo que la soberanía reside en el pueblo como señala el artículo
39 de nuestra Constitución.
Nosotros bien sabemos cuáles son los nombres de todos los actores que
participan en la política de México, pero, preferiría evitar nombres para no
herir susceptibilidades y enfocarnos en lo que en verdad importa.
A raíz del artículo que les comento recibí muchos aportes de personas
con diversos estudios, profesiones y “clases sociales”; pero en su mayoría
todos estábamos en el entendido que la realidad del pueblo Mexicano es
complicada y engloba muchos factores.
La persona en la que reside el poder ejecutivo de México visitó
recientemente a nuestro país “hermano” España. Existen dos caras de la moneda
en esta visita diplomática. Por un lado el Estado Español recibe a nuestro
ejecutivo con todas las pompa, ostentación y magnificencia posible; y esto es
entendible porque son grandes socios comerciales y nuestro Presidente va a
vender al extranjero todas sus reformas y ofrecer a inversionistas que
depositen su capital en México.
La otra cara de la moneda es el recibimiento que se dio por parte de
ciudadanos mexicanos que residen en España, e inclusive, los mismos ciudadanos
españoles que están en contra de la política llevada por la reciente
administración. Innumerables pancartas y cánticos de protesta se hacían ver por
las calles españolas. Pero la consigna era la misma, el repudio por los
presuntos “crímenes de estado” cometidos y la constante opresión que hacia el
exterior se percibe. La protesta llegó hasta el grado de irrumpir mientras el
Presidente daba un discurso y gritar a rienda suelta que es un “asesino”.
Quiero dejar en claro que no apoyo esta conducta por ninguna de las partes, así
que como Poncio Pilatos, me lavo las manos y solo expongo mi opinión.
La preocupación por lo ocurrido en Guerrero ya llegó hasta las altas
esferas del gobierno Estadounidense, donde muestran su preocupación por este
caso[1].
Este es el estado del arte que podemos encontrar hasta el día de hoy.
Ahora bien, quiero pasar a la reflexión con la que inicie el presente escrito. “Cada
pueblo tiene el gobierno que se merece”, para muchos podría parecerles una
ofensa, pero es la triste realidad.
Dentro de las pláticas que he tenido
recientemente quiero destacar la que compartí con un amigo muy cercano. Sin
demeritar por ningún motivo sus conocimientos, ya que su formación es distinta
a la de ser estudioso del derecho, atrajo mi atención la siguiente observación
que me realizó: “El problema lo generamos nosotros, los ciudadanos sin poder,
ya que, los políticos o burócratas nos convencen, o, tratan de hacernos ver la
situación de una manera diferente y así conseguir nuestro voto, para después
solo vernos como un ciudadano más que lo ayudó a ponerse donde está y verte por
encima del hombro” y en gran parte estoy de acuerdo, solo difiero en que nosotros
como ciudadanos tenemos todo el poder de exigir que las cosas sucedan pero la
gente del poder les tapa las vías de acceso a nuestras exigencias.
Otro de los puntos que destacábamos en nuestra
charla es la educación que tenemos nosotros como mexicanos, es muy diferente la
educación a la formación académica, ya que estamos acostumbrados a hacer las
cosas a la mala y no ver a quien perjudicamos. El tema de educación también ya
lo trate con anterioridad, ya que comento que al gobierno le conviene que seamos
personas incultas y no tengamos capacidad de pensar.
Me da mucho gusto que no soy el único que se da
cuenta de esta problemática y somos muchos los que vislumbramos el mismo
problema, pero nada va a ser diferente si no estamos dispuestos a cambiar nosotros
primero.
Un ejemplo muy claro de esto lo podemos ver en
la corrupción. Cuando un tránsito nos detiene por incurrir en alguna sanción
¿Qué es lo que hacemos?, darle un pequeño “incentivo” al patrullero o quizás
hacer una llamada a alguien amigo para que nos saque del apuro. Nosotros mismos
estamos promoviendo esa corrupción.
Otro punto es el de la elección de nuestros
gobernantes, donde desgraciadamente las clases más vulnerables que viven el día
a día venden su voto por una despensa o un pedazo de pan y no los culpo, ya que
la necesidad impera en ellos. Pero nosotros que tenemos la posibilidad de
acceder a los medios electrónicos podemos hacer la diferencia y hacer
conciencia en la persona que tenemos a nuestro lado. Y exigir a nuestros
gobernantes una rendición de cuentas.
Como bien decían los romanos desde ese tiempo
“circo y pan al pueblo” porque “la prole es voluble”.
Es por eso que te invito a ti que decidiste
leer mi opinión que inicies el cambio por ti mismo. Que leas, te instruyas,
participes activamente en la política de tu país, critiques, preguntes el ¿Por
qué? de las cosas y exijas tus derechos como ciudadano.
No todo es malo en este mundo ya que siempre
hay una luz de esperanza y como dice una frase de Nietzsche “La vida sin música
seria un error”. Les quiero recomendar el Álbum “Kisses On the Bottom” de Sir
Paul Mccartney, que me acompañó durante la redacción de este articulo.
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