domingo, 30 de marzo de 2014

La realidad del mercado laboral mexicano para un futuro egresado. Ulises Sánchez Alatorre




Como futuro profesionista, existe en mi una gran inquietud por conocer el mercado laboral que me espera al momento de graduarme. Muchas son las cosas que escucho en diferentes medios de comunicación y en mi universidad, al mismo tiempo que escucho comentarios de familiares y amigos que ya se encuentran en el mercado laboral mexicano. Sin embargo, es triste saber que sin importar la fuente de la que obtenga información, todas presentan un mercado laboral mexicano donde aún existen muchas áreas de oportunidad por trabajar y mejorar para seguir desarrollándonos como país. Problemas como el desempleo, la discriminación, la explotación laboral, el mercado informal, entre otros, no permiten que el país y la competitividad del mercado laboral mexicano siga creciendo.

Primeramente y uno de los problemas más notorios en el ámbito mexicano laboral es la discriminación, la cual se supone está prohibida en el país según lo estipulado por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 1ero que indica que “Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el genero, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas”, esto según lo reformado mediante el decreto publicado en el diario oficial de la federación el 10 de junio de 2011.

Así también en la Ley Federal del Trabajo en el artículo 2do menciona que “Se entiende por trabajo digno o decente aquel en el que se respeta plenamente la dignidad humana del trabajador; no existe discriminación por origen étnico o nacional, género, edad, discapacidad, condición social, condiciones de salud, religión, condición migratoria, opiniones, preferencias sexuales o estado civil”. En su siguiente artículo, la Ley Federal del Trabajo establece que “no podrán establecerse condiciones que impliquen discriminación entre los trabajadores por motivo de origen étnico o nacional, género, edad, discapacidad, condición social, condiciones de salud, religión, condición migratoria, opiniones, preferencias sexuales, estado civil o cualquier otro que atente contra la dignidad humana. El ejercicio de estos derechos sólo podrá por resolución de la autoridad competente cuando se ataquen los derechos de tercero o se ofendan los de la sociedad”.

Tomando esto como base, surge la pregunta de si debería entonces existir o no la discriminación en México. La respuesta es que no, sin embargo aún existe esta práctica dentro del mercado laboral principalmente hacia diversos grupos o personas sin importar su nivel académico o su formación personal. La nota “Discriminación laboral impera en México” publicada por CNN Expansión, menciona que cinco de cada diez mexicanos han sido víctimas de discriminación laboral, la vez que siete de cada diez empleados han sido testigos de la misma según datos de la OCC Mundial.

Esto me muestra a mi cómo futuro profesionista una triste realidad, pues seguramente como recién egresado se realice hacia mi algún práctica de discriminación laboral en base a mi poco conocimiento y poca experiencia en el mercado laboral. Esto, podría llevarme a mi y a miles de jóvenes egresados más a sufrir problemas de falta de oportunidades, aumentando así el problema del desempleo en México. Según datos de la ANUIES (Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior) el desempleo afecta al 40% de los egresados universitarios. Carlos Muños Izquierdo, investigador de la Universidad Iberoamericana, menciona que desde principios de los años noventa sólo existe un trabajo de nivel profesional disponible por cada cuatro egresados. Todo esto conlleva a que las empresas hoy en día aprovechen esta situación de desequilibrio del mercado para contratar personal calificado a un menor precio, que generalmente aceptan pues están desesperados por un trabajo. Esta sin duda alguna es una situación que no quisiera que tocara vivir pues estarían literalmente realizando un abuso de poder en mi contra aprovechando mi situación de desempleado.

Pensando en el peor de los escenarios sin duda alguna se toma al desempleo como primera opción, sin embargo, otra situación latente en México es el terminar dedicándose a algo que siquiera mantiene una relación a la carrera universitaria que se estudió. El momento de entrar a la universidad suele ser un momento importante para todo joven que inicia esta etapa de su vida, pues espera dedicarse desde ese momento al área o a la carrera específica de su interés, sin tener que lidiar con otras materias o cuestiones que no son de su agrado. Tristemente, al momento de graduarse y relacionado a lo mencionado previamente, en busca de obtener un empleo y no terminar formando parte de las estadísticas de desempleados recién graduados acepta cualquier trabajo que se le presente. Esto probablemente conllevará a que termine dedicándose a algo que no mantiene una relación son su formación universitaria. De acuerdo a la Subsecretaría de Educación Superior de la SEP y la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del tercer trimestre de 2012, sólo 40 de cada 100 profesionistas en México tienen un empleo relacionado con su formación universitaria.

Todo esto se complica además tomando en cuenta que al año egresan 450 mil jóvenes de las universidades del país. Roberto López Esquinca, director general de Investigación y Estadísticas del Trabajo de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), menciona que la presión demográfica es cada día mayor pues en México los profesionistas llegan a la edad de trabajar más rápido que el proceso que genera empleos. Este mismo factor demográfico hará cada día la mayor la competencia entre los egresados, quienes lucharán de manera más agresiva por obtener un trabajo remunerado relacionado a su área de estudios.

Esta es una realidad de la cual tenemos conocimiento los jóvenes ya desde hace tiempo, lo cual nos ha hecho entrar en la competitividad ya desde la etapa universitaria a diferenciarnos de los demás, ya sea por habilidades técnicas, físicas, experiencia, el uso de un tercer idioma, herramientas computacionales, etc. Es aquí donde en lo personal me entra una gran pregunta. Si no todos tenemos las mismas oportunidades de estudio, ¿cómo asegurar que todos tengamos las mismas oportunidades de empleo? A mi quizá me podría ser fácil decir que estudio en una universidad con cierto prestigio, que toda la vida he cursado un segundo idioma y que en general mi educación ha sido buena gracias al dinero que han invertido en mis padres. Sin embargo, ¿qué pasa con aquellos que aún y siendo capaces e inclusive intelectualmente iguales o hasta superiores a mi no tienen el dinero o los medios para inscribirse a una universidad de prestigio, para pagar los cursos de un segundo o tercer idioma o para pagar un curso donde aprendan a utilizar las herramientas tecnológicas que yo ya doy por cotidianas en mi vida? Sé que contando con estos conocimientos pudieran llegar a ser competencia en un futuro para mi, ¿pero no deberíamos entre todos buscar cómo mejorar la situación general del país?

Viéndolo desde su punto de vista, les será más difícil su incursión al mercado laboral, pues la carencia de habilidades específicas, el no habla inglés u otro idioma, el aumento de los competidores y las condiciones del mercado laboral no les permitirán cumplir el perfil que busca un reclutador. Jorge Rodríguez Castañeda, subsecretario de Empleo y Productividad Laboral de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), señala que los inconvenientes que enfrentan los profesionistas no se limitan a la carencia de empleos, si no que también les perjudica el no saber un segundo idioma o no contar con un conocimiento específico que la empresa exige, por ejemplo.

Esta misma búsqueda de habilidades que logren distinguir a un profesionista ante el resto de sus compañeros egresados es necesaria al considerar que hoy en día existen más carreras que concursan por un mismo puesto. En la actualidad, se esperan profesionistas que sepan tanto de su área como de alguna otra. Roberto López Esquinca comenta que quien quiera ganar más o quedarse con la vacante más atractiva tendrá que especializarse y aprender alguna habilidad específica antes de terminar la carrera puesto que esto los va a distinguir de otros competidores.

Una vez analizadas todas estas variables es posible llegar a una conclusión general. Como se ha hecho notorio, el mercado laboral mexicano aún presenta diversos problemas preocupantes especialmente para los jóvenes recién egresados. Se debe estar consciente que existe la discriminación hacia jóvenes recién egresados por su falta de habilidades y experiencia en el mercado laboral. Así también, que una vez graduados tendrán problemas como la falta de oportunidades para emplearse, el no cumplir con un perfil específico de una vacante, en emplearse en algo de no sea de su interés o área, o en una peor situación, el desempleo. Toda esta situación obliga los futuros profesionistas a adquirir una nueva presión, el pensar en que diferenciarse del resto de sus compañeros, pues se ha hecho evidente que quien piense ingresar al mercado laboral sin un diferenciador y con sólo la carrera como currículum, le será más difícil obtener un buen empleo. La demanda de profesionistas no sólo ha ido disminuyendo, si no que cada día son mayor la cantidad de profesionistas en el mundo. Esto obliga a que quienes busquen asegurar un lugar futuro en el mercado laboral mexicano comiencen a diferenciarse del resto de sus compañeros, ya sea por alguna habilidad, idioma o especialización.

 Es probable que para un joven lector que ingresa o se encuentra ya cursando sus estudios universitarios todo ese análisis le suene alarmante, sin embargo, una vez teniendo conocimiento de esta situación del mercado laboral que le espera, está en él el ir planeando su estrategia a seguir durante su carrera para poder adquirir estrategias diferenciadoras del resto de sus compañeros futuros profesionistas.



Fuentes de consulta

Calderón, F. (2013, julio 25). Discriminación laboral impera en México. CNN Expansión. Obtenido de http://www.cnnexpansion.com/opinion/2013/07/24/la-discriminacion-laboral-en-mexico
Cámara De Diputados Del H. Congreso De La Unión. (1917). Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. México: Secretaría de Servicios Parlamentarios. Obtenido de http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/1.pdf
Cámara De Diputados Del H. Congreso De La Unión. (1970). Ley Federal del Trabajo. México: Secretaría de Servicios Parlamentarios. Obtenido de http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/125.pdf
Universia México. (2013, abril 17). El 40% de los egresados universitarios están desempleados. Obtenido de http://noticias.universia.net.mx/en-portada/noticia/2013/04/17/1017522/40-egresados-universitarios-estan-desempleados.html
Hernández, L. (2012, julio 30). Sin ejercer, 60% de profesionistas; egresan con conocimientos obsoletos. Obtenido de http://www.excelsior.com.mx/2012/07/30/nacional/850633



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